En estos días han venido algunos amigos que hace un tiempo viven afuera y hemos aprovechado para pasearlos/nos por todo Buenos Aires:
cafecitos,
helados,
callecitas empedradas,
plazas,
puerto de frutos,
asados,
ferias artesanales,
y para rematar dos días en la isla del Tigre.
Además,
hemos abierto la casa,
hemos cocinado platos típicos,
hemos bebido del buen vino,
y hemos conversado.
Una maravilla.