martes, 6 de octubre de 2015

La mirilla

También tengo mis días de mierda. Como todo el mundo. Bueno, no. Hay gente que tiene días de mierda y ni se da cuenta. Yo me doy cuenta rápido. No me gusta la mierda. Trato de sacármela de encima aunque a veces no se pueda y haya que atravesarla. Puta madre.
No siempre soy genial ni divertida ni buena mina. A veces me la creo, superadísima, totalmente en la cima. Y otras no entiendo un carajo, no sé qué pasó, por qué pasó lo que pasó. Es el problema de creer que lo que uno ve, lo ve todo el mundo. En realidad todo es un quilombo porque cada cual mira el mundo desde una mirilla distinta. Sería fantástico que la mirilla se ampliara.

lunes, 5 de octubre de 2015

Pau Bambu

Extraño tomar unos mates a la sombra de lo que era tu parra. Y que tus gatas se revuelquen en el medio de nuestros pies. Hace poco vino un gatito nuevo. Le pusimos Chibi pero no sé qué hacer con él. Mani no lo quiere y yo tengo adoración por Mani. Me da pena ese gatito y siempre pienso que seguro vos sabrías qué hacer.
Son esas cosas cotidianas en las que me faltás, amiga mía.
Porque en lo grande siempre estás. A la distancia, te siento, siento tu amor que me abraza y sostiene.

domingo, 4 de octubre de 2015

Estado de cosas

Querida nube,

Hace tiempo que no paso por acá. La vida es tan intensa que me estoy olvidando de escribirla. No sé si eso es algo bueno o malo, sólo sé que eso es lo que viene ocurriendo hace unos años.
Primero fue dejar de escribir mis diarios íntimos, los de papel, los que luego quemé en un fuego en el fondito de mi casa. Ningún arrepentimiento por ello. Lo que viví se queda guardado en mi corazón y lo que no, no es necesario registrarlo.
Lo malo de registrar es que luego viene el momento clasificatorio, el prejuicio, la necesidad de catalogar.

Puedo contar que estoy trabajando mucho de algo que amo hacer, que me sale bien, que disfruto muchísimo haciéndolo.
Puedo contar que me dediqué casi por completo al shiatsu, que vivo de ello (algo que en algún momento me pareció casi imposible), que transmito este arte a otros en un espacio que me fue dado, que por momentos siento que toco el cielo con las manos y que por momentos me cuestiono todo.
Puedo contar que vivo desde hace unos años con el hombre más genial de este mundo. Un hombre increíblemente bueno, inteligente, hermoso por donde lo mires.
Puedo contar que con este hombre me he atrevido a emprender cosas que jamás pensé que haría. Con este hombre soy más mujer que nunca.
Puedo contar que he sido bendecida por el amor en estos años. Y que la perspectiva sigue y sigue y sigue.
Puedo contar que esta primavera está siendo fría y tormentosa, que octubre siempre ha sido mes de revoluciones pero que yo estoy contenta, feliz.
Los Upanishads tenían razón: "no se debe censurar la lluvia, esa es la regla".