31/12/22

Amar la forma es amar los finales, dice Louise Glück

Todo lo sólido se desvanece en el aire, escribió Marshall Berman en un libro que recuerdo como uno de mis libros de cabecera a fin del siglo pasado. Mi vida se desintegraba y volvía a integrarse en un santiamén. La experiencia se volvía tan liviana como una canción digital. Pero desintegrarse también equivalía a renovarse. Siempre estaba ese plus, esa salida, ese resurgir del ave fénix.
Pasaron los años y pasaron cada vez más rápido. Hoy siento que es algo sorprendente haber vivido el final del siglo XX, el comienzo del siglo XXI con estos años que tengo, esta juventud "madura" por así decirlo. Me lleva a sentir que algo comprendo, que está bien que no comprenda todo, que la experiencia es personal pero que el sueño es colectivo.
¿Qué puedo decir de este año? Que a veces se sintió como una canción en random, a veces parecía que el disco saltaba, hubo algunos silencios y a veces aparecía un tema de esos que no parás de tararear.
También hubo muchas primeras veces luego de la pandemia. Primera vez de ir al cine, de ir al teatro, de caminar la ciudad de punta a punta, de dar muchísimas clases presenciales, de besar en la mejilla, abrazar, sentir los cuerpos de los otros. Primera vez de ir a comer afuera a un lugar cerrado, de ir al CCK, de escuchar un recital en vivo, de que alguien se case, de que alguien se separe, de volver a dar incontables sesiones de shiatsu en mi consultorio, de tomar mate compartido con otro ser humano, de intercambiar con mis compas de shiatsu, de tomar nuevos seminarios, de descubrir la piel.
Todo sigue girando para nosotros. Todo sigue su curso y aún así todo esto se desvanecerá en el aire. Brindo por todos los que tenemos un cuerpo sintiente. Brindo por la maravilla de sentir.
¡Feliz año nuevo, amigos!
Feliz año nuevo.

15/12/22

Terrestre

El chico de las verduras acomoda las papas en una bolsa de plástico. 

-No, no, ¿por qué?... Si te di una bolsa de tela.. ¡No me des bolsas de plástico!

-Sí, pasa que las papas ensucian tu bolsa. 

-No pasa nada, si está para que se ensucie. Después se lava. O no... ¡no importa! ¡Es tierra!

-Bueno, la podés usar para el tachito del baño. 

-Vos no te preocupes por mi tachito del baño, está perfectamente. 

-Pasa que acá hay mujeres que no les gusta, se vuelven locas si les mancho la bolsa o el changuito. 

-Ahí vos les tenés que decir que es por el planeta. 

-No, no les gusta. No sabés el quilombo que me hacen. 

-Bueno, vos les decís que no hay que usar plásticos de un sólo uso. Que si quieren que siga existiendo la vida en este planeta que se acostumbren a tener un poco de tierra en sus bolsas de la compra. Que la tierra hace bien a la microbiota intestinal. Deciles eso.  

Me mira como si yo fuera un extraterrestre pero nunca fui más terrestre que en este momento. Los que no quieren tierra en sus bolsas son los extraterrestres. No yo. 

13/12/22

Gender

 Hablaba sin parar por su celular con el dispositivo entre las tetas. Tenía el pelo suelto, renegrido, cepillado con esmero. Estaba maquillada con mucha dedicación: labios de un color brillante que resaltaba la forma de su boca y los ojos bien delineados. Su cara era bonita pero de rasgos fuertes. La voz de su amiga salía por el dispositivo y se mezclaba con el run run del motor del bondi. Hablaban fuerte sobre un turno que iba a sacar en el hospital, que iban a ser dos meses de espera, algo que le había dicho el cirujano y no sé que más. 

El colectivo dobló y nos bajamos en la misma parada. Una señora que bajó junto con nosotras me tocó el hombro y señalándola me dijo:

-Es un hombre, ¿no?

-No, señora, es una chica trans. 

2/12/22

Genocidiar grillos topo

Hace años que mi jardín no recibía veneno de ningún tipo. Si había cochinilla, venían las hormigas y se ocupaban. Si había pulgones, venían los pájaros y se los comían. Pero con los grillos-topo no hubo depredador natural que alcance. Ellos ganaron por lejos. Se fueron comiendo la grama y los yuyos ganaron espacio. El jardín se convirtió en un restaurante abierto las 24 horas. Mi gata cazaba de vez en cuando alguno pero se ve que eran muchos. Esta primavera descubrimos que el jardín era un concierto de grillos-topo. Se los escuchaba cantar debajo de la tierra. Yo me los imaginaba cavando, cantando, comiendo y divirtiéndose a lo loco. 
Como estoy decidida a volver a tener un jardín "disciplinado" averigüé qué se podía hacer para volver a recuperar el pasto. Algunos de los que me conocen ya saben la historia de por qué no quise poner grama bahiana y me quedé con el gramillón argentino. Eso fue hace 15 años. A lo largo de estos años el gramillón le dio paso a otros pastos que trajeron los pájaros. A mi esa mezcla me encantó desde siempre. También permitió que creciera el diente de león que yo voy cosechando para mis infusiones de pseudo brujita. A veces aparecen frutillitas salvajes, dichondra y otras maravillas que no soy capaz de nombrar. 
Finalmente me recomendaron un polvo mata grillo-topo que es tolerable para las aves pero que no es recomendable tirar cerca del agua. O sea, ES tóxico. No es tan tóxico pero me tengo que poner guantes de goma y barbijo. No es tan tóxico pero no debo dejar salir al gato. En fin. Compré el polvo y esperé a que hubiera un pronóstico de lluvia. Entre otras cosas, es muy importante regar o que la propia lluvia disuelva los gránulos y que la tierra los absorba de modo que llegue hasta donde están los grillos-topo. El miércoles parecía que se iba a caer el mundo así que me enfundé en mi traje de genocida. Pantalones largos, botas, guantes, barbijo, lentes. Espolvoreé el jardín con los gránulos de la muerte y luego con la manguera fui regando despacito para que la tierra los fuera absorbiendo. Cayeron cuatro gotas locas y los grillos-topo seguían cantando como si nada. La gata quedó encerrada adentro y yo me dispuse a esperar. El jueves a la madrugada llovió muchísimo. Me desperté con el ruido del agua golpeando la persiana. Pensé un segundo en los grillos-topo cavando, comiendo, cantando...muriendo. Luego volví a dormirme.
Por la mañana salí al jardín. El verde era incandescente, las plantas respiraban, los pájaros cantaban  pero debajo de la tierra había un silencio de muerte y a mi me dio tristeza. Las incongruencias de una misma. 

29/11/22

Analogías varias

Estoy segura de que la mayoría de las personas que viven en casas tienen alguna humedad que no han sabido o no han podido resolver. Pienso que si alguien tiene la casa inmaculada sin ninguna humedad es porque a) sabe cómo arreglarla, b) tiene personas idóneas que saben arreglarla, c) tiene plata y puede pagar una mano de obra que la arregle, d) tiene disponibilidad y tiempo para encarar una obra dentro de su casa sin que le dispare una neurosis. En realidad, debe haber más causas, yo sólo estoy enumerando las que por mi experiencia se me ocurren a mí. Ustedes seguramente conocerán otras razones.  
Cuestión que me propuse arreglar las humedades de mi casa. Di con la persona indicada para esta tarea un poco porque "me lo mandaron". Gratitud total. Mi techista es un obsesivo de esos que no pueden dejar un trabajo mal hecho. Si hay que pintar con dos manos de pintura, él pinta con cuatro. Durante todo este año, siempre respetando los ciclos de la naturaleza, fuimos arreglando primero el techo de tejas, luego la medianera (que era inmensa y estaba mirame y no me toques), luego impermeabilizar la terraza  y todo eso para poder encarar una humedad que tenía en mi cuarto de shiatsu. 

Ayer Mariano picó la bendita pared. Cayó de todo. Pintura, yeso, cemento. Llegó como él dice: "hasta el hueso". En alguna parte incluso se ve el ladrillo. Se ve incluso como los que construyeron esta casa no cementaron hasta arriba. Mandaron yeso en vez de cemento. Y como cayó agua, el yeso se pudrió y cayó todo. Lo que no esta bien, no se sostiene. Si trabajás con materiales equivocados tarde o temprano la estructura se desmorona. En una casa dalo por seguro pero en la vida también
 
 

19/11/22

Pena de morir

“Mi abuela, ya levantada antes que todos, me daba una gran taza de café con trozos de pan y me preguntaba si había dormido bien. Si le contaba algún mal sueño nacido de las historias del abuelo, ella siempre me tranquilizaba: No hagas caso, en sueños no hay firmeza. Pensaba entonces que ella, aunque también fuese una mujer muy sabia, no alcanzaba las alturas de mi abuelo, que tumbado debajo de la higuera, con el nieto José al lado, era capaz de poner el universo en movimiento apenas con dos palabras. Muchos años después, cuando él ya se había ido de este mundo y yo era un hombre hecho, vine a comprender que también la abuela creía en los sueños. Otra cosa no podría significar que una noche sentada ante la puerta de su pobre casa, donde entonces vivía sola, mirando las estrellas mayores y menores, hubiese dicho estas palabras: El mundo es tan bonito y yo tengo tanta pena de morir. No dijo miedo de morir, dijo pena de morir, como si la vida de pesado y continuo trabajo que había sido la suya, en aquel momento casi final, estuviera recibiendo la gracia de una suprema y última despedida, el consuelo de la belleza revelada, justo allí en su casa, tan especial en el mundo, porque en ella vivió gente capaz de dormir con cerdos como si fuesen sus propios hijos, gente que tenía pena de irse de la vida sólo porque el mundo era bello, gente como mi abuelo Jerónimo, pastor y contador de historias, que al presentir que la muerte venía a buscarlo, se despidió de los árboles de su huerto uno por uno, abrazándolos y llorando porque sabía que no los volvería a ver”.

José Saramago | «De cómo un personaje llegó a ser el maestro y el autor su aprendiz» Tomado de Literatura 451.

27/10/22

Una red MUY normal

"yo me acuerdo la sorpresa de ver cómo las redes (los blogs) cambiaban mi manera de pensar, todo era relato. ahora capaz todo es meme, no estoy segura pero a veces pienso en meme"

Ni me acuerdo donde leí esto pero sé por qué lo guardé. Que me disculpe el autor de tales palabras al que hoy no puedo identificar aunque en definitiva todo es intertextualidad. La autoría es una de esas nociones que empezaron a caer con Barthes y su "De la obra al texto". ¿Qué hubiera escrito Barthes en la era de la internet?

A veces me pregunto qué sentido tiene escribir un blog personal. No tengo idea de quien lee estas páginas. Pienso en el sentido de escribir en internet, en la internet de hoy donde si algo no está monetizado no existe. Como han cambiado las prácticas de escritura hoy en día. Todo se ha vuelto fotográfico, instragrameable, tiktokeable. El texto tiene más lugar en los hilos de twitter pero aún así, ese formato lo va reduciendo, cortando, retaceando. Barthes tenía razón. No hay obras ni autores. Como dice la cita de arriba que ya no sé quien la escribió: el texto se va convirtiendo en meme. 

Los caducos que han quedado en fb no se dan cuenta ( o sí, se dan cuenta) de que le hablan al algoritmo que se sigue alimentando de los pensamientos e intentos de conectar con los otros. Nadie influye a nadie. Es el algoritmo el que decide levantar a unos y enmudecer a otros.

La IA, señores, ya está aquí. No necesitaban un chip. El chip es nuestro cerebro que ya no puede pensar en otro formato que no sea una red social de mierda.

18/10/22

Argentina 1985

Fuimos a ver Argentina 1985 de Santiago Mitre. Elegimos esta película para volver a las salas de cine luego de tres años pandémicos. Creo que la última vez que habíamos pisado una sala fue para ver Guasón. Cuento esto porque no es un detalle menor. Decidimos ir a ver esta película en vez de verla en la intimidad de una pantalla y no justamente buscando la pantalla gigante ni el sonido fabuloso sino para volver a vivir la experiencia de compartir una sala con los demás espectadores.


La película me gustó. Creo que Santiago Mitre encontró la forma de no caer en un panfleto y eso ya es un montón. Las actuaciones estuvieron muy bien, no hubo los típicos casos de sobreactuación que a veces se dan en las películas argentinas. El tema que toca tiene un valor sustancial porque el público se renueva y las nuevas generaciones necesitan conocer la historia de los juicios a la Juntas Militares.


Cada uno sabrá como le pega esta historia en lo personal. En lo colectivo creo que es muy necesaria. Me sorprendió que un lunes por la noche la sala estuviera casi llena. Había múltiples edades y muchos de nosotros nos estremecimos con el Señores jueces, NUNCA MÁS. Lo sé porque se escuchó un murmullo en la sala, un Nunca más murmurado por labios que venían de la sala, no de la película. Señores jueces, NUNCA MÁS es una frase que circula en la memoria, circula en el inconsciente argentino aunque nos quieran hacer creer lo contrario.  

21/9/22

Qué

 Me despierto. La pulsión es tragar. Obligo a mi garganta a desarmar el nudo y sin querer lo desparramo. Algo se queja, el pulmón se sacude, las costillas suenan, la cabeza se calienta. Una fragua, eso es mi cuerpo. Una fragua que quiere restituir el equilibrio perdido. Dónde fue. Cómo fue. Qué comí, toqué, amé, palpé que me enfermó. 

19/9/22

Ferréz

Hoy terminé de leer Dios se fue a almorzar de Ferréz. 
Capitulitos cortos, una escritura extraña, registros que se mezclan, una primera persona que alterna con una tercera persona a un ritmo sorprendente, un personaje que no tiene nada de interesante (aunque por momentos aparece la voz de una conciencia), que no hace ni dice nada interesante porque podría ser cualquier transeúnte de esos que van a trabajar a una oficina y se ocupan de archivar cosas (el portal es un archivo también, todo al final en esta vida es un archivo que puede encontrarse en un cajón). 
A Calixto la vida le sale mal y, sin embargo justamente porque la vida le sale mal, los días se le llenan de poesía. Como si sólo en el error pudieran aparecer ciertos destellos de belleza. En el transcurso del relato uno espera que alguien tenga un gesto afectuoso, humano con este personaje. Pero nada. Todo es un sinfín de cafés recalentados, papeles sucios, platos enmohecidos, una casa que se viene abajo, una esposa desencantada, la separación, la nena que no ve nunca, fotos rotas, espejos deformes, copias de cds, dvds, revistas, copias, copias, ni hombre ni original, como cuando un hombre se le acerca en un bar y le pide que le compre algo, un trago, necesita beber pero que sin embargo empieza escupir palabra tras palabra: "Calixto, vos no existís, sos un personaje, poco creativo, anticuado, melodramático, vas a ser editado, hijo de puta, te van a cambiar porque no sos original, ni hombre ni original, ni hombre ni original".
Eso: vas a ser editado. ¿No es un miedo que nos sucede a todos?

23/8/22

Sólo por hoy

Ayer estaba enojada. Me daba cuenta, perfectamente cuenta de que estaba enojada. Y sin embargo, no había caso. Dejé que el enojo me embargara, me arrugara la frente, el entrecejo, dejé que me cerrara los puños, las mandíbulas. Chas, chas, chas. Un chasquido y la paloma quedaba atrapada entre mis dientes. Ayer era un sabueso buscando mi presa.
Qué maravilla cuando se disuelve el enojo. Qué maravilla. Me acuerdo de esa vez que Emiliano nos contó los cinco principios del reiki. ¡Tantos años de eso! Sólo por hoy. Sólo por hoy no estés enojado. Sólo por hoy no te preocupes. Sólo por hoy honrá a tus maestros, a tus padres, a tus ancianos. Sólo por hoy ganate la vida honestamente. Sólo por hoy, respetá la vida de todos los seres vivientes. Puf.
Qué maravilla el hoy. Qué maravilla.

19/8/22

En contra

¿Cuidar es alejarse? En un contexto como el que venimos viviendo desde el 2020 parecería que sí. Pero va en contra de la pura intuición. No se enojen tanto con los que no pueden mantener distancia.

18/8/22

(in)cómoda

No son ni las seis de la mañana pero de pronto me desperté. Aún es de noche, la gata ronronea pidiendo salir, la cama está cálida y el frío muerde allí afuera pero el dolor de cuello es intenso, me impulsa a salir de un lugar cómodo. (No es acaso eso lo que siempre hizo el dolor conmigo? Sacarme de un lugar cómodo para ir en busca de un afuera no conocido).

9/8/22

Qué ves?

Terminé de leer El ministerio de la felicidad de Arundhati Roy. Cada vez que me preguntan si fui a India o si tengo intenciones de ir a India siempre me acuerdo de esta escritora y de su prodigiosa forma de narrar la situación caótica e injusta que vive su país. Es sabido que los seres humanos tenemos esa capacidad de ver lo que queremos ver, interpretar según nuestra cosmovisión del mundo. Algunos ven el río Ganjes como un río sagrado y no ven la polución, la basura y los cadáveres que bajan por sus aguas. Todas las imágenes del Taj Majal están recortadas porque si tuviéramos una panorámica de su imponente arquitectura veríamos que está rodeada de mendigos, basura y el olor a podredumbre que todo lo invade pero que en una foto no sale. 

29/7/22

Acuario lee las noticias

Mi lado acuariano leyendo el diario: Massa asume como superministro de bla bla bla, que el dólar, inflación, déficit, la guerra, Rusia, Ucrania, Covid-19 y... ¡ops! acá hay una nota sobre ovnis, a ver... click.
"¿Estamos solos? La pregunta se vuelve casi amarga cuando se le hace a un hombre que lleva toda la vida persiguiendo extraterrestres sin éxito, en parte porque emplea el método de Sherlock Holmes a fin de no engañarse. Asegura que la probabilidad de que haya vida inteligente en el universo es muy alta, que Carl Sagan calculaba que solo la Vía Láctea podría albergar millones de civilizaciones, de que hay estudios recientes que hablan de 5.000 exoplanetas con posibilidades… Pero luego añade que el gran problema es que el exoplaneta más cercano de todos ellos se encuentra a muchos años luz de la Tierra y que la velocidad de la luz no se puede rebasar. Y concluye: Puede haber extraterrestres, pero no pueden llegar hasta aquí."

El pueblo Nube

Dicen los Hopi que los continentes, las islas, todo lo que está en la tierra se conecta a través del agua porque se conecta a través del océano.
Y si miramos hacia arriba, en la sexta dirección, nos encontramos con el mar cósmico: el hogar donde reside el pueblo nube. Cuando nuestro cuerpo físico muere el líquido dentro del cuerpo se evapora y asciende hacia el cielo. Allí se reúne con el pueblo nube. Entonces descansamos y volvemos en forma de lluvia o nieve trayendo agua para toda la naturaleza. Vivificamos ríos, lagos, arroyos, acuíferos. Estamos en nuestro viaje a casa, hacia el mar. Pero cuando llegamos al mar volvemos a las nubes y el ciclo se repite.
Es un ciclo eterno el de agua porque el agua es un elemento indestructible. Es un espíritu vivo que nos conecta con el Gran Espíritu. De modo que somos parte de este enorme sistema hidráulico. Por eso, dicen los Hopi, el agua es sagrada.

24/7/22

La deuda eterna.

 Hay que volver a ver Memorias del saqueo

Nunca olvidar. 


11/7/22

Todo a mano

Yo recuerdo muy bien la irrupción de internet en mi vida como estudiante. La computadora podía ser una bendición pero también una enorme distracción cuando tenía que enfocarme en un texto largo y a veces tedioso. Por eso estaba bueno tener el texto en papel. Porque además al papel lo podías subrayar, escribir en los márgenes, hacerlo tuyo. 

Creo que si pude terminar mi carrera universitaria fue gracias a que me llevaba los libros y apuntes a una biblioteca, bar o lo que fuere y me encerraba con esos textos a leerlos furiosamente con lápiz en mano y una libreta donde apuntaba mis cuadros sinópticos, resúmenes, anotaciones. Todo a mano. Hasta hacerlos míos. 

Cuando veo a mis estudiantes intentando estudiar desde un teléfono celular me compadezco de ellos. Creo que viven un momento muy complejo para el aprendizaje.

Con esto no estoy diciendo que la tecnología no ha sido maravillosa en la difusión de saberes. No es esa la discusión.

7/7/22

En sesión

¿Dónde está el kyo (vacío) en este ser? Esa es la pregunta que un terapeuta de zen shiatsu se hace cada vez que aborda el cuerpo de alguien que viene a pedir una sesión. Más allá de lo que la persona diga al comienzo siempre habrá algo "no dicho", no expresado que un terapeuta experimentado entenderá sólo con sus manos.
Durante una sesión de shiatsu muchas veces necesitamos cambiar el rumbo de lo que al principio creímos que iba a ser la sesión. Porque en ese "tocar" se devela la verdad, el kyo se deja ver. Deja de ser mudo. En ese tocar le damos voz. El kyo duele y dice: mírenme, es esto lo que me duele, no se olviden de mi. 
Pero hay veces que el exceso invade el cuerpo y es tan fuerte que apaga todo lo demás. El jitsu (exceso) toma la conciencia y no la suelta. Alguien viene con un dolor agudo en el cuello o en la espalda o en cualquier parte del cuerpo. Ese dolor se queja tanto que es preciso ir allí y desarmar esa síntoma para darle lugar a la expresión del kyo (vacío). Es preciso arremangarse, buscar un ritmo más activo, alternado, amasar, estirar, rotar, torsionar. 
A veces cambio de lenguaje y entro en el Masaje Tailandés sin proponérmelo. Me gusta comenzar por los pies, las piernas, torso, brazos e ir desarmando el cuerpo. Vamos danzando las distintas posiciones. Le doy plena confianza de que nada va a quedar sin tocar. El receptor suspira, suelta, respira hondo. Empieza a habitar el espacio de su ser. El jitsu se hace pequeño. La paz se renueva.

4/7/22

Estela de luz

¿No es maravilloso que la Argentina tenga una Estela? Una Estela de Carlotto que llama al presidente y le dice lo obvio, lo que le querríamos decir todos, que tiene que hablar con Cristina, que tienen que ponerse de acuerdo, que la vida de la gente está en juego, que dejen de hacerse los ofendidos. Una mujer que tiene que recordarle al presidente que para obtener respuestas muchas veces tenemos que tocar puertas desagradables. Estela a eso le llama la patria: “querido la patria está en juego, llamá quinientas veces pero hablá con ella y resuelvan esto”.
Lo que no es maravilloso -más bien es vergonzoso- es el cruce de chicanas en público y silencios en privado que hubo entre el presidente y la vice durante todo este tiempo.
Tampoco es maravilloso que un ministro como Guzmán no tuviera acceso al poder necesario para hacer lo que dijo que quería hacer. Y que se fuera harto de que lo ninguneen publicando una carta en su twitter en el medio del discurso de una Cristina enardecida.
Tampoco es maravilloso -aunque esto ya no sorprende- ver como la oposición aviva el fuego del odio y se expresa sin ninguna memoria de lo que hicieron cuando estaban en el poder. Como si ellos no tuvieran nada que ver con el quilombo que dejaron que luego se agravó con la pandemia.
En la política -como en la vida diaria- la clave está en poder hablar, comunicarnos y a partir de ahí construir.
En la vida diaria podemos practicar este acto entre todos. Los que todavía comemos tres platos de comida diarios y tenemos un techo sobre nuestras cabezas dejemos de chicanearnos. Dejemos de ofendernos.
Que tengas todos un buen lunes. Si pueden.

28/6/22

Sagitario a

En este invierno sólo puedo pensar en agujeros negros. No parecen ser tan malos después de todo. Cuando era muy pequeña la sola idea de que hubiera agujeros negros en el espacio me daba muchísimo miedo. Pero ahora resulta que hay uno enorme, super masivo en el centro de nuestra galaxia. Por suerte está inactivo, una condición necesaria para la vida en la tierra. No entiendo mucho, sólo sé que hay muchos tipos de agujeros negros en el centro de otras galaxias y que girar alrededor de este fue una suerte tremenda. 

21/6/22

La casa del agua

Hoy es el día más corto del año y, por ende, el día más oscuro. Es el extremo yin. El yin viejo. Sin embargo, todo está cambiando. En esta oscuridad fría se encuentra el puro potencial de la luz que comienza a despuntar. Ser blandos, ceder, fluir, descender hacia la profundidad: todas estas son características del elemento agua. El invierno es la estación de este elemento. El invierno es tiempo de muerte y de renacimiento. 

Todo tiende a ir hacia abajo. En nuestro cuerpo se siente en los tejidos más profundos: los huesos, la médula. En nuestro espíritu actúa como una fuerza que nos arrastra hacia el origen, el núcleo, el vasto océano. Es un tiempo de conectar con nuestra esencia, la semilla. Algunos le llaman energía ancestral. 

La emoción del agua es el miedo. Ante situaciones de peligro es natural que sintamos temor. Pero a veces sucede que este miedo surge por estar encerrados en nosotros mismos, por imaginar amenazas que no son reales, por estar en aislamiento siendo incapaces de vibrar con lo que propone el agua. La fuerza del agua nos lleva a la calma interior, nos sumerge en el mundo onírico del sueño donde los límites se disuelven, todo es posible, confuso, sin forma. 

Quien se sienta cómodo en este estado profundo podrá afrontar todas las tormentas con la tranquilidad del agua. Porque el agua no tiene palabras. Es lo indecible que no tiene forma. Dejarse caer en ese secreto, no resistir: esa es la clave.  


  

19/6/22

La libertad

"La libertad supone responsabilidad. Por eso la mayoría de los hombres le temen tanto."

George Bernard Shaw.

Cuando estaba por ingresar a la carrera de Letras mi papá me regaló un libro que compilaba reportajes a escritores del Paris Review. Yo tenía 18 años y ninguna clave realmente de por qué quería estudiar Letras. A simple vista era obvio: amaba los libros, podía leer libros enteros a una velocidad pasmosa, escribía mucho y era buena con las palabras. Pero si escarbabas más profundo no era claro por qué Letras y no otra cosa. Soy hija de una madre bióloga y un padre ingeniero electrónico. Ninguno de mis padres cuestionó mi elección aún cuando en la Argentina de 1995 estudiar esa carrera parecía más bien ser una fuga en sí misma. Pero la dedicatoria de mi papá habla por si misma. Es una dedicatoria que se ha repetido al infinito con todo lo que me propuse hacer en la vida.




16/6/22

¿Covichada o engripada?

El martes a la noche empecé con la incomodidad propia de unas líneas de fiebre. Hacía una semana que Nico estaba tosiendo y estornudando a mi lado de modo que imposible no contagiarse. Nico se había hecho un test casero y había dado negativo. Yo misma fui a comprarlo cuando aún desbordaba de salud enfundada en mi barbijo (ese que para CABA hoy ya no es obligatorio usar en espacios cerrados). Luego nos dijeron que las subvariantes de omicron dan falsos negativos en los test. De modo que ni idea. Esto puede ser gripe o puede ser covid.
Pero entonces yo, como un mantra, me digo a mi misma: lo importante es curarse. Me importa poco como se llama este bicho, lo único que quiero es que se vaya de mi organismo.
Para aquellos que subestiman el valor de usar barbijo en espacios cerrados sepan que los que estuvieron conmigo en contacto estrecho durante la semana pasada (cuando yo estaba incubando esta porquería) estuvieron protegidos.
Ya voy por el tercer día y la fiebre va cediendo. Yo no sé si es por la pandemia que ahora todos estamos muchísimo más atentos a los síntomas. Al principio creí que era covid porque "nunca tuve estos síntomas... estos temblores cuando me sube la fiebre, este dolor de ojos, este dolor de cabeza...". Bueno. Hoy que ya voy por el tercer día pienso que es una gripe fuerte, fiebre, dolor en el cuerpo, dolor en las articulaciones, ¡dolor de la espalda baja! Reconozco todos los síntomas de las veces que me engripé fuerte sin saber si el virus era H1N1 o vaya uno a saber qué.
Lo único que me importa ahora es curarme. Mientras tanto navego las aguas de esta enfermedad, el temblor de mi espalda cuando sube la fiebre, el sudor del cuerpo cuando baja, el sabor metálico en la boca, la larga noche. La verdad es que yo no hago nada, dejo que sea. Mientras eso sucede trato de no poner obstáculos.

14/6/22

Se va la segunda

La felina blanca, que nos acompaña desde hace cinco años y a la cual veneramos como ella sola se lo merece, me arañó hace unos meses un lunar que tengo en el torso. Desde entonces el lunar quedó bicolor y, por supuesto, cuando me fui a hacer la revisión de lunares la dermatóloga dijo: este va a haber que controlarlo. Como ya tengo historia con este temita de los lunares que cambian de color decidí que la gata capaz tiene razón y hay que sacarlo del todo. El cirujano plástico estuvo de acuerdo. Así que ahí va la segunda. Gracias Lua por ser una gata blanca, sanadora y no se cuánto pero porfa dejá de lacerarme lunares que estaban en perfecto estado, eh.

12/6/22

Sueño bifásico

Hace un par de semanas que llegamos al final del día con un cansancio extremo. Supongo que el trabajo, el frío de junio, la oscuridad propia de estos días invernales, sumado a la obra en casa nos dejó literalmente de cama.
Además hace ya bastante tiempo que nos acostumbramos a cenar más temprano de lo que las costumbres argentinas dictan (algo que recomiendo implementar, a nosotros nos cambió la calidad del sueño).
Empezó a suceder que a las nueve caíamos rendidos pero al cabo de cinco o seis horas de un sueño increíblemente reparador nos despertábamos con energía.
En lo personal decidí no luchar con eso y empecé a levantarme. Me iba a la cocina, acomodaba lo que había quedado sucio, dejaba todo impecable para el desayuno, me quedaba leyendo un rato, la gata también se levantaba, pedía su ración, salía un rato a mirar la luna fría en el jardín y luego, al cabo de un par de horas, a la cama otra vez.
A las siete ya estábamos arriba de nuevo como si nada hubiera pasado.
Me acordé de un artículo que leí sobre la Edad Media donde explicaban el sueño bifásico, es decir, esa costumbre que tenían los europeos de dormir en dos tandas. Es una costumbre que aparece descrita en los cuentos de Canterbury de Chaucer pero también se lo nombra en cartas y otros documentos de la época.
El descanso de dividía en dos partes y tenía bastante sentido: al no tener electricidad el reloj interno era diferente se iban a dormir temprano y se despertaban pasada la media noche. Aprovechaban a hacer algunas tareas como, por ejemplo, echar leña al fuego, le daban de comer a los animales e incluso socializaban entre ellos ya que durante las horas del día se les hacía más difícil. También era un buen momento para concebir porque en realidad era más fácil tener intimidad con la pareja en esas horas. Y no faltaba quien se pusiera a rezar o meditar (había plegarias específicas para estas horas).
La cosa es que durante estas dos semanas tuvimos el sueño bifásico. Dormimos en dos tandas. Y la verdad es que fue interesante. Esto de que hay que dormir ocho horas seguidas podría ser realmente una cuestión cultural. Lo digo para que nadie se sienta mal si se despierta a las tres de la mañana y quiere ponerse a leer un libro, escribir algo, mirar una película, estudiar. Incluso resolver algún problema que lo estuvo acosando durante el día. Un par de horitas y luego a la cama otra vez. Hasta que suene el despertador.
No sé... lo comparto acá para quien le sirva.

3/6/22

Tener un techo III

Ya es una rutina. Mariano viene con sus petates y arranca a laburar pero antes me convida de un té espectacular que se trae para empezar la mañana fría. Limón, cúrcuma, pimienta y miel. Charlamos un rato y luego arranca. Hoy me trajo raíz de cúrcuma fresca que consigue en una verdulería cerca de su casa.

Lo veo encaramado en el techo dándole a las tejas. Me explicó lo que son los cabios que sostienen el techo (que no es escabio, me dice y se ríe). Para mi eran cosos de madera pero ahora sé que se llaman cabios y que no son vigas porque éstas son más gruesas. Y aprendí otra palabra hermosa: cenefa. Bueno, parece que a la cenefa hay que darle una mano de barniz.

30/5/22

Tener un techo II

Amanece con 1º grado de sensación térmica. Hoy viene Mariano, el techista, a desarmar el techo de casa. Mariano era el techista de Lina. Yo siento que mi vecina, de alguna manera, me sigue cuidando.
Hace muchos años cayó un granizo muy fuerte por este barrio que destruyó buena parte de los techos de tejas. Desde esa época las tejas son difíciles de conseguir y por alguna razón, acá siempre están más caras que en otros barrios. El arreglo que me hicieron en ese momento parece que fue un desastre. Cortaron las tejas mal. Yo en mi ignorancia jamás supe la aberración que me habían hecho.
Mariano se agarra la cabeza y me dice que no entiende cómo se les ocurrió cortar las tejas de ese modo. Que es más fácil hacer las cosas bien que hacerlas mal. Me explica algo de cómo van encastradas. Macho, hembra, yo no entiendo nada. Pero el pibe parece saber y lo cierto es que los techos de Lina están impecables.
Hace un frío tremendo. Mariano trae dos escaleras, un bolso, algunas herramientas y una radio enorme portátil. El tipo mientras se encarama a mi techo escucha una radio donde pasan Rock Nacional. De una, ya lo quiero. Me cae bien. Mi gata lo odia. Odia la radio, las escaleras, todo ese aparataje que el tipo trae. Se esconde en el baño y no quiere salir.
Van a ser unos días intensos de tejas, ruidos, arreglar algo de la zinguería, pintura. Pero vamos a tener un techo que nos cobije de la lluvia y del frío. No es poca cosa. Diría que en estos tiempos es muchísimo.

13/5/22

Tener un techo I

La odisea de conseguir las tejas para arreglar el techo de mi casa tiene un nombre y se llama capitalismo.
Resulta que una empresa muy grande y poderosa compró a la empresa que fabricaba las tejas del techo de mi casa para luego discontinuar los modelos que fabricaba dicha empresa y fabricar nuevos. Por ende, no se fabrican más las tejas que necesito para arreglar mi techo. Aclaro que no poseo un techo del siglo pasado. Tengo el mismo techo que todas las casas de mi cuadra, es decir, no es un techo raro con tejas raras.
De modo que hay todo un negocio paralelo que venden tejas usadas. Es decir, desarman techos, ponen chapa u otras tejas y esas mismas tejas usadas las venden a un precio carísimo porque hay pocas y no se consiguen.
Hay gente que tiene verdaderos tesoros en su techo.

12/5/22

Lina

Se murió Lina, nuestra vecina más viejita. La queríamos mucho en la cuadra. Siempre se preocupaba por todos, nos llamaba por el nombre, nos conocía, te invitaba a un cafecito. La pobre cada tanto me tocaba el timbre para recordarme que mi ampelopsis le estaba levantando las benditas tejas de su techo. Tenía su casita impecable, siempre pintada, el jardín siempre hermoso.
No le gustaban los gatos que merodeaban por los techos pero supo querer a Lua y más de una vez me abrió la puerta de su casa en medio de la noche para que fuera a buscar a la gata que se había escapado a su jardín. Después me ofrecía un cafecito.
En esas charlas que teníamos me contaba cosas de cómo había sido el barrio. Me decía que en el terreno donde está mi casa, por ejemplo, el dueño anterior solía tener un palomar.
Era muy independiente, se movía de acá para allá con sus 85 años (en realidad creo que eran más). En el último tiempo tenía muchos dolores pero no bajaba la guardia. Siempre activa.
Se murió un miércoles de madrugada, en su casa. La encontró el jardinero al día siguiente.
Lloré cuando me enteré de su muerte como se llora una abuelita.
Gracias Lina por cuidarnos a todos.

28/4/22

Lolo y el shiatsu

Lolo (7) luego de descubrir lo que es una sesión de shiatsu:
-Si le hacés este masaje al abuelo, vive para siempre, ¿no?

18/4/22

Un pequeño gesto recupera el enlace

Un pequeño gesto recupera el enlace. Pasar al acto, dar el primer paso y que algo se abra. Como en las sesiones de shiatsu pero en la vida (si el otro quiere, claro).
En ese acto -que puede ser un simple abrazo- se abre una posibilidad. Por eso es importante quedarse. No irse rápido. Esperar. En ese esperar puede pasar que el pétalo caiga por la fuerza de la gravedad.
Hay belleza en ese acto. Entonces ahí radica su importancia. No en el efecto. Por eso: no tiempo. La posibilidad abre el tiempo. Lo demás es probable que ya no importe.

14/4/22

Palermo Soho

Ayer por esas cosas de la agenda terminé caminando por las callecitas de Palermo Soho. Hace treinta años la calle Jorge Luis Borges se llamaba Serrano y yo solía ensayar en una casa ubicada en esa calle todos los miércoles a la noche.
El barrio actualmente es otro planeta. A medida que me alejaba de Santa Fé, me inundó una mezcla de aromas a perfume importado, ropa blanca, colores de alta gama y mucho ocio. Era tan fuerte ese olor que terminé embriagándome de esas luces, los cuerpos apolíneos, las caras perfectamente delineadas. Cuerpos bien alimentados, bien nutridos, sudando el fitness y la abundancia de cada día.
Estaba hambrienta así que me senté en un barcito que tenía mesitas afuera. La carta de tés era una explosión de sabores acompañado de tortas varias.
En un segundo se apeó un transeúnte a mi mesa. Era un muchacho joven, pálido, alto, delgado y bien vestido. Se me puso delante de la mesa y desplegó un cartel que decía: "Quiero abrir un bar de birras en Buenos Aires".
Me quedé perpleja sin saber muy bien qué decir.
-¡Suerte!- le dije.
-Te puedo pasar un cbu, con lo que puedas ayudar va a estar bien -me contestó sin que se le mueva un pelo.
Pensé: hasta la forma de pedir es distinta en estas calles. ¡Un CBU!
No tuvo mucho éxito. Nadie le pidió el cbu ni le dieron efectivo. Se marchó tranquilo sin pestañear.
A los cinco minutos apareció otro muchacho, petiso, de piel morena, un cuerpo redondeado a base de harinas blancas y azúcar, el combustible de los que menos tienen.
En menos de diez segundos aparecieron tres policías de la ciudad: dos hombres y una mujer. Rodearon al muchacho como si fuera un delincuente.
-No se puede vender acá, negro.
Le requisaron todo.
-¿Tenés algo que te comprometa?
Le pidieron que se levante la remera para ver si "iba calzado".
-La próxima vez que te vea por acá te vas en bolas. No te quiero ver más por acá.
En un segundo se me fue la embriaguez. Me embargó el miedo. El té y la torta me dieron náuseas. Solo me quería ir. Quería huir de esas calles de plástico. Yo sé que hay gente que frente a estas cosas se indigna, protesta, defiende... o... aplaude.
Yo tuve miedo y vergüenza de estar sentada en esa mesa. El contraste fue apabullante.

12/4/22

Control y privilegios del día

No me gusta saltearme el desayuno. Pero hoy me tenía que despertar muy temprano y ayunar.
Me vestí de persona y salí con el frío de la mañana pegándome en la cara. Caminé las cuadras que me separan del colectivo junto a otras personas. Los adolescentes yendo al colegio, los adultos yendo a trabajar. Todos muy ordenaditos: el colectivo con su ruta programada, nosotros con nuestras tarjetas SUBE, zapatos en los pies, abrigos que nos protegen, carteras, mochilas, celulares y una agenda que cumplir durante el día. Durante el viaje traté de leer un libro pero me era imposible concentrarme.
Llegué a mi lugar de destino. Empecé a caminar por la avenida y me encontré con varios pies descalzos, un señor fumando, sentado junto a una bolsa de consorcio, otro hombre caminaba con unas zapatillas hechas jirones y balbuceaba algo con la mirada perdida. Personas con el estómago vacío, con un ayuno impuesto por la carencia, sin agenda del día, sólo las horas para deambular por esas calles fantasmagóricas de una ciudad que se olvidó de amar.
Llegué al Hospital Alemán y la luz de afuera había cambiado. Pero la luz de los hospitales siempre es la misma. Blanca, fría, precisa y dogmática. Me tocaba ir al subsuelo. Había bastante cola pero iba rápido. Un hombre estaba muy enojado porque no iba lo suficientemente rápido, protestaba, era como si una radio saliera de su boca.
Me hice el estudio. Quince minutos de inspección de mis partes blandas. Un poco de gel y un hombre joven de bata blanca inspeccionaba mis órganos internos. Respirá, retené el aire, no respires. Respirá... Detrás del barbijo y los lentes sentía mi energía marchitarse. Quince minutos de respirar raro para que ese hombre de la bata blanca simplemente corrobore lo que ya sabíamos: está todo bien.
Salí, me quité el barbijo, me sacudí la bruma blanca del Hospital. Un café con leche y sentarse a leer a Patti Smith son mis privilegios de este día.
No me vengan a buscar.

11/4/22

Comunidad

Amo la lluvia pero más cuando estoy guarecida arriba de un bondi. No sé explicarlo bien. Siento una sensación de comunidad, todos en la misma. Afuera el cielo se cae. Adentro estamos todos sequitos y en movimiento. Magia.

7/4/22

Chejfec

Se murió Sergio, pienso. Se murió S.
No sé quien fue realmente Sergio Chejfec. Yo no lo conocí en persona. Sé, por ejemplo, que vivió muchos años en Venezuela. Que luego se estableció en Nueva York y que venía a la Argentina y daba clases en la Untref. Era alguien de carne y hueso. Un escritor.
Pero para mi Chejfec fue un nombre que escuché entre tantos nombres de escritores en la carrera de Letras, ya casi al final, en un seminario de licenciatura donde analizábamos los procedimientos técnicos de la novela. Y yo vine a elegir "Los Planetas" de Chejfec que básicamente lo que hacía era dinamitar los procedimientos técnicos de la novela tradicional.
No me voy a olvidar de un verano tortuoso en Buenos Aires leyendo y releyendo esa novela, subrayando, escribiendo, pensando.
Fui a buscar el texto que escribí hace ya casi veinte años y encontré esta cita que me parece fenomenal, tan actual, tan lúcida: "Cuando la naturaleza es tan oscura que resulta imposible alcanzar la verdad, es mejor crear una organización eficiente, aunque ilusoria, que nos permita representarla como si fuera real".
Eso fue para mi la literatura durante muchísimos años. Una organización eficiente que me permitía representar lo real. Porque al final de cuentas, todas las historias personales se entrelazan con "los pájaros oscuros de la Historia".
Gracias Sergio, gracias Chejfec.
Qué pena que te hayas muerto tan joven.
Voy a buscar tus otros libros.

31/3/22

Otoño

Orden, claridad, precisión.
El elemento metal propone ese límite sutil y delicado que permite el intercambio adecuado entre el adentro y el afuera. Sus órganos son la piel, los pulmones y el intestino grueso. Es un tiempo donde la energía de la naturaleza se concentra y así como los árboles dejan caer sus hojas, nosotros soltamos lo accesorio para conectar con lo esencial.
Su color blanco llama a la pureza, a la pulcritud. El elemento metal nos pide estructura, disfruta de la rutina y de ciertos rituales. Su sentido es el olfato, ese sentido tan primario y a la vez necesario para "olfatear" nuestro alrededor.
Tengan todos un buen otoño. 



28/3/22

Potencial


Comienza la semana y percibo mi pequeño orden interno. Caliento agua para el mate, abro la ventana, el gato salta y ronronea pidiendo su primera comida del día.
A esta hora donde la luz aún es tenue y los primeros movimientos de la calle se despliegan tímidos, siento que todo es posible.
Amo ese momento que es puro potencial.

24/3/22

Todos los 24 de marzo

Todos los 24 de marzo, lloro. No sé cuando va a ocurrir ni en qué momento pero siempre, en algún momento del día, las lágrimas vienen a mi, silenciosas y furtivas bajan por mis mejillas hasta llenarme de sal la comisura de los labios. Puede ser alguna imagen, una canción, la vibración de la plaza, lo que escribió alguien, alguna foto... siempre hay algo que toca una fibra muy interna de mi ser y las lágrimas afluyen.
Tengo un recuerdo muy nítido de la primera vez que aprendí la palabra "democracia". Debía tener seis años, era 1983. Mis papás me llevaron a una marcha y la gente cantaba: "se va acabar, se va a acabar, la dictadura militar". Le pregunté a mi papá qué era eso. No recuerdo muy bien qué me explicó. Pero sí recuerdo lo que vino después. "Pa, si se acaba la dictadura ¿qué viene ahora?", le pregunté. "La democracia", me dijo mi papá en el medio del coro. "Y qué es la democracia?" (me costó pronunciar la palabra) "Es el gobierno del pueblo".
Y bueno, hoy lloré. Lloré porque las botas cambiaron su disfraz y nos siguen socavando cimientos.
Lloré de agradecimiento también porque pasaron 46 años desde ese fatídico marzo y hoy, en este marzo, había pueblo bailando en las calles, rememorando, caminando y fluyendo con la vida.

Obra: El nido. Año 1983. Técnica: dibujo en grafito.
Por Julián Usandizaga




23/3/22

Elemento Tierra

El fin del verano ya está entre nosotros. Si bien para el calendario oficial el otoño comienza el 21 de marzo, para la visión oriental existe un período especial que son estos últimos días del verano. Son días donde la luz comienza a ceder y se torna más suave, más dulce. El sol aún calienta aunque la amplitud térmica del día varía bastante. También es tiempo de lluvias dando lugar a que predomine la humedad. El fin del verano anuncia que la energía vuelve a su cauce. Luego del tiempo del fuego donde la expresión adquiere su mayor afirmación, la energía de la Tierra nos recuerda la necesidad de volver al centro.
Necesitamos volver al centro para poder darle lugar a la concentración del otoño por venir.
Este tiempo tiene fuerte impacto en nuestros meridianos de Tierra (Estómago y Bazo-Páncreas). Si estamos en equilibrio percibiremos estos días en armonía, poniendo en orden nuestros asuntos, organizando el calendario, estando presentes en nuestras tareas diarias de cuidado por nosotros mismos y los demás. Si el balance no es muy bueno probablemente nos sintamos pesados, nos preocupemos en demasía por todo, nos pongamos quejosos y sintamos algunas molestias digestivas.
Hay muchos modos de nutrir nuestro elemento tierra. De todas ellas, la más hermosa es tomar una sesión de zen shiatsu con un terapeuta experimentado.



15/3/22

Impermanencia

Yo creía que una parte mía era inmutable. Lo sigo creyendo solo que estaba bastante equivocada sobre esta parte mía. Con esto quiero intentar decir que a esa parte inmutable accedo bastante poco, rara vez diría. Y que lo demás que creo que conozco y soy yo es lo que puede cambiar con los años, las vivencias, el amor. No soy la misma persona que hace veinte años. Pero una parte mía que también es tuya y de él, ella, tantos otros... es un misterio.

13/3/22

Bu bu bu que bus

Estoy viendo el amanecer desde arriba del buquebus. Emoción. Creí que este día nunca iba a llegar. Bueno. Si me pasa esto con el amanecer desde un vidrio sucio no respondo de mi cuando vea el atardecer en La Balconada.

5/3/22

Zen Shiatsu -Formación de Terapeutas-

🌿Formación de Terapeutas 🌿
El zen shiatsu es una terapia corporal japonesa creada por el maestro Shizuto Masunaga que integra conocimientos de la Medicina Tradicional China con estudios de la psicología occidental. Busca armonizar el fluir de la energía a partir de presiones lentas y profundas sobre canales energéticos o “meridianos” siendo muy eficaz a la hora de restablecer el equilibrio y promover la salud en el ser humano.
La formación que proponemos consta de 6 módulos independientes que se pueden cursar a lo largo de dos años.
👉Los primeros tres módulos apuntan a desarrollar la calidad del contacto, la percepción, el fluir de la energía, el uso de técnicas y el abordaje del cuerpo en distintas posiciones. También se adquieren las primeras herramientas de diagnóstico y un estudio práctico y vivencial de los meridianos clásicos y la teoría de los 5 elementos. Al final de este primer año los alumnos están en condiciones de brindar sesiones de calidad.
👉El segundo año tiene un perfil más profesional. Los tres módulos siguientes ahondan en las herramientas del diagnóstico oriental y abordan el estudio de los meridianos “extendidos” postulados por Shizuto Masunaga donde los meridianos clásicos se extienden a otras áreas del cuerpo brindando al terapeuta una dimensión más sutil del fluir la energía. Al cabo de este segundo año los alumnos están en condiciones de brindar sesiones terapéuticas creativas y adecuadas a las necesidades de cada receptor.
Profesora a cargo: Florencia Rossi. Terapeuta y Profesora de Zen Shiatsu. Profesora de yoga formada en la Tradición Krishnamacharya.



23/2/22

Muy lunar

Pienso en lo que fue este verano, pienso en un enero de fuego donde sólo se hablaba de Covid-19, Omicron, los casos subían exponencialmente y se cancelaban turnos médicos de control. Pienso en que yo era uno de esos "casos de control" que querían patear para marzo porque "el covid y los protocolos y las vacaciones". Pienso en que mi "caso de control" era un melanoma, ¡no podía esperar! Pienso en que por suerte fue un melanoma superficial, es decir, por suerte, no se había ramificado. Pienso en la secretaria del Fleming diciéndome por teléfono que ella no podía darme un sobreturno porque el Covid bla bla bla, que esperara a marzo o sino que llevara una biopsia. Pienso en que no encontraba cirujanos que me hicieran la biopsia. Pienso en el cirujano del Hospital Alemán que escuchó mi conversación con la secretaria y se apiadó de mi historia, me hizo pasar directamente y me dio un turno para sacarme el "lunar". 
Ayer finalmente pusimos un punto final a esta historia que comenzó el 6 de enero. El 11 de marzo me sacan los puntos. Abandono mis cuatro paredes que me han cobijado estos dos años de pandemia y me meto al mundo real. Si me enfermo de Covid ya me importa muy poco. Me salvé de un melanoma. Protocolos, cuidados, sobrecarga en el sistema, todo colapsado. Agradezco profundamente que hayan aparecido las personas que tenían que aparecer para que esto se resuelva en tiempo y forma.
Aprendí mucho este verano. Por ejemplo que hay cuidados extremos que te pueden matar. También que hay buena voluntad de muchas personas que se saltan el sistema. Y aprendí que yo también me tengo que callar a veces. La compasión no es sólo una palabra. Hay que practicarla. Y mucho.

20/2/22

Hay que sentarse lo menos posible: no creer en ningún pensamiento que no haya surgido al aire libre y estando nosotros en movimiento, en ningún pensamiento en cuya génesis no intervengan alegremente también los músculos. Todos los prejuicios proceden de los intestinos. Ya dije en una ocasión que la vida sedentaria constituye el auténtico pecado contra el espíritu. 

Friedrich Nietzsche

2/2/22

Literal

Hace un tiempo venimos pensando en cambiar de casa. Hans odia las escaleras de nuestro dúplex y entonces me manda fotos de casas de una sola planta que por supuesto suelen ser todas viejas. 

Hans -¿Y? ¿Es nuestra nueva casa?

Flor -¡No!

Hans -jajajajajajaa

Flor -Está toda recubierta de machimbre...

Hans -Lo sé, pero ¿viste el jardín? Y todos los ambientes con luz natural.

Flor -Habría sacar todo ese machimbre. Y habría que sacar las alfombras de los cuartos... y... los caños deben ser de hace cincuenta años... a ver, es una casa para refaccionar.

Hans -Lo sé.

Flor- Si aprendemos cómo hacerlo, no hay problema. Vivamos la experiencia en la casa que ya tenemos y después me decís.

Hans -jajajajajaja

Flor -vos acordate que vivimos tres años con un velador de mi abuela en el baño porque no sabíamos cambiar el artefacto de luz.

Hans -Dale. Tenemos que poner antes una alfombra para saber sacarla.

27/1/22

Lost

-Hace mil años leí un libro sobre alguien que viaja al futuro y se encuentra con una comunidad de hombres muy rubios, incultos y cero empáticos entre ellos. Me acuerdo también que este hombre del pasado encontraba un museo o una biblioteca donde adentro había libros en estado calamitoso, imposibles de leer. Todo el conocimiento perdido.
-¿Qué libro era?
-No me acuerdo.

26/1/22

Daño en el tono vital

El daño en el tono vital es la violencia que se ejerce sobre la disposición humana a dejarse afectar y a estar sensible. Es una violencia imperceptible que la mayoría de las veces la persona no sabe que la está padeciendo.

Susana Kalniker Kesselman

25/1/22

Tercera dosis

Caminamos por la ancha explanada de Tecnópolis. Ni un atisbo de sombra. 
Claro, toda esta parte fue planificada para el estacionamiento de miles de autos. Cuento unos treinta autos junto con el nuestro.
Ya en la primera cola, bajo el sol picante de enero, vemos que han plantado cinco árboles que aún son demasiado jóvenes para dar sombra.
-Mirá, ¡plantaron árboles! Al fin se dieron cuenta de la locura de tener todo este predio y llenarlo de cemento.
Él suspira. Me mira y me dice:
-Capaz para la quinta dosis ya nos dan sombra, amor.
Me río pero no sé de qué me río.
En la mesa de entradas me preguntan si tuve síntomas de Covid en las pasadas 48 hs. O un contacto estrecho positivo.
Cómo bajaron los parámetros, pienso. Antes te preguntaban si habías tenido síntomas en los últimos 15 días. Pero en ese caso estoy segura de que todas las respuestas serían afirmativas y no podrían vacunar a nadie.
Cuando me pinchan ni lo siento ya. La vacunadora la tiene re clara. Es joven pero ya tiene ese rasgo determinante de haber vivido, tiene un pelo negro envidiable, hermoso. Estoy segura de que con ese cuerpo es de las que bailan.
Le doy mi brazo derecho porque en el izquierdo tengo el lunar que me van a sacar el viernes. Y le quiero dar un respiro al pobre brazo. Que se la banque la derecha un poco.
Nos retiramos sin esperar los 15 minutos de rigor. Hay más filas de gente. Todas las edades. Niños, adultos mayores, adolescentes y de mediana edad.
Tercera dosis con Pfizer adentro.
Enero 2022.

17/1/22

Traten

Todo es un colapso realmente. Traten de no enfermarse de covid. Traten de no enfermarse. Traten de no necesitar ningún médico. Traten de no tener que removerse un lunar de manera casi urgente.

11/1/22

Semejanza con la realidad...

La gata atrapó un grillo topo. El pobre no entiende qué le ha sucedido. Cómo es que de pronto estaba cavando con sus "desarrolladas patas anteriores" una galería subterránea para seguir masticando las raíces tiernas del pasto y ahora está expuesto, a la luz del sol, en una laja caliente, bajo las garras de un felino. 

5/1/22

La vida

La conversación es algo que no se pierde con las personas que quisimos mucho. Siempre hay un hilo por el cual se puede retomar. De eso también se trata la vida.