El loto me sale fácil. Cruzo las piernas frente a este teclado y me quedo pensando en un post. Luego me digo que ya no hace falta pensar, que la internet se ha vuelto un cúmulo de palabras gritadas al viento y entonces un blog no es más que eso, un cúmulo de palabras gritadas al viento. Este espacio tiene algo del diario íntimo que escribía la adolescente que fui. Restringido y todo las impresiones están. Metáforas de mis huellas digitales.
Entonces eso, un cúmulo de palabras al viento. "Botella al mar" decía el primer post allá por el 2004. Vamos a ver qué sale.
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