martes, 31 de julio de 2012

La rosa blanca de Lucho

Entre muchas cosas buenas que me dio la vida, me dio un hermano menor que amo con toda mi alma. Vaya toda la luz para él hoy.

Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.

José Martí

viernes, 27 de julio de 2012

Desayunar

¡¡¡¡¡¡¡RIIINNNGGGG!!!!!!!!!
Suena el despertador y el cerebro empieza a preocuparse. "Ya hay que levantarse y nos comimos todo el combustible..." Llama a la primera neurona que tiene a mano y manda un mensaje a ver qué disponibilidad hay de glucosa en la sangre. Desde la sangre le responden:
-Aquí hay azúcar para unos 15 a 20 minutos, nada más.
El cerebro hace un gesto de duda, y le dice a la neurona mensajera:
-De acuerdo, vayan hablando con el hígado a ver qué tiene en reserva.
En el hígado consultan la cuenta de ahorros y responden que a lo sumo los fondos alcanzan para unos 20 a 25 minutos. En total no hay sino cerca de 290 gramos de glucosa, es decir que sólo alcanzará para 45 minutos, tiempo en el cual el cerebro estará rogándonos que desayunemos.
 

Si estamos apurados o nos resulta insoportable comer por la mañana el pobre órgano tendrá que ponerse en emergencia: 
-Alerta máxima: nos están tirando un paquete económico. Cortisona, hija, sacá lo que puedas de las células musculares, los ligamentos de los huesos y el colágeno de la piel. 
La cortisona pondrá en marcha los mecanismos para que las células se abran cual cartera de mamá comprando útiles y dejen salir sus proteínas. Estas pasarán al hígado para que las convierta en glucosa sanguínea. El proceso continuará hasta que volvamos a comer. 

Como se ve, quien cree que no desayuna se está engañando. Desayuna, sí, pero se come sus propios músculos. Se devora a sí mismo. La consecuencia es la pérdida del tono muscular y un cerebro que, en vez de ocuparse de sus funciones intelectuales, se pasará la mañana activando el sistema de emergencia para obtener combustible y alimento. La razón de que los músculos sean los primeros utilizados como combustible de reserva en el ayuno matutino se debe a que en las horas de la mañana predomina la hormona cortisol que estimula la destrucción de las proteínas musculares y su conversión en glucosa. 


Así que nunca más salgas sin  desayunar. Tu organismo te los agradecerá y compensará con mayor salud y energía. Vivirás más sano y feliz junto con las personas que querés y tu mente y pensamientos serán más ágiles y espontáneos. 

Fuente:
Dra. Daniela Jakubowicz (Endocrinóloga)

jueves, 26 de julio de 2012

Apareció Joe Di Maggio

¿¿¿No es igual a Marilyn pero en versión macho???

Milanesas del amor

Como Nico se portó como un santo y me cuidó como nadie toda esta semana le hice las milanesas de carne que me enseñó a hacer mi mamá allá lejos y hace tiempo (de bola de lomo, claro). No hago milanesas de carne desde hace cuatro años, creo. Así que esto es un agasajo realmente importante.

Las milanesas de carne siempre fueron el menú que mi hermano y yo esperábamos felices. Cuando éramos chicos, mi mamá las hacía fritas (después vino todo el temita del colesterol y las empezó a hacer al horno en versión napolitana para que no se secaran mucho). Traía una montaña de milanesas a la mesa que nosotros devorábamos con ketchup, mayonesa o salsa golf. Yo me podía llegar a comer cinco milanesas. Está bien que eran pequeñas pero me las comía con una felicidad.

Cuando fui más grande quise aprender a hacerlas y mi mamá me dio algunos consejitos muy útiles y simples que siempre hicieron que las milanesas quedaran super ricas. Entre esos consejitos me dijo que a las milanesas antes de empanarlas había que dejarlas algunas horas en la heladera junto con el huevo, el ajo y el perejil para que se embebieran bien.

A las pruebas me remito:


miércoles, 25 de julio de 2012

Lenguaje felino

La gata maullaba desesperada. La vi parada en el medio del living mirando fijamente la ventana que da a la calle. Entre la cortina se veía la cabeza de un gato enorme.
-¿Ahora traés a tu novio a casa, Marilyn?
Cuando el gato me vio salió disparado al jardín. La gata estaba nerviosa y alterada. Quise tomarla en brazos pero maulló con un maullido lastimero. La dejé en el suelo. Miraba fijamente al gato que estaba en el jardín con miedo muy intenso.
-¿Te da miedo ese gato, Marilyn?
Tomé una escoba y cual ama de casa desesperada, amenacé al gato que salió disparado por la medianera.
Volví a la cocina. La gata estaba agazapada debajo de la mesa. Cerré la puerta. La vi acercarse al vidrio de la puerta y mirar hacia afuera. Empezó a husmear el borde de la puerta.
-¿Querés salir?
Abrí la puerta pero la gata me miró como si yo fuera la imbécil más grande de este mundo y me maulló instándome a cerrarla.
Dios mío, no necesitan hablar estos bichos. 

martes, 24 de julio de 2012

lunes, 23 de julio de 2012

Una curiosidad

Este mantra es el que sonaba en mi cabeza al salir de la anestesia. Y eso que yo de mantras sé poco y nada.

ONG NAMO, GURU DEV NAMO es el Adi Mantra que precede la práctica del Kundalini Yoga, sintonizándonos con nuestro ser superior. Ong es la "Infinita energía Creativa en manifestación y actividad." ("Om" es Dios absoluto y sin manifestar), Namo es "saludar con reverencia" implicando humildad, Guru significa "maestro o sabiduría", Dev significa "Divino o de Dios" y Namo reafirma humildad y reverencia. En su totalidad el mantra significa: "Hago un llamado a la Sabiduría Divina".

Genial.


Todo para la curación

El jueves nos levantamos a las seis de la mañana. Me bañé con el jabón pervinox tal como me lo habían indicado, me cambié, hice la mochila con algunas prendas y separé los papeles para la internación. No podía beber ni comer nada. Nico se tomó un café y partimos rumbo a la clínica. Cuando llegamos aún era de noche. En admisión me pidieron mis datos, me hicieron llenar unos papeles, firmar un consentimiento y me mandaron a cirugía ambulatoria (por un tema de osde no podían enviarme directamente a una habitación).

La enfermera de cirugía ambulatoria resultó ser un amor. Graciela me tomó la presión, la temperatura, me hizo las preguntas de rigor y me pidió los pre quirúrgicos. "Ahora te voy a mandar a bañar", me dijo dándome una bata, una gorra y pantuflitas. Me sentí como una niña pequeña y se lo dije. La hice reir. "Te bañás con pervinox y luego te vestís con esto". En el baño, mientras me duchaba, me despedí de mi ombligo tal y como lo conocía. "Nos veremos en unos días y ya todo habrá cambiado", pensé. Al terminar volví a la habitación donde, además de Nico, ya estaban mis papás. Yo estaba muy ridícula con la ropa para entrar al quirófano pero no me importó. Me sentía tranquila lo cual no dejaba de ser muy extraño.

De pronto, apareció mi médico que venía de hacer una laparoscopía previa para saludarme. Lo primero que me dijo fue: "ah, pero qué elegancia". Nos reímos. Después me preguntó si había logrado dormir algo. "Sí", le respondí, "Y vos, ¿descansaste bien? Porque el que va a operar acá sos vos". Se rió y me aseguró que sí. Lo tranquilizó a Nico y a mis papás y les aclaró un poco los tiempos de la cirugía. Luego, Graciela vino a buscarme y me llevó caminando a la zona de los quirófanos que estaba pintada de un azul como el de las piscinas. Pasamos pasillos y puertas de vidrio. "Entonces así es como son los hospitales del otro lado", pensé. Una vez allí, me recibió otra enfermera muy amorosa que me volvió a hacer las preguntas de rigor mientras me llevaba al quirófano. Me acostaron en una camilla y se presentaron todos: el anestesista (un ser maravilloso), y algunos otros médicos. Se los veía alegres, estaban radiantes en sus trajes de quirófano. Otra vez pensé: "Esta gente trabaja de esto. Es lo que hacen de sus vidas". Luego apareció mi médico y me los fue presentando a todos. "Son amigos, trabajan en equipo, se tratan bien", pensé. Eso me tranquilizó. El anestesista me preguntó si ya había estado en un quirófano alguna vez. Le dije que no, que era mi primera vez. Entonces me explicó exactamente lo que iba a sentir. Una de las médicas jóvenes me sonrió mientras se lavaba y me dijo: "que curiosa sos, cómo mirás todo". Yo no podía explicarle que todo me resultaba fascinante, estar allí, con ellos y todo ese equipamiento al servicio de mi curación.

Me pusieron una vía que casi ni sentí y me administraron algo que me relajaba y me daba mareos. "Esto es para que te relajes", me dijo el anestesista. Yo podía escucharlos aún revolotear, hablar entre ellos. Sentí una voz desde el fondo de mi alma que me decía: "Bueno, Flor, finalmente vas a experimentar al cuerpo como materia. Este es un mundo donde hay materia también". Una de las médicas me acomodó las piernas en posición ginecólogica y me explicó que lo hacía conmigo despierta para que yo estuviera cómoda, me preguntó varias veces si la posición no me dolía. Todo estaba cargado de una atmósfera de respeto y atención. Mi médico me pidió que cerrara los ojos y su pedido me hizo sonreir. Los cerré pero aún los escuchaba. Una última pregunta me atormentó. "¿Y si no me dormía?". Los efectos de la anestesia comenzaron a hacer efecto y por último escuché la voz del anestesista diciendo: "bueno, ahora sí, buen viaje, chauuu".

Y así fue. Fue un chau rotundo. Se apagó el mundo. Me sumergí en un sueño muy profundo. Me sentía calentita y cómoda. No recuerdo qué soñé pero me sentía en un sitio seguro y muy tranquilo.

Y de pronto, pum, vuelta a la vida. "Hoooola, arriiiiiba, todo está bien", dijo el anestesista. Y de lejos, la voz de mi médico diciendo: "Todo quedó perfecto". Se lo sentía feliz, exultante. Eso me dio tranquilidad. Tosí como si estuviera respirando mi primera bocanada de aire. Hice una señal de "está todo bien" con el dedo pulgar. Unos cuantos brazos me trasladaron a la camilla que me llevó a la habitación de cirugía ambulatoria. Sentí las manos amorosas de Graciela tapándome con varias frazadas y el cuerpo que no me respondía. Yo sólo quería dormir pero el cuerpo quería despertar. Respiré profundo. Trataba de relajar los miembros pero se me contraían.

Luego me cambiaron a la habitación que me correspondía. En el interín, fui en camilla, semidormida y con un enfermero que era un amor. Yo sólo veía luces. Fue como estar en una película pero sin la banda sonora. De pronto, en el medio del sopor de la anestesia le dije: "ahora entiendo a las series de médicos, te muestran siempre estas luces porque es lo que se ve desde la camilla". El enfermero era muy parecido al hombrecito de varios de mis sueños, el de la gorrita y el cuchillo. Pero acá este hombrecito no me hacía daño sino que me sonreía mientras me metía en ascensores y pasillos hasta llegar a mi habitación propiamente dicha.

jueves, 19 de julio de 2012

Día L

"La misma atención que se le brinda a un problema es la energía que lo resuelve"

J. Krishnamurti

lunes, 16 de julio de 2012

Herramientas

Todas son herramientas. 
Los profesionales a los cuales acudí, los libros que leí, el inmenso camino del yoga, el amor de mis papás, el amor de mis maestros, el bellísimo camino del shiatsu, hacer zazén, la macrobiótica, cultivar literalmente mi jardín, cultivar mi paciencia, cultivar mi intelecto, cultivar mi amor, el maravilloso amor de Nico, la increíble paciencia de Nico, la charla con algunas amigas muy queridas, el abrazo de las amigas que no se vencen, el café con alguien que supo querernos mucho y siempre estará ahí, el consuelo de la música, las palabras justas de mi analista, el sonido de la guitarra, el sonido de mi voz vibrando en la cavidad de mi cuerpo, el mate calentito recién cebado, las especias nuevas para cada dolencia, los olores de la lavanda recién plantada, el invierno en mi ventana.
Todas son herramientas para la curación.
Así que.

 

jueves, 12 de julio de 2012

Happy Birthday, Mr Cat

Marilyn le hace honor a su nombre. Mi jardín es un cúmulo de gatos machos que buscan una gata en celo. Estos gatos son enormes y se diría que no tienen ninguna empatía con los humanos.
Ya conozco tres. Nunca antes habían venido gatos a este jardín. Basta para que haya una hembra para que vengan todos los gatos del barrio.
Hay uno que es igual a ella pero en macho. En realidad no es exactamente igual porque sólo tiene dos colores y Marilyn tiene tres. Pero de lejos son muy parecidos. A este lo vimos demabulando por varias casas de la cuadra. Ya la anduvo asechando en el frente pero nunca antes lo había visto en el jardín de atrás. Cuando se acerca a la gata le hace un ruido raro, un maullido que nunca antes había escuchado en ningún gato. Pero ella no quiere saber de nada. Lo peor es que se atreve a entrar a la cocina.
Hay otro gato que es muy hermoso y bien peludo. Marrón y negro. También es gigantesco. Vino ayer. Pero a ese Marilyn no le prestó mucha atención.
El tercero es un gato gris que tiene collar rojo también. Es más delgadito. Parece un gato intelectual. Se comunican de ventana a terraza. La gata se coloca en la ventana del cuarto de shiatsu y el gato la mira desde una terraza cercana y le maúlla.

Dios mío, quién me manda a poner nombres a mí.

La gata en cualquier momento canta "Happy Birthday Mr President".

martes, 10 de julio de 2012

Trabajo intelectual

Entro al consultorio de mi analista con un frío polar en el cuerpo.

-Uy, ¡qué frío!
-Sí - me dice ella -es un buen clima para el trabajo intelectual.

Y yo siento que en esa frase me vuelvo a encontrar una vez más.

lunes, 9 de julio de 2012

Rememorando


Rememorando gatos. 
1995. 
Estoy leyendo "Dormir al sol" de Bioy Casares (lo acabábamos de comprar en una librería de viejo en Maipú). 
Freud está muy atenta a la lectura. 
Freud era la gata de Nico (las dos estamos muy jóvenes).

La soledad en un gato...

Perdonen si me la paso hablando de la gata. Si los aburro o algo. Pero para mí esto que estoy viviendo no tiene punto de comparación. Mi amiga poeta me llama por teléfono y me dice: ¡estas aprendiendo un montón! Y me hace reir. Pero debo admitir que tiene mucha razón. Yo no sabía nada de gatos. Sabía algo de gatos ajenos pero eso es como no saber nada. Cada gato es diferente y de a poco estamos empezando a comprender a Marilyn.

Ayer se dio una situación algo cómica que habla un poco de mí y de Marilyn. Ella estaba abajo durmiendo en el sillón y nosotros queríamos ir arriba a ver un poco de tele. Estamos subiendo y le digo a Nico: ¿Subo al gato? Nico se ríe. ¡No! ¡No es un mueble! ¡Que suba si quiere!

Primera lección: a los gatos, a veces, les gusta estar solos. No debo tratar a Marilyn como si fuera un pequinés.

sábado, 7 de julio de 2012

El peligro de no volver jamás

Un estante de flores nuevas.
Las aves se han marchado.

Adentro,
la olla en el fuego
(junto con la canela y la manzana),
hierve el encanto de un sueño
y el pasado se le resiste.

Afuera,
el ruiseñor añora,
no encuentra la rama amiga
donde ha de posarse el futuro.

Marilyn y los mensajes de texto

Viernes por la noche. Jornada laboral terminada. Estoy volviendo a casa. Le mando un mensaje de texto a Nico avisándole que ya estoy regresando. Al segundo me responde: "Perfecto. Acá te esperamos con Marilyn".

viernes, 6 de julio de 2012

Conquistó la cama


Llego a casa. La gata está durmiendo en la cama arriba de un pulover mío.
Oh.

domingo, 1 de julio de 2012

¿Y ahora?

Aún no sabemos el destino de Marilyn. No sabemos su edad aunque creemos que aún es pequeña (¿tendrá un año?). Juega y tiene ese movimiento que los gatitos hacen con las patas delanteras cuando intentan mamar de su madre. No come nada de lo que le damos. Sólo lame un poco, lo prueba y eso es todo. Incluso con el pescado. Le dimos un trocito de filet de merluza y no se lo terminó. Gata rara. Por momentos no la vemos por horas y luego aparece como por arte de magia. Hasta ahora no durmió nunca en casa.

Hoy volvimos tarde porque teníamos un cumpleaños y al llegar a la puerta de casa vimos dos gatos peléandose. Enseguida nos dimos cuenta de que se trataba de Marilyn y un gato enorme que la estaba molestando. Marilyn se metió abajo de un auto y el gato se escabulló lejos. Intentó volver pero lo espantamos. La gata estaba aterrada y no quería salir debajo del auto. Con Nico nos miramos y enseguida surgieron interrogantes. ¿Por qué Marilyn estaba a las 12:30 de la noche en la vereda de casa? ¿Por qué no estaba con sus dueños? ¿Es que tiene realmente dueños? ¿Por qué un gato enorme la estaba molestando y olfateando? ¿Estará esterilizada esta gata?

Tratamos por varios medios de que saliera debajo del auto pero no quiso. El gato volvió e incluso él sí acercó para olfatear. Pero no se dejó acariciar. Este sí era un gato callejero, de esos que saben perfectamente cuidarse solos. A Marilyn ya no se la veía por ningún lado. Pensamos que quizás se hubiera escapado. Entramos a la casa con una sensación muy fea.

Por las dudas, una vez dentro de casa, abrí la puerta del jardín, por si se le ocurría venir.
Pero no vino.

Sin saber qué hacer me acerqué a la ventana del living. Había un gato parado al pie del árbol de la calle. No lo veía bien. No podía darme cuenta de si era Marilyn o el gato enorme. Abrí la ventana del living con cuidado. En la calle había gente despidiéndose. Ruidos. Hice un leve ruido con mi mano. El gato me miró y ante mi asombro se acercó. Cruzó la puerta reja, caminó la cochera y se subió a la ventana. Claro que era Marilyn. Entró maullando. Me miraba entre agradecida y enojada. Cerré la ventana y nos quedamos mirándonos en la penumbra del living. Después se puso a ronronear.

-¡Nico!
-¿Qué, amor?
-Marilyn... está acá.

Por las dudas le voy a dejar la puerta entornada. Por si se quiere ir. Pero ya no sé.