domingo, 4 de octubre de 2015

Estado de cosas

Querida nube,

Hace tiempo que no paso por acá. La vida es tan intensa que me estoy olvidando de escribirla. No sé si eso es algo bueno o malo, sólo sé que eso es lo que viene ocurriendo hace unos años.
Primero fue dejar de escribir mis diarios íntimos, los de papel, los que luego quemé en un fuego en el fondito de mi casa. Ningún arrepentimiento por ello. Lo que viví se queda guardado en mi corazón y lo que no, no es necesario registrarlo.
Lo malo de registrar es que luego viene el momento clasificatorio, el prejuicio, la necesidad de catalogar.

Puedo contar que estoy trabajando mucho de algo que amo hacer, que me sale bien, que disfruto muchísimo haciéndolo.
Puedo contar que me dediqué casi por completo al shiatsu, que vivo de ello (algo que en algún momento me pareció casi imposible), que transmito este arte a otros en un espacio que me fue dado, que por momentos siento que toco el cielo con las manos y que por momentos me cuestiono todo.
Puedo contar que vivo desde hace unos años con el hombre más genial de este mundo. Un hombre increíblemente bueno, inteligente, hermoso por donde lo mires.
Puedo contar que con este hombre me he atrevido a emprender cosas que jamás pensé que haría. Con este hombre soy más mujer que nunca.
Puedo contar que he sido bendecida por el amor en estos años. Y que la perspectiva sigue y sigue y sigue.
Puedo contar que esta primavera está siendo fría y tormentosa, que octubre siempre ha sido mes de revoluciones pero que yo estoy contenta, feliz.
Los Upanishads tenían razón: "no se debe censurar la lluvia, esa es la regla".    

1 comentario:

Veroka dijo...

Que bello post