Amo cuando el árbol se expande hacia todas las direcciones. Pero a veces necesitamos que crezca para arriba. Así en años venideros dará buena sombra.
Hace ocho años, cuando comenzaba con la aventura del shiatsu, no me imaginaba que iba a ser una forma de vida.
Bueno, lo es.
Esa es mi copa de árbol ahora. La que ahora me da sombra. Creció bien. Está alta y frondosa. Amo esa copa de árbol. Tiene ramas fuertes, hojas verdes y birllantes. Y está comenzando a rendir verdaderos frutos.
Pero yo no puedo quedarme con un árbol.
Yo quiero un bosque.
1 comentario:
A por él! Beso enorme y muy feliz año
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