No te olvides de respirar. Aunque el aire este enrarecido y todo comience a hacerse pesado.
Respirá, respirá. El aire aún es gratis. El barrio está irreconocible. Nadie se queja y todo está por las nubes. Pero ya nadie se queja.
Comer duraznos se volvió un lujo. El tachero dijo que los duraznos están en Mendoza, en la planta, sin cosechar. Y acá en capital tenemos duraznos a 40 pesitos el kilo. Respirá, respirá... y tal vez te conviertas en bicho bolita.
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