Cuando Pedro salió a su ventana
no sabía, mi amor, no sabía
que la luz de esa clara mañana
era luz de su último día.
Y las causas lo fueron cercando
cotidianas, invisibles.
Y el azar se le iba enredando
poderoso, invencible.
Cuando Juan regresaba a su lecho
no sabía, oh alma querida
que en la noche lluviosa y sin techo
lo esperaba el amor de su vida.
Y las causas lo fueron cercando
cotidianas, invisibles.
Y el azar se le iba enredando
poderoso, invencible.
Cuando acabe este verso que canto
yo no sé, yo no sé, madre mía
si me espera la paz o el espanto;
si el "ahora" o si el "todavía".
Pues las causas me andan cercando...
cotidianas, invisibles.
Y el azar se me viene enredando: poderoso, invencible.
que hermoso tema Flor.
ResponderBorrarQue tengas un gran año 2012!
Un beso
Gracias Vero! Para vos también! Buen descanso en lar dle sur! TENGO que conocer ese lugar!!!
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