jueves, 29 de abril de 2010
Bring back the love
Este sol es el mejor sol de todos. Adoro el otoño.
Y las guitarras cuando rasguean todas juntas.
Me gustan las guitarras.
Me voy a andar en bici. No hace frío y las calles están increíblemente doradas.
Tengo flequillo. Sí, flequillo. Y el pelo largo, como a los 18.
Aire de otoño: zapatillas, jean, bufanda y porotos aduki en la sopa.
Y abrazo de oso para rato.
Enciendo motores.
Riñón izquierdo y riñón derecho.
A la izquierda mi madre.
A la derecha mi padre.
Nada como dormir en otoño.
Nada como coger en otoño.
Nada como enamorarse en otoño.
Nada como mandar a la mierda ese proyecto que no fue ni será.
En otoño.
Amo el otoño.
¿Ya lo dije?
Y que viva el despeje.
martes, 27 de abril de 2010
Give Earth a hand
A veces, no estoy de acuerdo con Greenpeace porque se pasan de extremistas.
Pero este video me gustó mucho.
Además, ¡hay un montón de manos juntas!
Pero este video me gustó mucho.
Además, ¡hay un montón de manos juntas!
sábado, 24 de abril de 2010
Yo al amor no lo reflejo como ayer
Escuché esta canción por primera vez a los seis años.
Era 1983. La Negra Sosa volvía del exilio e hizo un recital multitudinario donde estaban todos: Víctor Heredia, León Gieco, Silvio Rodríguez, Pablo Milanes. Lo grabaron en vivo. Nosotros teníamos el cassette. La canción me emocionaba mucho aunque no entendiera lo que decía: el tiempo pasa nos vamos poniendo viejos, yo al amor no lo reflejo como ayer.
Ahora sé:
Que años atrás tomar tu mano
robarte un beso
sin forzar el momento
formaron parte de una verdad.
No tienen una idea de cuánto tranquiliza saber esto.
Pero el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos.
Yo al amor no lo reflejo como ayer.
Era 1983. La Negra Sosa volvía del exilio e hizo un recital multitudinario donde estaban todos: Víctor Heredia, León Gieco, Silvio Rodríguez, Pablo Milanes. Lo grabaron en vivo. Nosotros teníamos el cassette. La canción me emocionaba mucho aunque no entendiera lo que decía: el tiempo pasa nos vamos poniendo viejos, yo al amor no lo reflejo como ayer.
Ahora sé:
Que años atrás tomar tu mano
robarte un beso
sin forzar el momento
formaron parte de una verdad.
No tienen una idea de cuánto tranquiliza saber esto.
Pero el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos.
Yo al amor no lo reflejo como ayer.
viernes, 9 de abril de 2010
Agua
Bajo el cielo nada hay más suave y flexible que el agua y, sin embargo, nada es mejor para atacar cuerpos sólidos y fuertes. No tiene igual.
Tao Te King.
Tao Te King.
miércoles, 7 de abril de 2010
La retirada
La estación del metal corresponde a la estación del otoño. Nos despedimos del calor, de los días agradables, los días se hacen más cortos y fríos.
Nos retiramos a nosotros mismos.
Las fuerzas van hacia adentro.
Es estructura, profundidad, dimensión. Es una energía que concentra, apoya y mantiene el universo unido.
Fundamental para nuestra relación con el universo y para crear un "hilo con el cielo".
"Sólo si soltamos aquello que ya pasó se puede cerrar el círculo. Sólo si soltamos puede surgir el espacio donde muere lo viejo y nace lo nuevo. Se trata de eliminar los accesorios para mostrar la esencia. Se trata de despedirse, sin rendirse y sin perder confianza. Así se convierte la retirada del mundo en una retirada al mundo esencial."
El Tao de la curación, Achim Eckert
Summer is over...I'm stronger
Las canciones de The girl in the other room me transportan. Antes era Norah Jones. Ahora es Diana Krall. Las dos son perfectas para el otoño. Me gustan sus voces. Y el piano. Me acuerdo perfecto del momento en que escuché Narrow daylight por primera vez. Estábamos en el estacionamiento del Unicenter y Diana Krall sonaba en el reproductor de cds. Y de pronto escucho "winter is over, summer is near, are we stronger than we believe?". Y yo que no me sentía fuerte sino más bien una ramita cortada del árbol mayor me largué a llorar.
Ahora que estoy más fuerte escucho estas canciones y siento que en verdad son un lugar where I can find some peace.
Algo bueno está sucediendo.
Me acabo de dar cuenta de que Nora Diana es el nombre completo de mi mamá.
Ahora que estoy más fuerte escucho estas canciones y siento que en verdad son un lugar where I can find some peace.
Algo bueno está sucediendo.
Me acabo de dar cuenta de que Nora Diana es el nombre completo de mi mamá.
martes, 6 de abril de 2010
The lion and the lamb
If the weak and the strong are
the lion and the lamb
and the dark are the curses of ham
could a word from above favor
hatred over love
oh i just can't understand.
Laura Love, Octoroon
Hace días que le debo al hombre de la garita. No me gusta pagarle, está en contra de todo lo que pienso pero es un hábito que comenzó mi ex (cuando vivía acá) y el hombre de la garita sabe de todos mis movimientos. Cada vez proliferan más los hombres de las garitas. Es nefasto. Nadie sabe muy bien de dónde salen, quiénes son, quiénes los ponen ahí. Pero tampoco nadie cuestiona nada. Es un hábito de esta cuadra pagarle al hombre de la garita. Y yo, que detesto este hábito y lo considero inútil, siento que no puedo salirme de este círculo. Como hace días que lo vengo pateando viene y me toca el timbre. Lo atiendo en joggins y descalza.
-Ah, veo que vos sos como yo. ¡Te gusta andar descalza!
-Eeeh, sí, tomá, era esto, ¿no?
-Si, ¡es buenísimo andar descalzo! Los médicos dicen que hay que andar descalzos una hora por día.
-Ajá...
-Porque somos como un placa receptora de energía, ¿viste? Así que hay que andar descalzo en el pasto para descargar.
-...
Cuando cierro la puerta de casa me agarro la cabeza. ¡Dios mío! El hombre de la garita y yo tenemos algo en común.
the lion and the lamb
and the dark are the curses of ham
could a word from above favor
hatred over love
oh i just can't understand.
Laura Love, Octoroon
Hace días que le debo al hombre de la garita. No me gusta pagarle, está en contra de todo lo que pienso pero es un hábito que comenzó mi ex (cuando vivía acá) y el hombre de la garita sabe de todos mis movimientos. Cada vez proliferan más los hombres de las garitas. Es nefasto. Nadie sabe muy bien de dónde salen, quiénes son, quiénes los ponen ahí. Pero tampoco nadie cuestiona nada. Es un hábito de esta cuadra pagarle al hombre de la garita. Y yo, que detesto este hábito y lo considero inútil, siento que no puedo salirme de este círculo. Como hace días que lo vengo pateando viene y me toca el timbre. Lo atiendo en joggins y descalza.
-Ah, veo que vos sos como yo. ¡Te gusta andar descalza!
-Eeeh, sí, tomá, era esto, ¿no?
-Si, ¡es buenísimo andar descalzo! Los médicos dicen que hay que andar descalzos una hora por día.
-Ajá...
-Porque somos como un placa receptora de energía, ¿viste? Así que hay que andar descalzo en el pasto para descargar.
-...
Cuando cierro la puerta de casa me agarro la cabeza. ¡Dios mío! El hombre de la garita y yo tenemos algo en común.
lunes, 5 de abril de 2010
Bad feeling
I got a bad feeling
it's gonna rain like crazy
it's gonna rain plantations
it's gonna rain brown arms
Laura Love, Octoroon
Va a llover. Alguien da una fiesta en algún punto de la ciudad. El aire aún huele a verano. Mi vestido tejido de rojos, naranjas y amarillos son el blanco perfecto, me distingo demasiado. Eso nunca es bueno en la ciudad. Nunca es bueno en una parada de colectivos desierta. Nunca es bueno que la parada de colectivos esté cerca de una plaza a la cual Mauricio Macri ha cercado para nuestra seguridad.
Son calles que conozco. Las he caminado mil y una veces. En mi adolescencia, en mi adultez. Sola o con amigos. En una dirección y luego en otra. Pero esta vez hay una valla que no conozco. Y yo llevo un vestido que no uso nunca salvo en ocasiones especiales.
Dos mujeres se me acercan. Llevan el color de la tierra y sus ropas están ajadas por el tiempo y la suciedad. Ninguna de ellas leerá mi relato. De sus labios sale una letanía: una monedita, dame una monedita, dame una monedita. Instintivamente les alcanzo las únicas monedas que tengo para el bondi. Las voces comienzan a subir de tono. Me exigen más. Dame más, dame más. Estoy sola en una calle desierta. ¿Dónde está todo el mundo? Me siento fuera de lugar en un espacio que se llama ciudad con un vestido inapropiado en una hora inapropiada. Dame más, dame más, gritan las voces. No me tocan pero esas voces me empujan. Son dos, yo soy la tercera. Les miro las manos. Puños. Están enojadas. ¿Con quién?
El vértigo pende de un hilo tan delgado. Una de ellas se abalanza sobre mí y mi acto es instintivo, casi animal. ¡Andate a la concha de tu madre!
Lo siguiente es su cara de sorpresa, mi manos empujando y mi cuerpo envuelto en tejidos rojos y amarillos saliendo disparado como un rayo exótico por las calles valladas de la ciudad.
it's gonna rain like crazy
it's gonna rain plantations
it's gonna rain brown arms
Laura Love, Octoroon
Va a llover. Alguien da una fiesta en algún punto de la ciudad. El aire aún huele a verano. Mi vestido tejido de rojos, naranjas y amarillos son el blanco perfecto, me distingo demasiado. Eso nunca es bueno en la ciudad. Nunca es bueno en una parada de colectivos desierta. Nunca es bueno que la parada de colectivos esté cerca de una plaza a la cual Mauricio Macri ha cercado para nuestra seguridad.
Son calles que conozco. Las he caminado mil y una veces. En mi adolescencia, en mi adultez. Sola o con amigos. En una dirección y luego en otra. Pero esta vez hay una valla que no conozco. Y yo llevo un vestido que no uso nunca salvo en ocasiones especiales.
Dos mujeres se me acercan. Llevan el color de la tierra y sus ropas están ajadas por el tiempo y la suciedad. Ninguna de ellas leerá mi relato. De sus labios sale una letanía: una monedita, dame una monedita, dame una monedita. Instintivamente les alcanzo las únicas monedas que tengo para el bondi. Las voces comienzan a subir de tono. Me exigen más. Dame más, dame más. Estoy sola en una calle desierta. ¿Dónde está todo el mundo? Me siento fuera de lugar en un espacio que se llama ciudad con un vestido inapropiado en una hora inapropiada. Dame más, dame más, gritan las voces. No me tocan pero esas voces me empujan. Son dos, yo soy la tercera. Les miro las manos. Puños. Están enojadas. ¿Con quién?
El vértigo pende de un hilo tan delgado. Una de ellas se abalanza sobre mí y mi acto es instintivo, casi animal. ¡Andate a la concha de tu madre!
Lo siguiente es su cara de sorpresa, mi manos empujando y mi cuerpo envuelto en tejidos rojos y amarillos saliendo disparado como un rayo exótico por las calles valladas de la ciudad.
Raíz de loto
Para quienes creen que un tecito en momentos de cambio de estación no sirve de nada:
En el barrio chino venden té de raíz de loto. Un té de un color rosáceo y de un sabor indescriptible. Sirve para aliviar problemas de pulmón y corazón. Ideal para esta época. Se puede tomar antes de ir a dormir o cuando uno está muy resfriado.
Sí, sí, ya sé... de nada.
Verde que te quiero verde
Tengo al jardín en problemas.
Plagas y exceso de crecimiento.
Una batalla tras otra y la araña roja sigue haciendo de las suyas con la pobre azalea. No las he visto nunca pero sé que están ahí. La planta está nuevamente abichada.
Gabriel este año ha dado sólo dos limones. Algo pasó entre la floración y el momento de la polinización. Las abejas estaban tan ocupadas con la érica que al limonero niente.
Una de las dos éricas (plantada al lado de un rosal) pasó a mejor vida y la saqué. Ushka hace un tiempo me dijo: qué gracioso, pensar que yo tenía una amiga que se llamaba Erica Rosales. Esperemos que su amiga goce de mejor salud que mi planta.
La Santa Rita sigue sin querer dar flor pero se está convirtiendo en un gigante pinchudo. La até con un alambre a la pared porque se estaba cayendo.
La ampelopsis que saqué el año pasado sigue tirando raíces y cada tanto debo sacar los plantines que surgen. En su lugar, el jazmín amarillo se ha trepado a la pared cubriéndola de verde pero aún no tiene flores.
El jazmín del cabo me está dando jazmines en otoño.
Carny caza unas mosquitas mínimas. No sirve para los mosquitos.
La enamorada del muro está imparable y creo que ya no da tijeretearla con la tijera de podar de mano. Necesito unas buenas tijeras y unas manos que me ayuden a podarla. Se me está metiendo entre las tejas y eso no es bueno.
Los ficus de la entrada están altísimos. Ya no necesito cortinas, con esos árboles me basta para tapar la intimidad de mi hogar (aún así sigo teniendo las cortinas, eh).
Y el Jacarandá... está jugando una carrera de a ver quién llega más alto.
Plagas y exceso de crecimiento.
Una batalla tras otra y la araña roja sigue haciendo de las suyas con la pobre azalea. No las he visto nunca pero sé que están ahí. La planta está nuevamente abichada.
Gabriel este año ha dado sólo dos limones. Algo pasó entre la floración y el momento de la polinización. Las abejas estaban tan ocupadas con la érica que al limonero niente.
Una de las dos éricas (plantada al lado de un rosal) pasó a mejor vida y la saqué. Ushka hace un tiempo me dijo: qué gracioso, pensar que yo tenía una amiga que se llamaba Erica Rosales. Esperemos que su amiga goce de mejor salud que mi planta.
La Santa Rita sigue sin querer dar flor pero se está convirtiendo en un gigante pinchudo. La até con un alambre a la pared porque se estaba cayendo.
La ampelopsis que saqué el año pasado sigue tirando raíces y cada tanto debo sacar los plantines que surgen. En su lugar, el jazmín amarillo se ha trepado a la pared cubriéndola de verde pero aún no tiene flores.
El jazmín del cabo me está dando jazmines en otoño.
Carny caza unas mosquitas mínimas. No sirve para los mosquitos.
La enamorada del muro está imparable y creo que ya no da tijeretearla con la tijera de podar de mano. Necesito unas buenas tijeras y unas manos que me ayuden a podarla. Se me está metiendo entre las tejas y eso no es bueno.
Los ficus de la entrada están altísimos. Ya no necesito cortinas, con esos árboles me basta para tapar la intimidad de mi hogar (aún así sigo teniendo las cortinas, eh).
Y el Jacarandá... está jugando una carrera de a ver quién llega más alto.
sábado, 3 de abril de 2010
Columna
En cada vértebra hay una llave. Una sorpresa. Girar la llave puede producir dolor. Pero el dolor es concientización. Y también movimiento de algo que nunca antes se movió. Como ir quitando el polvo de lugares insospechados. Y así voy, dándome oportunidades. Aunque a veces salga de la clase pensando en que no quiero volver nunca más.
El efecto es siempre imprevisto.
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