Para el cumpleaños de Nico, el Puma y Guses nos regalaron dos entradas
para ir a ver "El centésimo mono" de Osky Guzmán (así de suertuda soy,
una acuariana nacida en pleno febrero que disfruta de los regalos de su
taurino compañero). Así que ayer nos tocó ir al teatro "La Carpintería",
una sala preciosa con un barcito adelante, todo muy cálido. No teníamos
mucha idea de qué es lo que íbamos a ver pero confiábamos plenamente en
Guses que siempre nos ha asombrado con sus recomendaciones.
Y esta vez no fue la excepción. La obra nos encantó y a mí
personalmente el final me hizo llorar a viva lágrima. Hace mucho que el
arte escénico no me hace llorar de emoción así que debo decir que "El
centésimo mono" me llegó hasta el alma. La recomiendo fervientemente a
todo aquel que quiera conectar con la vida, la magia, los sueños y la
muerte.
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