-¿Flor, te puedo contar un secreto?
-Sí, claro.
-Pero no se lo podés decir a nadie. Ni siquiera a Nico.
-¿A Nico tampoco?
-Bueno a él sí, pero sólo a él.
-Bueno.
-¿Vos sabías que hay distintos tipos de arena?
-No, ¿cómo sería eso?
-Hay arenas secas, arenas mojadas... y hay arenas movedizas.
-Uy, sí, qué miedo me dan.
-¿Sabés lo que son? Son unas arenas que te chupan los pies.
-¿Los pies nada más?
-No, bueno, te pueden tragar entero.
-Uy, qué miedo.
-Sí, pero yo te voy a contar el secreto de cómo te podés salvar.
-A ver.
-Con mi amiga Elu nos pusimos a investigar y descubrimos un video que te explica qué tenés que hacer para salvarte.
-Ah, qué bien.
-Entonces lo que tenés que hacer es mover el pie así.
-¿Así?
-No, no, lo estás haciendo mal, te estás moviendo toda y así te hundís más. Sólo tenés que mover el pie.
-Ah... ¿así?
-Sí, mejor.
-Bueno, voy a tener que practicar.
-Sí, y otra cosa muy importante que tenés que saber es que si te hundís en la arena movediza tenés que sacarte todo lo que te pesa y arrojarlo muy lejos.
-Claro, para pesar menos.
-Sí y tenés que sacar rápido los brazos, para arriba. Y mover el pie.
-Entonces me saco lo que me pesa, subo lo brazos hacia arriba y muevo el pie como vos me enseñaste.
-Sí... y así no te vas a hundir.
-Gracias Lolo, me ayudaste mucho hoy. Te quiero mucho.
-Yo también te quiero, Flor.
-Sí, claro.
-Pero no se lo podés decir a nadie. Ni siquiera a Nico.
-¿A Nico tampoco?
-Bueno a él sí, pero sólo a él.
-Bueno.
-¿Vos sabías que hay distintos tipos de arena?
-No, ¿cómo sería eso?
-Hay arenas secas, arenas mojadas... y hay arenas movedizas.
-Uy, sí, qué miedo me dan.
-¿Sabés lo que son? Son unas arenas que te chupan los pies.
-¿Los pies nada más?
-No, bueno, te pueden tragar entero.
-Uy, qué miedo.
-Sí, pero yo te voy a contar el secreto de cómo te podés salvar.
-A ver.
-Con mi amiga Elu nos pusimos a investigar y descubrimos un video que te explica qué tenés que hacer para salvarte.
-Ah, qué bien.
-Entonces lo que tenés que hacer es mover el pie así.
-¿Así?
-No, no, lo estás haciendo mal, te estás moviendo toda y así te hundís más. Sólo tenés que mover el pie.
-Ah... ¿así?
-Sí, mejor.
-Bueno, voy a tener que practicar.
-Sí, y otra cosa muy importante que tenés que saber es que si te hundís en la arena movediza tenés que sacarte todo lo que te pesa y arrojarlo muy lejos.
-Claro, para pesar menos.
-Sí y tenés que sacar rápido los brazos, para arriba. Y mover el pie.
-Entonces me saco lo que me pesa, subo lo brazos hacia arriba y muevo el pie como vos me enseñaste.
-Sí... y así no te vas a hundir.
-Gracias Lolo, me ayudaste mucho hoy. Te quiero mucho.
-Yo también te quiero, Flor.
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