Salgo de la sesión de terapia. Estoy muy sensible y necesito urgente ordenar un poco mis pensamientos. Necesito plasmar lo que dije y lo que no dije. Lo que no dije lo quiero poder decir. Entro a un café de Belgrano donde los focos eléctricos inundan el ambiente. Me pido un café mientras saco mi cuaderno Rivadavia con renglones. Me quedo un rato mirándolo, releo algunas cosas que hay allí escritas. Pienso. Después, escribo. Y mientras escribo empiezo a llorar. Sin darme cuenta estoy llorando en medio de un café, escribiendo y con auriculares puestos. Estoy tan abstraída que no me doy cuenta que una señora muy canosa me mira desde su mesa, se me acerca y me toma la cabeza con las dos manos.
-Decime que no estás llorando por un tipo porque sino te mato- me dice.
Me da tanta gracia su aparición, su ternura para conmigo, su dulce intromisión que le sonrío.
-No, quédese tranquila. No es por un tipo.
-Ah, bueno, te perdono, entonces.
Se va a sentar a su mesa mientras me dedica una última mirada de ternura. La acompaña su hija quien le reprocha su actitud. Dejala, mamá, ¿no ves que la molestás?
Sigo escribiendo un rato más hasta que por fin logro plasmar lo que estaba adentro y no podía salir. Suspiro. Cuando uno descubre cosas inéditas sobre uno es mejor saberlo cuanto antes. Es mejor saber que no saber. Siempre es mejor saber. Porque entonces ya se puede empezar a hacer algo. Pago el café, me levanto y voy hacia la mesa donde está la señora.
-¿Estás mejor?
-Sí, gracias.
Y le doy un beso.
Y después dicen que Buenos Aires es una ciudad sin corazón.
4 comentarios:
sos un angel Flor.
que lindo que hayas podido sacar todo afuera.
fuerza preciosa!
"Cuando uno descubre cosas inéditas sobre uno es mejor saberlo cuanto antes".
Es grandioso cuando eso sucede..., sólo que no es común.... y que a veces (inconscientemente -o no-) no dejamos que pase.
Muy bonito el relato.
Buenos Aires y el café..... siempre me ha gustado.
Acá no hay tradición de bar abierto a toda hora; para los cansados, los pensativos, los que lloran, los que van de trampa y para mí.
un abrazo:
gringo
Dani: jeje, angel no, pero sí estoy sacando afuera varias cosas.
Gringo: sos de córdoba? No hay cafés ahí abiertos? Algunos cafés para mí siempre serán refugios para el trabajo intelectual, artístico. Y, claro, para encuentros de todo tipo.
Flor, me recordaste el 1 de febrero en el aeropuerto de Lima, cuando tenía que esperar casi 6 horas para el próximo avión... y al menos 3 de esas horas las pasé sentada llorando, escribiendo en una libretita, escuchando música clásica para tratar de relajarme. Momentos importantes de la vida.
Amo Buenos Aires por esas cosas que pasan, la gente aún se involucra con la gente... es difícil encontrar eso en otros lugares. Los argentinos somos especiales y no lo sabemos.
Me alegro mucho de que estés sacando cosas... y liberando tu flor. Acá estoy en primavera, te mando un poco de su fuerza de vida, y de su color.
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