martes, 18 de octubre de 2022

Argentina 1985

Fuimos a ver Argentina 1985 de Santiago Mitre. Elegimos esta película para volver a las salas de cine luego de tres años pandémicos. Creo que la última vez que habíamos pisado una sala fue para ver Guasón. Cuento esto porque no es un detalle menor. Decidimos ir a ver esta película en vez de verla en la intimidad de una pantalla y no justamente buscando la pantalla gigante ni el sonido fabuloso sino para volver a vivir la experiencia de compartir una sala con los demás espectadores.


La película me gustó. Creo que Santiago Mitre encontró la forma de no caer en un panfleto y eso ya es un montón. Las actuaciones estuvieron muy bien, no hubo los típicos casos de sobreactuación que a veces se dan en las películas argentinas. El tema que toca tiene un valor sustancial porque el público se renueva y las nuevas generaciones necesitan conocer la historia de los juicios a la Juntas Militares.


Cada uno sabrá como le pega esta historia en lo personal. En lo colectivo creo que es muy necesaria. Me sorprendió que un lunes por la noche la sala estuviera casi llena. Había múltiples edades y muchos de nosotros nos estremecimos con el Señores jueces, NUNCA MÁS. Lo sé porque se escuchó un murmullo en la sala, un Nunca más murmurado por labios que venían de la sala, no de la película. Señores jueces, NUNCA MÁS es una frase que circula en la memoria, circula en el inconsciente argentino aunque nos quieran hacer creer lo contrario.  

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