18/1/23

Empírico

 Mi amiga Ana empezó a tomar clases de yoga en Martínez. Ayer luego de la clase la invité  a caminar hacia La Lucila por un camino muy hermoso que hay al costadito del tren. Entre árboles y plantas hablamos un poco de lo que va descubriendo en las clases y de otras clases que ha tomado con otros profes. Me cuenta que a ella por ahora le va mejor con lo dinámico que con lo estático y que el concepto de vinyasa la ayuda a encontrarse mejor en las asanas. No me lo dice con estas palabras pero la idea es esa. Descubrir que no es lo mismo entrar y salir de un asana de cualquier manera sino que los movimientos junto con la respiración tienen un objetivo, un propósito para crear la mejor geometría posible para el cuerpo de cada uno. 

Me da mucha alegría cuando el relato de los que practican se condice con lo que Patanjali nos cuenta en sus Yoga Sutras.   

17/1/23

ejercitarnos

Dice Roque Farrán con una claridad envidiable: 

Para orientarnos en lo real propongo ejercitarnos en relación a cuatro tópicos:

1. Con respecto a la naturaleza: todos los seres somos parte de una misma sustancia infinita que se transforma incesantemente, no ocupamos ningún lugar privilegiado en relación al conjunto; nuestras partes se disolverán y entrarán en composición con otros seres, oportunamente, así como nosotros provenimos también de otros.
2. Con respecto a la muerte: como todos los seres cumplimos un proceso vital de composición y descomposición natural, no hay que apegarse demasiado ni sufrir por el tiempo que nos toca en suerte, sino aprovechar cada momento y disfrutar lo más que podamos; vivir cada conjunción y disyunción como una pequeña muerte.
3. Con respecto al presente: es el único tiempo que poseemos, el instante evanescente, el pasado y el futuro son inciertos; del primero solo importan las tradiciones, legados y saberes que usaremos a nuestro modo; del segundo solo la certeza de que no somos inmortales y un uso materialista de la imaginación acotada en función de estos tópicos.
4. Con respecto a nosotros mismos y los otros: lo único que importa es alcanzar la imperturbabilidad del alma, el ejercicio templado de las virtudes, así como actuar con justicia y benevolencia; no importan en absoluto las opiniones, valoraciones sociales y suposiciones respecto a los otros.

13/1/23

En busca de la construcción de un sentido (o varios)

El año pasado nos comunicaron desde la dirección de la universidad privada donde trabajo que la materia que damos desde el 2006 no va a existir más en el nuevo plan de estudios. Nos reasignaron una materia nueva cuyo nombre es tan amplio que puede abarcar prácticamente lo que uno quiera dar. Todo depende del enfoque o del punto de vista. 
Empezamos a buscar bibliografía. Nos dieron un plan de estudios con la posibilidad de ir cambiándolo de acuerdo a nuestros intereses. Como la materia es optativa nadie nos pone un límite muy preciso. A mí se me ocurrió que quiero dar Foucault, que quiero aprender más sobre biopolítica y leer autores como Paul Preciado. 
Este enero viene así. Con la nariz en mi biblioteca y en las bibliotecas de amigues (esto es lo más divertido). Con un pie adentro y afuera de la academia, tirando apuntes viejos de la facultad que guardé pensando que me iban a servir de algo y veinte años después veo que mis intereses han cambiado. Con la interdisciplinariedad al palo. 


6/1/23

Mi regalo de Reyes

 Hoy, hace exactamente un año, un dermatólogo me dijo que me tenía que sacar un lunar de manera urgente. Resultó ser un melanoma in situ. Tuviste mucha suerte, me dijo el cirujano cuando pasó todo. Fue mi regalo de reyes. Que fuera in situ, que no se hubiera expandido, que se hubiera quedado en un lugar. 

Todo el 2022 fue un año de de controlar mis nevos (que son muchos). A los largo de todo el año pasado me terminé sacando de manera preventiva 5 nevos más y todos resultaron benignos. Me compré un buen protector pantalla 50 para la cara y otro para el cuerpo. Aprendí de cremas y horarios para exponerse al sol. Ahora soy de esas personas que tienen una rutina de piel. 

Amo el sol y lo voy a seguir amando siempre. Me pone feliz sentir el sol en la piel. Pero hay ciertos límites. El sol a determinadas horas del día lastima mucho. Entonces lo amo pero desde lejos. Como esos amores platónicos que no se dan en el plano físico. El fuego es maravilloso pero uno no va y pone las manos en el fuego, ¿no? Entendí que durante mucho tiempo expuse mi piel al fuego. El cáncer de piel en algún punto es cultural. Creemos que una piel bronceada es una piel saludable. Pero no. Una piel bronceada es una piel que se defiende. Nada más. Lo demás es moda. 

Entonces pienso que ya no quiero defenderme. No quiero vivir defendiéndome todo el tiempo. Adiós al bronceado. Bienvenidos los nevos que me lo recuerdan día a día. El descubrimiento de la piel fue un regalo. Mi regalo de Reyes.


3/1/23

Sancle

Entre Navidad y Año Nuevo nos fuimos unos días al mar. En realidad nos fuimos acá nomás, a Sancle, una mezcla de mar y río marrón. Fue un poco improvisado como todo lo que vamos haciendo. Con N estamos aprendiendo a que algunas cosas está bueno organizarlas con tiempo y otras... bueno, salen de sopetón. Por lo general nos salen bien así que no hay mucho drama con eso. Conseguimos una habitación de hotel frente al mar de Sancle. Ya les dije, mar marrón, sal con agua de río, playa inmensa con arena gruesa, cascotes, almejas y horizonte de punta a punta. En Sancle vos caminás y no te movés porque el paisaje siempre es el mismo. 

Durante esos días nos levantamos muy temprano. Pantalla solar factor 50 y salíamos a caminar por la playa. Inmensidad total. Luego de caminar un buen rato volvíamos al auto y bajábamos reposeras, un bolso, toallas y libros y nos quedábamos otro rato más disfrutando la playa que se iba llenando. Yo aprovechaba para zambullirme en el mar y quedarme nadando un rato. Había pocas olas y el mar estaba buenito. 

Fiaca, descanso, libros. Libros, muchos libros. Trajimos más libros que días. Almorzábamos en algún bolichito de la principal (carne o mariscos) y luego siestaza hasta las cuatro y media que volvíamos a dar otro paseo por la playa. Ni un sólo días prendimos la televisión. Nos olvidamos de que eran los últimos días del año. El tiempo volvió a ser dulce. 

En esos cuatro días terminé de leer El proyecto Esposa de Graeme Simsion, Sed de Amelie Nothomb, Bueno, aquí estamos de Graham Swift y Los llanos de Federico Falco. Todos excelentes. Leer fue fácil y llevadero. Volví con el impulso de las palabras. Así arranqué el año nuevo. Sin darme cuenta casi. Una bendición, la verdad.