lunes, 30 de abril de 2012

Para N en su pre cumpleaños

Oh my love for the first time in my life
My eyes are wide open
Oh my love for the first time in my life
My eyes can see

I see the wind
Oh, I see the trees
Everything is clear in my heart
I see the clouds
Oh, I see the sky
Everything is clear in our world

Oh my love for the first time in my life
My mind is wide open
Oh my lover for the first time in my life
My mind can feel

I feel the sorrow
Oh, I feel dreams
Everything is clear in my heart
I feel life
Oh, I feel love
Everything is clear in our world

jueves, 26 de abril de 2012

Ayer en la clase de yoga estaba sola. Estas clases, cuando suceden, son como un regalo del cielo. Mi profesora aprovechó, entonces, para enseñarme algunas variantes de sirsasana. Hace algunos meses aún necesitaba de la pared para subirme al paro de cabeza. Ahora lo puedo hacer en el medio de una habitación sin miedo. Y ayer, bueno, ayer me desayuné con que se puede hacer parsva sirsasana y parivritta eka pada sirsasana.

Cada día, más sorprendida. Las variantes de sirsana fortalecen y elastizan la columna vertebral además de desarrollar los músculos de las piernas, tonificar los riñones, la vejiga y los intestinos.

El de la foto es B.K.S Iyengar por si alguien no lo sabía. Es un gran maestro que aún sigue vivo, practicando su arte, perfeccionando su técnica y enseñándolo a miles en la India. 

sábado, 21 de abril de 2012

Leda II

¡Oh! Parece que Leda y el cisne tiene fans.

jueves, 19 de abril de 2012

Yoga Nidra

Ayer en el teórico del profesorado de yoga hicimos un yoga nidra.
Nidra es sueño consciente. Respirar es estar presente. Y estar presente es estar atento a las percepciones, sensaciones, al estado de relajación profundo. Hay que morir para volver a nacer. Si no morimos nunca, el pasado queda en uno. Y el pasado está muerto. No es bueno alimentar el sufrimiento.

El temor contrae. El temor contrae y paraliza. Es lo contrario del amor. El amor expande, multiplica.

Por eso, meridiano de corazón. Mucho meridiano de corazón.
Y purificar, limpiar, llorar, aprender del sufrimiento, no rechazarlo.
No rechazarlo más.
Por fin lo dijiste, dijo él.

martes, 17 de abril de 2012

Leda

Finalmente mi madre se compró un escritorio estilo inglés muy hermoso con patas de dragón y cajoncitos. Me pidió si podía pasar a buscarlo por el anticuario y eso fue lo que hicimos.
El anticuario tenía un olor a humedad tal que había que tratar de no respirar para no morir.

Señor que atiende el anticuario (y seguro tiene branquias) -¡Hola!, ¿vienen a buscar el escritorio?
Yo - Sí, ¡cof, cof!
Señor que atiende el anticuario -Y de paso le obsequié a tu papá esta obra de arte, ¿qué les parece? No sé bien de qué material es...
Nico -¡Es herrrrrmosa! ¡Cof!
Yo -... eeeh, seeeh... bueno... gracias. ¡Cof!

La obra de arte era una cosa muy fea. Espantosa. Una mujer desnuda con un cisne enroscado en su cuerpo. Intentaba emular a "Leda" pero sin la estética de un Da Vinci, un Matisse o un Cézanne.

Diez minutos más tarde, en la cocina de la casa de mis padres.

Madre -Yo te explico, viste como es tu padre, le estaba discutiendo al señor por el precio del escritorio cuando de pronto se encontró con esa escultura. El señor le dijo que era un hada y papá le explicó que no, que era una Leda. El señor no tenía la menor idea de quién era Leda pero finalmente incluyó la escultura en el precio del escritorio dejándosela muy barata.
Padre - Yo pensé en dártela a vos, Flor.
Yo -¡EH! No, no me encajes un cisne violador en mi casa, te lo pido por favor.
Nico -A mí me gusta.
Padre - ¡Yo sabía que a Nico le iba a gustar!
Yo - Esa escultura horrible no entra en mi casa, te lo puedo asegurar.
Madre - Yo te avisé que a Flor no le iba a gustar.
Padre - Pero Flor, no es un cisne violador. Es Leda. ¡Leda y el cisne! ¿Te acordás de la Leda de Da Vinci que estaba en la Galería Borghese?
Yo - ¡Sí! También me acuerdo que ahí estaba la escultura de Bernini de Dafne y Apolo en la que Apolo se quiere garchar a Dafne y entonces su padre la convierte en un árbol. ¡Galería de violadores!
Padre - Ah, Bernini es un grande. ¿Te acordás de lo que era esa escultura?
Yo - Papá, esta cosa que compraste es espantosa y encima me violenta. Te pido por favor que no me vuelvas a comprar cisnes que se enroscan en mujeres desnudas, ¿está bien?
Padre - ¡El señor pensaba que era un hada!
Yo -¡Dios santo! Ponela en el jardín, entre las enredaderas y que se vaya pudriendo de a poco.

jueves, 12 de abril de 2012

Un perro

Al volver de la clase de yoga, en un estado de beatitud para con todos los seres, veo a un perro caminando por la vereda. Es mediano, parece un embutido de color caramelo, ojitos chiquitos y patitas delgadas. De pronto, plum, se me sube a la pierna. Me quedo quieta, en plena vereda con el perro agarrado a mi pierna. Los dos quietos. Lo miro. Es tanta la sorpresa que no atino a hacer nada. Por otro lado me da miedo de que me muerda. No lo conozco, no sé de dónde vino, cómo apareció. Intento sacármelo de encima pero el tipo está emperrado en quedarse. Y me mira sacándome la lengua. Pasa otra chica que ve el espectáculo. Lo toca, lo roza, apenas, y el perro se desprende. Empiezo a caminar y el tipo nos sigue, intenta volver a subirse a mi pierna. Le grito, ¡salí, che, buscate una perra! Y acto seguido, cruza la calle y se prende de la pierna de la otra chica. Me apiado de ella y la ayudo a quitarse al perro hormónico de encima. Las dos nos reímos. El perro está alzadísimo. Le grito: no, no, no. Parecería que entiende perfectamente. Empezamos a caminar y el pichicho ahí, empecinado en seguirnos. Llegamos al almacén de la esquina y entramos. El perro se queda en la puerta esperando. Esperando. Esperando. Pasa un niño pequeño de unos cuatro o cinco años. El perro se le sube encima. El niño le pega una patada en la cabeza. El perro se va.

Fin.

miércoles, 11 de abril de 2012

Paz y amor, plis

Estoy sentada, haciendo tiempo, en uno de estos bares que últimamente abundan en la ciudad de Buenos Aires. Medio deli, ecofriendly, ambiente tranqui, música suave, preferentemente de Jack Johnson. A mi alrededor hay mesas con gente que ha venido a almorzar o a simplemente tomar un té que tal vez contenga duraznos-cascaritas de naranja-pétalos de rosas amarillas-hebras largas de pino-sencha. Todo está muy bien: el ambiente es agradable, la música relajada, los amplios ventanales, el aire limpio y libre de humo. Todo está muy bien y, sin embargo, algo me hace ruido. Nadie se habla. O mejor dicho, nadie habla entre sí. Todos están ocupados con sus super archi hiper ultra modernos celulares.

Debe ser por eso que me resulta inevitable escuchar una conversación ajena. Son dos mujeres en la treintena. Están almorzando y chequean constantemente sus celulares que parecen espejitos de mano.

-Mirá lo que me puso este tipo, ¡es un pelotudo!
La otra la mira. Lee algo. Asiente con la cabeza.
-Le voy a poner: "mala persona, sos una basura, a mi no me hablás así".
Escribe algo. Espera.
-Ah, no, ¡es un idiota! Mirá lo que me contesta: "te deseo lo mejor".
-...
-Le voy a poner "¡Cagón!". ¿Le pongo "cagón"?
La otra asiente con cara de nada. Le responde algo inaudible.
-Mirá, ahí contestó otra vez: "Suerte". ¿Cómo me va a contestar eso?
La otra vuelve a asentir y habla por su celular con vaya a saber uno quien.
-Le voy a poner que es un imbécil, que no me escriba más.

Por un rato no pasa nada. Incluso parecería que todo va mejor. Me entretengo con un libro mientras almuerzo y siento que el tiempo corre rápido. Pero entonces escucho otra vez que la rubia exclama a los gritos: "¡Paz y amor!". ¿Te das cuenta? Me respondió "¡Paz y amor!"

Y casi que yo le hubiera contestado igual.
Paz y amor, loca, Plis.

martes, 10 de abril de 2012

Ser o estar

Le escribo un mail largo y dedicado. Él me responde con dos líneas (ok, admito que en estos días estoy teniendo demasiado tiempo libre y él no).

Pero entonces, luego, se da el siguiente diálogo.

-¡Dos líneas!
-Bueno, es que soy escueto.
-Amor...
-¿Qué?
-No sos escueto.
-...
-Estás escueto. No es lo mismo.

domingo, 8 de abril de 2012

Las golondrinas

Escuchaba "Las golondrinas" de Jaime Dávalos y Falú. La versión de Liliana Herrero que Facu usó para el final de Zamacueca, una obra tan bella. Y me acordaba de cómo me impactó la primera vez que escuché esa copla hace ya varios años que decía "Y ya me voy, ya me iré donde no hayan amores mal pagadores, traidores, traidores".
La vida cambió. Las golondrinas volvieron.
Los amores mal pagadores son amores también. Nadie puede decir lo contrario.
Los amores traidores, son amores también.
Pero, claro, siempre es mejor irse de esos amores, ¿no?

Las coplas son tan sabias.
Realmente.

sábado, 7 de abril de 2012

miércoles, 4 de abril de 2012

Alertador

Desde que Jorge Macri ganó las elecciones en Vicente López lo demuestra rompiendo calles (ah, no, perdón era arreglando calles). A partir de este hecho, los colectivos cambian el recorrido de modo que se los puede encontrar por una calle y al día siguiente doblan por la otra. Esto no tiene ningún sentido y causa mucha frustración en la gente que ya de por sí está un poco frustrada.
El hombre de la garita que está enfrente de la parada, aburrido como una ostra, tomó el toro por las astas y trata de ayudar en lo que puede. Entonces se generan diálogos como estos:

-Hoy pasa por allá (y me señala una cuadra hacia la derecha).
-Hoy siga por esta calle que ahora dobla y lo agarra dos cuadras más adelante.
-Hoy...

Y así.

Hace unos días, sin embargo, yo venía embalada ignorando la parada oficial dispuesta a doblar y a seguir por la calle optativa (el hombre es un animal de costumbres) cuando me detuvo un grito.
-¡Señorita, no! ¡Hoy pasa, hoy pasa!

Y así fue. Todo volvió a la normalidad.
Lo que sucede ahora es que el hombre de la garita ha quedado atrapado en el juego. Ayer venía caminando rumbo a la parada oficial cuando escucho que me grita:

-¡Apúrese, que ahí viene!

Genial. Un alertador oficial.

domingo, 1 de abril de 2012

Blancanieves

Estamos en el auto rumbo a La Guitarrita un sábado a la noche. Vamos a cenar con las hermanas Zeta y la madre que ha venido de Marbella y tiene antojo de pizza.
-Bueno, cariño, entonces yo te dejo en la puerta y vos pedís una mesa para siete.
-¿Y me la van a dar?
-¿Por qué no?
-No sé. Siempre hay mucha gente esperando afuera y de pronto llego yo sola diciendo: "quiero una mesa para siete". ¿Me van a creer?
-Siempre podés decirle: "ya llegan mis siete enanos".