Ayer finalmente pusimos un punto final a esta historia que comenzó el 6 de enero. El 11 de marzo me sacan los puntos. Abandono mis cuatro paredes que me han cobijado estos dos años de pandemia y me meto al mundo real. Si me enfermo de Covid ya me importa muy poco. Me salvé de un melanoma. Protocolos, cuidados, sobrecarga en el sistema, todo colapsado. Agradezco profundamente que hayan aparecido las personas que tenían que aparecer para que esto se resuelva en tiempo y forma.
Aprendí mucho este verano. Por ejemplo que hay cuidados extremos que te pueden matar. También que hay buena voluntad de muchas personas que se saltan el sistema. Y aprendí que yo también me tengo que callar a veces. La compasión no es sólo una palabra. Hay que practicarla. Y mucho.
Aprendí mucho este verano. Por ejemplo que hay cuidados extremos que te pueden matar. También que hay buena voluntad de muchas personas que se saltan el sistema. Y aprendí que yo también me tengo que callar a veces. La compasión no es sólo una palabra. Hay que practicarla. Y mucho.
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