Una sala. Ella, los ojos pícaros y un cuerpo que es una caja sonora vibrando cuando habla. Me acerco a su piano y me miro los labios en el espejo apoyado. Mom mom mom mim mem mam mom mum miam mum mam.Durante una hora me arqueo como un pájaro de cuello largo. Allí, profundo en el centro, manos que titilan. Tomo aire y parezco una princesa haciendo reverencias. Voy limando las asperezas, voy subiendo, subiendo, hasta coronarme.
En el espejo vuelvo a ser Florencia. Guardo la voz despacito y me retiro al sol de la tarde y al bullicio que me depara en la avenida Santa Fé.
martes, 2 de noviembre de 2004
lunes, 1 de noviembre de 2004
Fuegos
Ensayo Fuegos, la opera prima de mi amiga Laura Torrecilla. Los sombreros de ala ancha están bien. Digo "ya" y todas corremos hacia algún lado. Las polleras derrochan perfumes y femeneidad. Un mundo de talcos, plumas y besos robados de un púrpura furioso. Los zapatos de taco y unas caderas ondulantes, piel de manzana. Campanitas y pasos pequeñitos. Con tacos altos. Pisoteando un montón de cabezas aplastadas. Caemos con los cuerpos efímeros y el perfume se derrite en una red de telarañas. Ya basta. Niñas tan bonitas que no saben besar, niñas tan bonitas viejas y ajadas.
Fuegos.
Destellos.
No llegan a encender una fogata.
No ven: las bailarinas se transforman en marionetas de un fuego que no acaba de incendiar.
Fuegos.
Destellos.
No llegan a encender una fogata.
No ven: las bailarinas se transforman en marionetas de un fuego que no acaba de incendiar.
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