Cuando llegué aquí la cochera de casa era un hervidero. Hoy tenemos sombra. Mucha sombra.
Este árbol sobrevivió a una rajadura de tronco y una plaga que casi lo mata el año pasado.
Hoy está verde y hermoso y entre tanta locura nos regaló una flor desfasada (nunca dan flores a finales de enero!).
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