Demián vino a casa a eso de las seis de la tarde. Trajo una ramita de olivo.
-Para tu paz -me dijo.
Luego me dio un papel donde podía leerse este poema de Alejandra Pizarnik:
has construido tu casa
has emplumado tus pájaros
has golpeado al viento
con tus propios huesos
has terminado sola
lo que nadie comenzó.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarQué buen poema, qué bellas palabras te regalaron.
ResponderBorrarBesos