martes, 31 de agosto de 2010
La raíz de mi vocación
De no ser por mi mamá y mi papá yo no hubiera tenido inclinación musical. Eso nació y se desarrolló bajo los estímulos musicales de mi mamá que se la pasaba todo el día cantando (todavía lo hace). Ella me enseñó canciones del siglo XIX y XVIII. Yo me las aprendí todas, ahorita debo haberme olvidado varias. Pero esa es la raíz de mi vocación. Las vocaciones tienen una raíz. Esa es la mía.
De la misma familia, por ejemplo, mi hermano no. Mi hermano tiene oído rítmico pero no melódico. Baila y toca la maraca, señal de que tiene oído rítmico, pero cuando quiere pronunciar una nota... pobrecita esa nota.
Decididamente, la culpable de todo lo bueno que yo haya hecho es mi mamá.
Mundo "ok"
Hans dice:
el ok nace como una frase de esperanza
¿sabés como nace?
flor dice:
no, contame
Hans dice:
originalmente la "o" era un cero
en la primera guerra mundial
cuando salían las patrullas
en las guerras de trincheras
al volver anotaban las bajas
y cuando no había ninguna escribían
0 k (illed)
o sea
ningún muerto
flor dice:
y a eso vos le llamás una frase de esperanza...
Hans dice:
después quedó ok como que está todo bien
flor dice:
¿o sea que decir todo ok es como decir ningún muerto?
Hans dice:
bueno si sos soldado
o madre de un soldado
era bastante esperanzador
flor dice:
pero ya no estamos en una guerra y no somos soldados
aunque eso nunca se sabe, todo es una potencial guerra
en este mundo tan "ok"
Hans dice:
jajajajajajaja
flor dice:
pero me gustó tu historia
y ahora entiendo por qué nunca me gustó el ok
porque no es un all right
no es ni el equivalente de un all right
es un "nos salvamos por un pelito"
es un "uf, seguimos acá"
Hans dice:
jajajajajaja
flor dice:
es como esa frase brazuca "tudo legal"
que es horrible
porque si todo es legal
¿dónde está la diversión?lunes, 30 de agosto de 2010
arándano
Padre tiene un arándano negro (blackberry).
Apenas llegan a Francia recibo un mensaje de texto.
Hola Flor. Llegamos. Estamos tomando un café en el passage des panoramas. Hay trapitos y mimos en las calles de París. ¿Qué diría Macri?
Besos.
Maman et papa.
Me asombra que mi padre pueda acordarse del señor Macri a miles de kilómetros de Buenos Aires. Pero ya al día siguiente, con el segundo mensaje, todo mejora.
Acabamos de salir del museo Rodin. Nuevo an cafe et an noisette. Mama marvilleux, yo aussi. A tout aleur. Comme an savaix? Quel francois que je suis, ma vie!
Papa.
¡Ahora sí! Tamaña exaltación del peor francés jamás escrito sólo connota que la están pasando genial. Al día siguiente recibo otro mensaje más.
Estamos en el Pompidou. Mamá te compró un rallador de queso. Te va a encantar. Besos. C
Este mensaje, por lejos, es el que más ternura me da.
A veces me sacan de quicio pero no puedo evitar quererlos.
miércoles, 25 de agosto de 2010
Un chivo
domingo, 22 de agosto de 2010
La exclusividad de Nespresso
Hace un tiempo mi padre -amante del buen café- se compró una máquina de café Nespresso. Fue una gran novedad porque es sabido por todos los que frecuentan la casa de mis padres que el café allí nunca gozó de "buena salud". La máquina, entonces, vino a reivindicar a mi padre que con buen gusto y generosidad empezó a despachar ristrettos, capuchinos, cortados y cafés con leche coronados de una espuma alta y aireada, digna del mejor bar italiano. Era un placer tomarse un sabroso café luego de un copioso almuerzo de domingo.
Sin embargo, como era de preveer con estas máquinas sofisticadas, hace un par de semanas, la Nespresso se rompió. Mi padre, desolado, la llevó al local más cercano para ver si podían arreglarle a su bebé y se quedó estupefacto al enterarse de que no era así como se procedía en caso de algún desperfecto técnico. Le explicaron -muy cortésmente- que debía llamar a un determinado número, concertar una cita con un encargado que arreglaría la máquina y esperar a que fueran especialmente a su casa. En caso de que el encargado no pudiera arreglar la máquina en ese preciso momento le dejarían una de respuesto hasta tanto pudieran arreglar la rota "para que usted no se quede con las ganas de seguir degustando nuestros deliciosos cafés" (que entre líneas sólo podía significar "para que usted siga comprando nuestros deliciosos y costosos cafés" ya que es sabido que una máquina Nespresso sólo funciona con los cartuchos de café Nespresso y ahí es donde radica todo el negocio de la exclusividad.).
A mi padre todo esto le significó un problema más que una solución. Primero alguien tenía que estar en la casa para recibir al encargado de arreglar la máquina de café. La exclusividad se le empezó a tornar un tanto pesada. Sin embago, la idea de que le dejaran una máquina de respuesto mientras le arregablan la suya propia le pareció divertida. Finalmente, llamó al número que le indicaron y luego de varios intentos logró arreglar un horario para que alguien pasara por su casa y arreglara la bendita máquina. Mientras tanto, le prestamos la Volturno que, dicho sea de paso, jamás falla y funciona con cualquier buen café (hay cafés muy ricos y no necesariamente muy caros) aunque, claro está, no llegan a tener *esa* espuma (¡oh, gloriosa espuma!) que te da la máquina de Nespresso.
Llegó el día en que un encargado pasó por la casa de mis padres y como era de preveer no pudo resolver el problema de la máquina en el momento.
-Bueno, me la voy a tener que llevar.
-Ah... entonces, ¿me das la de repuesto?
-Uh, ¿sabe qué pasa? Recién acabo de entregar la última.
-...
-...
-Decime, querido... ¿cómo te llamás? -Mi padre cuando le dice "querido" a alguien lo dice con un tono francamente horrible que te da como una serie de escalofríos en continuado.
-Franco.
-Franco... seamos francos. Hacele honor a tu nombre.
-Señor... yo...
-Vamos, Franco, vos y yo bien sabemos que nunca hubo una máquina de respuesto.
-Lo que pasa es que...
-Decime, ¿alguna vez le entregaste una máquina de respuesto a alguien?
-La verdad es que.... eeeh...
-...
-Y... no.
-Me lo imaginaba, Franco.
-Si llama, capaz le entregan una.
-Claro, Franco*. Llevate la máquina. Por favor. Y gracias por la franqueza.
A veces, vale más un piano en la cabeza.
*Nótese la cantidad de veces que mi padre dijo "Franco" en la conversación. Como para taladrarle la cabeza al pobre pibe.
viernes, 20 de agosto de 2010
El Tao de las Marimoñas
jueves, 19 de agosto de 2010
miércoles, 18 de agosto de 2010
martes, 17 de agosto de 2010
Suban el volumen
Reunión de primos en la casa de mi hermano Lucho y su mujer Laura.
Estamos sentados en el living charlando animadamente, el mate circula, hay facturas ricas, los infaltables sánguches de miga, el budín de manzanas y galletitas caseras. Hablamos de la vida, los pequeños placeres, contamos anécdotas. Los hijitos de mis primos -Sofi (6), Male (3) y Lula (casi 3)- están jugando en la otra habitación. Desde el fondo nos llega la voz de Caetano Veloso, suavecita.
De pronto, como si el equipo de música hubiera sido poseído por un súcubo infernal nos invade un estruendo y la voz de Caetano Veloso que hasta entonces era una letanía suave se transforma en un monstruo parlante musical acompañado por gritos y llantos.
-¡BUAAAAAAAAAAH!
Salimos corriendo y nos topamos en el pasillo con las nenas que han salido disparadas como una tromba, como si hubieran visto (o escuchado) al mismísimo diablo. Lloran desconsoladamente. Una de ellas, en la carrera por escapar ha perdido el vestido (?).
Por suerte, una mano adulta mágicamente baja el volumen de la música y felizmente Caetano vuelve a su suavidad habitual.
-¿¿¿Qué pasó???
-¡BUAAAAAAAAH!
-¡Ahora van a pensar dos veces antes de tocar el equipo de música!
La carcajada general inunda la sala. Los adultos nos reímos como niños y los niños lloran desconsoladamente sin entender nuestra risa.
Después, una vez que ellos se calman les preguntamos si quieren ver Peter Pan.
-¡¡¡Sí!!!
Laura les acerca la laptop.
-Bueno, pero se quedan quietitas y no tocan nada eh.
-....
-Eso -acota mi primo Leandro- ¡No toquen el bafle!
-¿Qué es un bafle?
-¿Te acordás lo que pasó con la música recién?
-...
-Bueno, no toquen NADA.
Otra que Pavlov.
domingo, 15 de agosto de 2010
Pedalear
Me abandono a la espiral.
Él me lleva de la mano, me empuja a caballo de la bici y salimos al sol de invierno.
Pedaleamos. Pedaleamos. La respiración se agita, el corazón bombea sangre, siento que el aire hace estallar todas las partículas de mi cuerpo.
Felicidad.
Un minuto, segundos.
Pedalear.
Lo veo a unos metros mío. Me hace señas con la mano.
-Rossi, salí del medio de la calle, estás en una bicicleta, ¡por dios! Cuando manejes, vas a poder ir por el medio, ¡ahora no!
Me corro y pasan dos autos. Pasan cerquita mío. Me hacen estremecer.
Cuando maneje. Parece que será realidad.
Me abandono a la espiral.
Todo está cambiando tan rápido.
Pedaleo una y mil veces y me acuerdo de ese poema.
No.
No me caí de la bicicleta.
¡Carajo!
Se descorrió el telón
Nube de agua fue un poco eso.
Pero se vienen tiempos de mucho sol.
Tiempos de cara lavada, de uñas al ras de la tierra y de mucho trabajo.
Tiempos de trabajar con el otro, de juntarse y quererse.
Tiempos de revolución.
La nube se descorrió como el telón de un teatro magnífico.
Y está dejando salir al sol.
Yo, embelesada, lo miro brillar.
jueves, 12 de agosto de 2010
Toda linda y azul
Ayer
estabas toda linda y azul.
Alguien te hizo un comentario
medio choto,
pero estuviste hecha una diosa.
¿Sabés lo que creo?
que creaste anticuerpos
que tiene la gente
por más que sean buena gente,
no sé si me entendés,
que al generar ciertos anticuerpos
toda linda y azul.
martes, 10 de agosto de 2010
¿Es de granja?
lunes, 2 de agosto de 2010
No hace falta ver al dragón
Resulta que había una vez un pintor que quería pintar un dragón pero se lamentaba mucho porque jamás había visto uno.
¿Cómo voy a pintar algo que no conozco?, se decía entre lamentos.
Y así pasaban su días.
Pero un día se le apareció un dragón vivito y coleando y le dijo:
-¡Hola! ¡Acá estoy!
Y fue tal la sopresa del pintor que se desmayó y no pudo mirarlo cuidadosamente de modo que tampoco pudo retratarlo.
"Ver no es suficiente. El artista debe meterse en la cosa, sentirla interiormente y vivir él mismo su vida."