A mediados de diciembre fui a una charla que daba Edwin Bryant en el edificio nuevo de Puan. Podría haberla visto en el cómodo sillón de mi casa con la computadora ya que la transmitían por zoom pero para mi era importante asistir. Tomé el viaje hacia a Puan como una peregrinación. Después de todo los yoguis han hecho viajes muchísimos más largos para encontrarse con sus maestros. Un viaje a Puan tenía mucho sentido para mi.
Perdonen una digresión que describe la clase de profesor de filosofía que es Edwin. Pueden encontrar varias de sus clases en su website de la Universidad de Rutgers:
Si tienen la posibilidad de comprender... que hay un poder mas alto que ustedes... Es que es tan obvio. ¿Cómo podríamos ser nosotros la última verdad? Estamos en maia (ilusión), amigos míos, y vamos a tener un montón de problemas tratando de explicar maia. ¿Qué es esto... maia? ¿Qué significa? ¿Quieres hablar de filosofía, o no? Necesitamos honestidad y humildad para comprender que hay un poder más alto que nosotros mismos. ¿Quieres ser un racionalista? Hay un orgullo allí. Es un tipo de orgullo. Te vas a colgar de tu intelecto... vas a navegar este Samsara desde tu ego, bueno, buena suerte con eso. Volvé en un par de vidas y fijate como te va.
Por suerte hay muchos, muchos, muchos caminos. Porque la gracia es que todos nos encontremos al final con Bhagavan. Dicen los hinduistas que Bhagavan sólo quiere nuestro amor. Pero incluso si nuestro deseo es perdernos en este mundo de placeres y engaños, no hay ningún problema, podemos vagabundear por este Samsara por miles y miles de vidas. Nadie se enoja con nosotros ni nos manda al infierno. Simplemente seguiremos enredados en esta telaraña de vidas entretejidas donde el deseo, el amor y la violencia florecen. Pero si queremos liberarnos del Samsara podemos elegir jugar con Bhagavan por toda la eternidad y disfrutar de su dicha.
Hay quienes no buscan a Bhagavan, no creen en su existencia, no se inmutan con la idea de un ser superior. No pasa nada. Bhagavan no se inmuta si no creés en su existencia. No hay una tragedia aquí. Incluso si creés en otros dioses, Bhagavan te da la fe para que veneres esos otros dioses. Está todo bien.
Con esta aseveración, disculpen, me hice fan de Bhagavan.