Hace
dos noches apareció un gato blanco. Vino con la luna y muy desconfiado.
Le dejé comida de mi gata Marilyn (nos sobró una bolsa entera). Hoy
volvió a aparecer. Estaba más manso. Se dejó acariciar, ronroneó, se
puso panza arriba, todos detalles que me hacen creer que se sintió
seguro y protegido. Es macho, muy blanco y de ojos celestes. Es
bellísimo. Lo llamamos Mani, dios de la luna (nórdico). Ni idea de qué
sucederá. Yo creo que Marilyn nos lo envió para que no la extrañáramos
tanto.
3 comentarios:
Claro que te lo mando Marily! (yo siempre paso x acá, aunque no comente). Beso!!!
ay!!!! me muero de amor.
es blanco y es la excusa perfecta para que este protegido por uds!
♥ ♥ ♥
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