jueves, 25 de diciembre de 2008
Mate de la esperanza
No hay cura: simplemente hay más camino.
O no hay nada: la abolición del camino.
Y el camino es dolor.
La curación sería no sufrir.
La curación sería no camino.
Sólo no curarse mantiene abierto el camino.
Roberto Juarroz
Grados de intensidad
La cuestión ahora no es si yo produzco cosas hermosas en la gente
sino
quién
me produce
algo
a mí.
¿Quién me produce algo a mi?
sino
quién
me produce
algo
a mí.
¿Quién me produce algo a mi?
miércoles, 24 de diciembre de 2008
sábado, 20 de diciembre de 2008
martes, 16 de diciembre de 2008
Palabras de un amigo músico
-Viste que en diciembre la gente está como loca con los preparativos de las fiestas, cerrando cosas, viendo gente. Me siento tan a contramano de todo el mundo.
-Es que vos no te regís más por el calendario solar o el calendario lunar. Vos te regís por el calendario floral.
-Es que vos no te regís más por el calendario solar o el calendario lunar. Vos te regís por el calendario floral.
domingo, 14 de diciembre de 2008
To you and me
La poeta ha escrito:
Ya no.
Ya no te veré morir.
Yo escribo:
No tendré tus hijos
No tendré tu hombro
ni los ojos verdes
ni los ojos marrones.
Nada de eso
existe ya.
Mi gran pregunta es:
¿Existió alguna vez?
Yeah, you think about that.
Ya no.
Ya no te veré morir.
Yo escribo:
No tendré tus hijos
No tendré tu hombro
ni los ojos verdes
ni los ojos marrones.
Nada de eso
existe ya.
Mi gran pregunta es:
¿Existió alguna vez?
Yeah, you think about that.
lunes, 8 de diciembre de 2008
¿Por qué?
Píscica me escribe lo siguiente:
¿Por qué es tan difícil dejar lo que a uno le hace mal?
¿Por qué es tan difícil armar una mochilita y tomársela?
Supongo que la necesidad de un espacio, de un tiempo concreto, de un arte que crezca día a día es más fuerte que vivir yirando como quien no sabe de qué va la cosa.
¿Por qué es tan difícil dejar lo que a uno le hace mal?
¿Por qué es tan difícil armar una mochilita y tomársela?
Supongo que la necesidad de un espacio, de un tiempo concreto, de un arte que crezca día a día es más fuerte que vivir yirando como quien no sabe de qué va la cosa.
miércoles, 3 de diciembre de 2008
Fascinada
Estoy fascinada con el diagnóstico de hara.
El hara canta lo que el paciente no dice. Lo que el paciente ni siquiera sabe o es consciente. Pero hay que saber leerlo. Y no se lee con los ojos sino con los dedos. ¿Cómo interpretar los golpeteos, las durezas, las blanduras del abodmen al tacto?
Dicen los japoneses que una vez que uno tocó 998 haras uno puede comenzar a considerarse un principante,
Yo voy por el número diez.
Esto se está poniendo muy bueno.
El hara canta lo que el paciente no dice. Lo que el paciente ni siquiera sabe o es consciente. Pero hay que saber leerlo. Y no se lee con los ojos sino con los dedos. ¿Cómo interpretar los golpeteos, las durezas, las blanduras del abodmen al tacto?
Dicen los japoneses que una vez que uno tocó 998 haras uno puede comenzar a considerarse un principante,
Yo voy por el número diez.
Esto se está poniendo muy bueno.
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