viernes, 17 de enero de 2020

¿Quién toca ahí?

Vuelvo a conectar con dar sesiones de zen shiatsu y vuelvo a maravillarme con este arte japonés. A veces me pregunto cuánto de Japón será lo que yo hago en mis sesiones puesto que jamás fui a a Japón y aprendí de una maestra suiza. Lo que sí sé y doy fe es que durante las sesiones suceden movimientos hermosos de energía que permiten, por ejemplo, que una persona pueda respirar mejor, sentir espacio, aliviar sus dolores físicos y por qué no, sus dolores psíquicos también.
¿Por qué sucede esto? Hay varios modelos energéticos que intentan explicar los síntomas, las afecciones, los avatares de la vida. Algunos modelos son más eficaces que otros. Pero a medida que pasan los años me va interesando menos el modelo y más la experiencia de tocar. Explorar el territorio (el cuerpo) y dejar de lados los mapas que veces confunden y limitan. Tocar y observar. Tocar y escuchar con las manos.
¿Quién toca ahí? ¿Soy yo? ¿Quién es yo?
Volverse océano, sin más, y dejar que la inmensidad atrape el mínimo segundo.

3 comentarios:

JLO dijo...

escribo el comentario con dolor de espalda y me da envidia de ese arte y de su relajación corporal. Me alegro entonces por tus enseñanzas hacia los demás. Saludos.

flor dijo...

Ninguna envidia! El zen shiatsu entre cosas alivia muchísimo el dolor de espalda. Y hay muy bueno terapeutas, solo es cuestión de dar con uno. También hay cursos cortos donde se puede aprender las bases de este masaje terapéutico. Se vivencia el dar y el recibir y al finalizar uno tiene una herramienta para compartir con amigos o familiares. Un abrazo!

Sheol 13 dijo...

Conseguir hacer las paces con uno mismo y vivir en paz, ese es el secreto. Un placer leerte. Saludos.