26 de enero de 2012

Tres libros tres

Tim O'Brien, En el lago de los bosques.

Me lo tragué. ¡Quiero que lo lea todo el mundo! No se consigue fácil. Lo encontré usado en El Banquete. Ya Nico me había dado algo de O'Brien para leer. Es excelente. Suspenso, emoción, impecablemente bien escrito. Una joyita.

Sergio Bizzio, Era el cielo

Nunca había leído nada de Bizzio. ¡Me encantó! Me dieron muchísimas ganas de ahondar más en sus libros. Era el cielo, se lee de un tirón. ¿Alguien recomienda por dónde seguir?

Angélica Gorodischer, Floreros de Alabastro, Alfombras de Bokhara

Qué gran humor que tiene la Gorodischer. Siempre me hace reir mucho. Tiene una prosa inteligentísima y sabe narrar una historia. Es una genia. Y este libro es sencillamente fenomenal.

Un Dorian Gray en la espalda

Si fuera una poeta de verdad escribiría una oda a los omóplatos. ¿Cómo es que a nadie se le ha ocurrido? Se habla de los ojos, de la boca, del cabello. ¡Vamos! Patrañas. La verdad de una persona está en sus omóplatos. ¿Cómo están tus omóplatos? ¿Sueltos o trabados? ¿Te duelen? ¿Te dolieron pero ya no los sentís porque están duros como una roca? ¡Los omóplatos son como el cuadro de Dorian Gray de cada uno de nosotros!

25 de enero de 2012

yoga

Ahora que logré ir dos veces por semana a yoga siento que necesito ir cuatro veces. Una nunca termina por conformarse.

24 de enero de 2012

update


Panchito,

No vengas como un tigre de Bengala. Escuché que casi todos los tigres que quedan están en cautiverio y los que no lo están, los cazan y los desollan para conseguir sus pieles porque son muy bonitas. Si venís como tigre de Bengala te recomiendo que te busques una madre libre y bien salvaje que cuide a sus cachorros de los cazadores malévolos. Bueno, vos sabrás lo que hacés. Eso sí, siempre sé muy benévolo con las suricatas.

En un tigre de Bengala


Panchito,

Muchos piensan que existe un cielo de los perros. Pero yo no te imagino en el cielo porque no creo que nadie vaya al cielo cuando muere. Creo que cuando uno se muere, se muere y punto. Abandona el cuerpo y se terminó la cuestión. Uno no es más quien solía ser. Además, la verdad es que te llevabas mal con los otros perros porque eras tremendo cabrón así que no me hace feliz imaginarte en un cielo de perros.

Pero hay quienes creen en la reencarnación. Si esto es así, te imagino reencarnando en un Tigre de Bengala, esos felinos magníficos que parece que están en extinción por culpa de la caza ilegal. Si se te ocurre volver como un Tigre de Bengala sabé que tenés que cuidarte muchísimo de los hombres. Pero muchísimo. Los hombres son seres horribles para todas las criaturas salvajes de este mundo. Ojalá que nunca tengas que encontrarte con uno. Ojalá que vivas tu vida salvajemente y que tengas muchas tigras con las que copular y engendrar un montón de tigrecitos de bengala. Y ojalá que vivas rodeado de criaturas salvajes, lejos de la civilización y, por ende, de las enfermedades. Ojalá que nunca jamás estés enfermo. Nunca. Y te digo esto porque las criaturas salvajes jamás se enferman.

Así que ya lo sabés.

23 de enero de 2012

Baldosas y pasto

A veces somos tan distintos.

Por ejemplo cuando del jardín se trata.
Me dice: basta, embaldosemos todo.
Porque una hormiga se subió a su pie
o una abeja osó acercarse a su pelo
o una babosa caminó por el felpudo verde.

Yo le digo que no.
Porque las baldosas las va a tener que limpiar él
porque el pasto es más fresco en verano
y aunque pique
da menos calor.

22 de enero de 2012

Nadie lo quería. Nosotros lo quisimos.

Pancho era un perro con muchos nombres.
Se llamaba Pancho Sancho Ancho pero antes de eso se llamó Kreítton (que es una palabra griega que significa "el más valiente"). Respondía al nombre de Pon, Panchi, Pan-chín, Chopán y Ponuchi.
Era un perro inteligentísimo, un pequinés orgulloso aunque algo déspota pero comprador como él solo. En sus buenos años se asemejaba a un pequeño leoncito de pelaje rojo o a un gremlin bueno. Lo amamos mucho e hicimos todo lo posible para que tuviera una buena vida.
Pancho no le tenía miedo a casi nada. A lo único a lo que le tenía miedo era a quedarse solo.
Nunca quiso a ningún otro perro salvo a Malena, que fue su compañera sólo porque ella llegó antes que él a la casa.
Seguramente le hubiera gustado vivir muchas aventuras pero siendo un perro doméstico tuvo que conformarse con el jardín de la casa de mis padres y ahuyentar a los múltiples pajaritos y gatos que se aparecían.
Nunca supimos cómo perdió su ojo. Seguramente fue en una pelea callejera. No por nada se ganó el apodo de Pancho Camorra. Cuando llegó a nosotros ya era tuerto.
Pancho era un animal y como tal no podía hablar pero se sabía expresar de muchas formas. Tenía gruñiditos característicos. Sabíamos perfectamente cuando estaba feliz y cuando estaba enojado. Sabía expresarse muy bien.
Cuando llegó era un estropajo pero con mi hermano ni lo dudamos. Nadie lo quería. Nosotros lo quisimos.
¿Por qué? Eso es algo que me pregunto una y otra vez.
¿Por qué lo quisimos tanto?
No era un perro hermoso, es cierto. Era oloriento, se le caía el pelo, en el último tiempo tenía costras en todo el cuerpo, tenía un carácter impulsivo y dominante. Pero era Pancho y era nuestro. Y lo amamos muchísimo.

Su blog: Yo, Pancho

20 de enero de 2012

Accurate

Yo -Amor, el post que pusiste en Hanspfall no es muy accurate.
Hans -¿Por?
Yo -¿Viste que por momentos vos hablás y yo me quedo callada?
Hans -Sí.
Y -Bueno, ahí es donde falla, amor. Yo nunca me quedo callada.

19 de enero de 2012

retratos

Ayer te miraba dormir y pensaba en lo hermoso que es compartir una casa con vos. Hoy hizo calor y nos refrescamos con una cerveza en el jardín. El pasto está alto y fresco, un poco quemado por el sol. Falta agua. Falta poco para mi cumpleaños y me siento de vacaciones todo el tiempo, incluso cuando trabajo. Me salen canciones por los poros del alma. Como si hubieran estado allí siempre. Es raro. La cerveza helada que corre por nuestros labios. El beso dulce. La canción que nace. El amor.

16 de enero de 2012

Cuadro de amiga, espejo de abuela y Flor.


Mi abuela Cata me enseñó a coser a una edad en la que seguramente mi madre no me hubiera dejado agarrar una aguja sola. Me dio un trapo celeste y una puntillita roja y blanca y punto por punto lo fui cosiendo. Me dijo: lo voy a poner en el espejo y siempre me voy a acordar de que lo hiciste vos. El espejo estaba en un pequeño hall que había al entrar al departamento. Y el trapito estuvo allí durante muchos años (pienso: cuánto amor, abuela mía para tener esa cosita colgando de tu espejo tan bonito).

Mi amiga de shiatsu, la valerosa Nanu Facu se nos fue a vivir a Nueva Zelanda el año pasado. Me dijo: quiero dejarte mi cuadro para que me lo cuides. Su cuadro tiene una historia muy bella y atrás está escrito con letras muy claras: sigue a tu amor y llegarás a tu corazón.

Cuadro y espejo están hoy en el cuarto de shiatsu. Que es como un cuarto de juegos.

Abro cajas viejas de la facultad y me encuentro con esos días. Los días enmascarados.

7 de enero de 2012

Diarios

A los nueve años los Reyes Magos me trajeron un diario íntimo de regalo. Ese diario se multiplicó en muchos cuadernos más a lo largo de los años.
Destruí mis diarios íntimos que escribí desde los 13 hasta los 15 años durante 1990 hasta 1992. Escribir en esa época tenía un propósito. Un propósito que descubrí no hace mucho y que no tenía nada que ver con mi deseo de ser escritora.
Los Reyes Magos me trajeron un diario íntimo en 1987.
Y en 2012 los Reyes Magos se lo llevaron.

6 de enero de 2012

Por los aires de Olivos

Entro al blog privado de una amiga a la que invitamos ayer a tomar unas cervezas en el jardín de casa. Y leo lo siguiente:

"todo se complementa en su pequeñez. ayer, cuando volvía de estar con la familia que hermosea la calle chacabuco por los aires de olivos, pensaba en que (...)"

Bueno, lo que sigue es privado, claro está. Pero "la familia que hermosea la calle chacabuco por los aires de olivos" somos Nico y yo.
Y además, ya es oficial. Con el nuevo documento, hoy hicimos el cambio de domicilio.
Y aunque parezca tonto, la verdad es que no lo es.

Somos la familia que hermosea la calle chacabuco.

3 de enero de 2012

Parada en el fiel de la balanza

(Acá había toda una disertación sobre varios años que me pareció muy larga y que sólo es válida para mí, so...)

Nubedeagua sigue siendo mi nube preferida.
Así que...
todo lo que hace falta está acá.
Y lo que no pertenece más a la nube... se va.
Y a vos, mi querido Hanspfall, te llevo en el corazón.

Guarda con lo que pedís

Me di cuenta de que la palabra tormenta y y el verbo atormentar deben haber salido del mismo lugar. Así que atormentar a alguien es darle con tormentas o algo así.
Y con lo que me gustan las tormentas a mí.
Un buena tormenta nos vendría bien. Todo mojado. Lluvia, agua, algo que caiga del cielo.
No, un helicóptero no, gracias.

1 de enero de 2012

Mano a mano

Nico está con tortícolis de modo que le hago un masaje en el cuello. Mientras lo estoy masajeando se me cruza un pensamiento algo escabroso.

-Vos te das cuenta de que en este momento tu vida está en mis manos, ¿no?
-...
-Digo, no sé... tengo mis manos en tu cuello... y es... tan frágil...
-Flor...
-¿Qué?
-No es gracioso.
-...
-Ni siquiera para un post.

Causas y azares: ¡2012!


Cuando Pedro salió a su ventana
no sabía, mi amor, no sabía
que la luz de esa clara mañana
era luz de su último día.

Y las causas lo fueron cercando
cotidianas, invisibles.
Y el azar se le iba enredando
poderoso, invencible.

Cuando Juan regresaba a su lecho
no sabía, oh alma querida
que en la noche lluviosa y sin techo
lo esperaba el amor de su vida.

Y las causas lo fueron cercando
cotidianas, invisibles.
Y el azar se le iba enredando
poderoso, invencible.

Cuando acabe este verso que canto
yo no sé, yo no sé, madre mía
si me espera la paz o el espanto;
si el "ahora" o si el "todavía".

Pues las causas me andan cercando...
cotidianas, invisibles.

Y el azar se me viene enredando: poderoso, invencible.