Ayer salía de tomar un examen. Era tardísimo y no tenía ni una moneda encima. Rogué para mis adentros que el muchacho del subte me cambiara un billete de dos pesos. A veces son muy chotos y no te cambian nada y encima te ponen muy mala cara si tratás de comprar un pasaje con un billete. Rogaba que esta vez la suerte estuviera de mi lado porque ya era tarde y todo estaba cerrado. Los kioscos, además, tampoco son garantía de nada. Hoy en día la guerra de las monedas ha hecho que la gente se vuelva tacaña hasta con los mínimos centavitos. Quien viaja en colectivos todos los días sabe de qué estoy hablando.
Iba caminando pensando en estos mundanos pensamientos cuando me interceptó un muchacho de pelo largo, ondeado, muy onda "facultad de sociales" con su morral y su remera suelta. Llevaba en sus manos un fajo de revistas y enseguida comenzó con su speech de "yo escribo, te gustaría una revista, son cuentos, bla bla bla". Era muy tarde y yo sólo quería volver a mi casa luego de un día bastante agitado. Le sonreí un poco porque no quería ser descortés pero la frase que cautivó mi atención fue "es una monedita, nada más". "
-No tengo ni una monedita. Y todavía tengo que volver a mi casa.
-Ah pero si es por eso yo te cambio.
Por unos segundos creí en ese cuento que dice que si uno pide mucho algo ese algo se le cumple.
-¿En serio?
-Claro! Soy el rey de las monedas.
De pronto, su revista era el pasaje hacia mi casa.
-¿Y qué escribís?
-Cuentos. Hay algunas poesías de otra gente también. Pero no somos escritores. Y tengo un amigo que hace las historietas y los dibujos.
- A ver...
Me dio una revista.
-¿Vos sos española?
-¿Yo? ¡No!
-Bah, no sé, me pareció. Tenés algo de extranjera.
-Eeeh, no.
-Ya sé, hablás porteño pero capaz que estabas hace rato acá y por eso tenías el acento.
-No, no, nada que ver. Soy de acá.
-¿Y por dónde vivís?
-Por Olivos.
-¿Y eso dónde queda?
De pronto el extranjero parecía ser él.
-Queda para el norte.
-¿Vos sabés donde está el norte o sos medio despistada?
-Yo sé para dónde queda el norte siempre y cuando sepa dónde está el río.
-¿El río?
-Sí, hay un río en la ciudad de Buenos Aires.
-Sí, ya sé, pero eso qué tiene que ver.
-El río queda para el este.
-¿Y?
-Y si sabés dónde está el este, sabés donde está el norte.
Le brillaban los ojitos. Estaba divirtiéndose y yo también. Un flirteo común y corriente tan sólo por un puñado de monedas y otro puñado de palabras impresas.
Para colmo, el muchacho del subte me cambió los dos pesos en billetes. Y me dejó pasar gratis.
viernes, 27 de noviembre de 2009
jueves, 26 de noviembre de 2009
Ánimos
Dentro de un aula mis alumnos están rindiendo un parcial.
Alumna -Tengo miedo de mandarme cualquiera.
Yo -Nooo... ¡está muy bien! ¡Hay que animarse a mandarse cualquiera!
Dios Santo... alguien que me calle.
Alumna -Tengo miedo de mandarme cualquiera.
Yo -Nooo... ¡está muy bien! ¡Hay que animarse a mandarse cualquiera!
Dios Santo... alguien que me calle.
sábado, 21 de noviembre de 2009
miércoles, 18 de noviembre de 2009
Y será...
Los pájaros cantan, yo me levanto. Bruja. Amiga. Hermana. Novia. La madrugada está por salir. Un manto frío cubre la noche. Estoy acá. Acá. De este lado del hemisferio. Sin grito. Sin llanto. Muda de asombro. Viviendo un sortilegio. Enhebrando una aguja para tejer el cielo que me cobije.
Sin dueño.
Libre.
Sin dueño.
Libre.
martes, 17 de noviembre de 2009
Insomnes
4:00 AM. Canta un zorzal llamando a su zorzala.
Nico -Estoy a punto de a matar a ese pájaro.
Yo -Bueno.
4:05 AM. Dos palomas gorjean en celo.
Nico -¿Y eso?
Yo -Palomas. Están haciendo un nido en el playroom.
Nico -¡Basta, cerdas!
4:10 AM. Las ranas de la cuadra se ponen a croar.
Nico -¿Y ahora? ¡Cállense, malditas!
Yo -Bueno, peor es el ruido del 19.
Nico -El 19 no pasa casi nunca.
Yo -Tenés razón.
4:15 AM. Llueve.
Nico -¡La puta madre! ¡Esto parece Animal Planet!
Nico -Estoy a punto de a matar a ese pájaro.
Yo -Bueno.
4:05 AM. Dos palomas gorjean en celo.
Nico -¿Y eso?
Yo -Palomas. Están haciendo un nido en el playroom.
Nico -¡Basta, cerdas!
4:10 AM. Las ranas de la cuadra se ponen a croar.
Nico -¿Y ahora? ¡Cállense, malditas!
Yo -Bueno, peor es el ruido del 19.
Nico -El 19 no pasa casi nunca.
Yo -Tenés razón.
4:15 AM. Llueve.
Nico -¡La puta madre! ¡Esto parece Animal Planet!
sábado, 14 de noviembre de 2009
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Y Danila dijo:
Es loco, porque amar duele, pero es tan necesario como el aire. No me imagino una vida sin amores. Casada, soltera, separada, lo que sea, pero hay que amar. ¡¡¡¡Es necesario!!!!
lunes, 9 de noviembre de 2009
Shamrock
Hans -¡Qué planta rara!
Yo -¿Viste? Son tréboles de El Bolsón. Me los trajo Ceci.
Hans -Son hermosos.
Flor -Sí.
Hans -¿Y por qué están así, ladeados hacia adelante? ¿Qué buscan?
Flor -Luz, supongo. Son de los que se abren de día y se cierran de noche.
Hans -Pero están cerrados. Capaz están un poco confundidos.
Flor -Sí, pasa que el día está nublado.
Hans -Ah
Flor-Si los pongo debajo de la luz de una lámpara se le abren las hojas.
Hans -...
Flor -Te muestro.
Hans -No, Flor, dejá.
Flor -Pero en serio, te muestro.
Hans -No, Flor, no hace falta, te creo.
Flor -No me cuesta nada
Hans- Basta Florencia, no, esto es como con zorzalín, ¡dejá en paz a la naturaleza!
Yo -¿Viste? Son tréboles de El Bolsón. Me los trajo Ceci.
Hans -Son hermosos.
Flor -Sí.
Hans -¿Y por qué están así, ladeados hacia adelante? ¿Qué buscan?
Flor -Luz, supongo. Son de los que se abren de día y se cierran de noche.
Hans -Pero están cerrados. Capaz están un poco confundidos.
Flor -Sí, pasa que el día está nublado.
Hans -Ah
Flor-Si los pongo debajo de la luz de una lámpara se le abren las hojas.
Hans -...
Flor -Te muestro.
Hans -No, Flor, dejá.
Flor -Pero en serio, te muestro.
Hans -No, Flor, no hace falta, te creo.
Flor -No me cuesta nada
Hans- Basta Florencia, no, esto es como con zorzalín, ¡dejá en paz a la naturaleza!
viernes, 6 de noviembre de 2009
La voz me delata
Llamo a una amiga porque sé que no anda bien y habíamos quedado en vernos un rato.
-Hola, ¿cómo estás?
-Bien, no sabés ¡re bien!
-¿En serio? ¡Qué bueno!
-Sí, se ve que hice un click, ¿viste? Necesitaba decir algo y ahora que lo dije me siento re bien.
-Uy, qué bueno che, me re alegro.
-¿Y a vos qué te pasa? Tenés una voz de mierda.
-...
-¿Te pasa algo?
-No, nada, no sé... creo que estoy cansada.
-Ah, bueno. No, yo estoy re bien. Ahora en un ratito salgo. Salgo mucho ahora, viste. Sino me deprimo.
-Hola, ¿cómo estás?
-Bien, no sabés ¡re bien!
-¿En serio? ¡Qué bueno!
-Sí, se ve que hice un click, ¿viste? Necesitaba decir algo y ahora que lo dije me siento re bien.
-Uy, qué bueno che, me re alegro.
-¿Y a vos qué te pasa? Tenés una voz de mierda.
-...
-¿Te pasa algo?
-No, nada, no sé... creo que estoy cansada.
-Ah, bueno. No, yo estoy re bien. Ahora en un ratito salgo. Salgo mucho ahora, viste. Sino me deprimo.
¿De qué color era el caballo de San Martín?
Una alumna (universitaria) me encara porque dice que su parcial no estaba para un cuatro. Sus argumentos son que ella trabaja, que tiene un trabajo serio, etc.
Siempre me hincharon las pelotas esos argumentos. Si no sabés... no sabés. El parcial, además, era el típico caso de alguien que sólo sabe un tema y escribe quinientas hojas sobre ese tema pero no contesta ninguna pregunta específica. Nada peor para un profesor que tener que corregir una parva de papeles y tener que leer información inútil. Me guardé bien de decirle eso pero no cedí a su reclamo.
La mujer estaba muy airada por otras cuestiones propias de la institución de las cuales yo no tengo la culpa. ¿Qué culpa tengo yo si la administración de la institución es un desastre? Los parciales no estaban disponibles para que los vieran por una disposición nueva con la que yo no estoy de acuerdo. Pero ¿qué puedo hacer yo? ¿Robarme los parciales?
La señora estaba tan enojada que empezó a pelearse con otra alumna y terminó yéndose de la clase pegando un portazo. Los alumnos me miraban divertidos y yo comencé con mi clase de gramática textual con un malhumor de los mil demonios.
Una vez en casa, Hans se ríe de todo lo que le cuento y repone con su humor característico:
-Es el típico caso de alguien que cuando le preguntan de qué color era el caballo de San Martín responde transcribiendo "En busca del tiempo perdido" de Proust. Está bien, escribiste 9.000 páginas ¡pero no me dijiste que era blanco!
Siempre me hincharon las pelotas esos argumentos. Si no sabés... no sabés. El parcial, además, era el típico caso de alguien que sólo sabe un tema y escribe quinientas hojas sobre ese tema pero no contesta ninguna pregunta específica. Nada peor para un profesor que tener que corregir una parva de papeles y tener que leer información inútil. Me guardé bien de decirle eso pero no cedí a su reclamo.
La mujer estaba muy airada por otras cuestiones propias de la institución de las cuales yo no tengo la culpa. ¿Qué culpa tengo yo si la administración de la institución es un desastre? Los parciales no estaban disponibles para que los vieran por una disposición nueva con la que yo no estoy de acuerdo. Pero ¿qué puedo hacer yo? ¿Robarme los parciales?
La señora estaba tan enojada que empezó a pelearse con otra alumna y terminó yéndose de la clase pegando un portazo. Los alumnos me miraban divertidos y yo comencé con mi clase de gramática textual con un malhumor de los mil demonios.
Una vez en casa, Hans se ríe de todo lo que le cuento y repone con su humor característico:
-Es el típico caso de alguien que cuando le preguntan de qué color era el caballo de San Martín responde transcribiendo "En busca del tiempo perdido" de Proust. Está bien, escribiste 9.000 páginas ¡pero no me dijiste que era blanco!
jueves, 5 de noviembre de 2009
Conozco la sensación II
Hoy sé:
los puertos se abren
para aquel que quiera viajar.
Sólo hace falta
el deseo.
Sin deseo
no hay viaje que valga.
Sabelo.
los puertos se abren
para aquel que quiera viajar.
Sólo hace falta
el deseo.
Sin deseo
no hay viaje que valga.
Sabelo.
miércoles, 4 de noviembre de 2009
Conozco la sensación
De a tumbos
con el corazón al filo del agua
dejavou de los últimos días
un sol perece
y otro nace.
Hay tambores
de una lluvia que conozco
y reconozco
sin son
sin luz
lunar.
con el corazón al filo del agua
dejavou de los últimos días
un sol perece
y otro nace.
Hay tambores
de una lluvia que conozco
y reconozco
sin son
sin luz
lunar.
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