27/11/20

Diego y el protocolo

Diego y el protocolo es un oxímoron.
¿Saben lo que es un oxímoron? Es una figura retórica. Consiste en juntar una palabra con otra de significado contradictorio u opuesto. Se usa mucho en poesía. Por ejemplo: digo "fuego frío" y estoy diciendo un oxímoron porque el fuego nunca es frío. Digo: "Diego protocolo" y ni siquiera es poesía. La patada del Diez manda el "protocolo" al arco. Goooooool.
Eso es lo que pasó un poco ayer.
Lo inexplicable de la masa desbordada no va con el protocolo. Eso lo sabemos todos. Su muerte, como su vida, iba a ser fuera del protocolo. No digo que esté bien ni mal. Simplemente así son las cosas.
La única forma era reprimir. Algo que, se sabe, este gobierno, no quería que sucediera.

19/11/20

Lo mejor de la pandemia

¿Vieron que ayer se cayó el cielo en una lluvia desenfrenada? Es porque yo estaba arriba de un auto, poniendo primera, segunda, doblando por las esquinas de olivos con un instructor de lo más buena onda que me decía: vas bien, vas re bien.

15/11/20

Arenas movedizas

Charla presencial con Lolo (6) el día del cumpleaños de mi papá (71) en el jardín de su casa. (No nos veíamos desde marzo).

-¿Flor, te puedo contar un secreto?
-Sí, claro.
-Pero no se lo podés decir a nadie. Ni siquiera a Nico.
-¿A Nico tampoco?
-Bueno a él sí, pero sólo a él.
-Bueno.
-¿Vos sabías que hay distintos tipos de arena?
-No, ¿cómo sería eso?
-Hay arenas secas, arenas mojadas... y hay arenas movedizas.
-Uy, sí, qué miedo me dan.
-¿Sabés lo que son? Son unas arenas que te chupan los pies.
-¿Los pies nada más?
-No, bueno, te pueden tragar entero.
-Uy, qué miedo.
-Sí, pero yo te voy a contar el secreto de cómo te podés salvar.
-A ver.
-Con mi amiga Elu nos pusimos a investigar y descubrimos un video que te explica qué tenés que hacer para salvarte.
-Ah, qué bien.
-Entonces lo que tenés que hacer es mover el pie así.
-¿Así?
-No, no, lo estás haciendo mal, te estás moviendo toda y así te hundís más. Sólo tenés que mover el pie.
-Ah... ¿así?
-Sí, mejor.
-Bueno, voy a tener que practicar.
-Sí, y otra cosa muy importante que tenés que saber es que si te hundís en la arena movediza tenés que sacarte todo lo que te pesa y arrojarlo muy lejos.
-Claro, para pesar menos.
-Sí y tenés que sacar rápido los brazos, para arriba. Y mover el pie.
-Entonces me saco lo que me pesa, subo lo brazos hacia arriba y muevo el pie como vos me enseñaste.
-Sí... y así no te vas a hundir.
-Gracias Lolo, me ayudaste mucho hoy. Te quiero mucho.
-Yo también te quiero, Flor.

12/11/20

A ras del suelo se ven las flores más pequeñas

"Medida del suelo. Tranco, salto, levitación, anhelada ingravidez sobre el suelo. La danza." 

Alejo Carpentier, La consagración de la primavera

Vivir a ras del suelo. 

Cuando comencé a practicar zen shiatsu esta frase se me hizo carne en el cuerpo. Vivir conectados con el suelo proporciona un hara inteligente, fuertemente anclado a la tierra. Conectar las palmas de las manos con la tierra, que la tierra sea nuestro sostén, que haya un otro en la tierra y, por ende, sea nuestro sostén. Y en esta unión sentir el Qi por todo el cuerpo, como un ramalazo brillante.

Ah.

Me faltó el suelo en estos meses. 

Tuve que andar a tientas, 

con mis manos vigilantes deshojando ausencias. 

Es que a ras del suelo se ven las flores más pequeñas,

las más insignificantes, las más austeras

las que sin saberlo,

con su mera presencia,

brindan el néctar de la existencia. 

9/11/20

vértigo

 De la aspo a la dispo. ¿Ustedes también tienen vértigo?

4/11/20

Ególatras

 Qué miedo que me da la gente que dice: "yo creo en mi sistema inmunológico".

Sueño de pandemia

Nuevos subrayados para un libro trece años después.
Estoy releyendo Crónicas del pájaro que da cuerda el mundo. La historia no me atrapa tanto pero sí reconozco que me resuenan algunos párrafos que en otro tiempo me hubieran resultado insignificantes.
Por ejemplo, Kumiko desaparece y Tooru Okada, o mejor dicho, el señor-pájaro-que-da-cuerda, como le llama tiernamente May Kasahara, entra en un sueño turbio. Mejor dicho, la realidad del señor Okada es tan irreal, los hechos que le han sucedido en los últimos días son tan increíbles que le entran unas ganas muy intensas de dormir: "No era un sueño corriente. Era intensísimo, casi violento. Me arrancaba la conciencia como si alguien le arrancara la ropa a un ser indefenso".
Tengo exactamente este tipo de sueño últimamente. No puedo evitar irme a dormir. Y en ese lapso, ocurren sueños en mi conciencia que en la vigilia me están vedados.
Por ejemplo, sueño que en el fondo de casa se enciende un objeto. Primero saltan unas chispas tímidas hasta formar una hoguera. Yo desenrollo la manguera y, con gran parsimonia, esparzo el agua sobre el fuego en forma de lluvia. El fuego enmudece. Luego con una escoba voy barriendo pedacitos de barro húmedo que han quedado debajo del futón de shiatsu.