martes, 22 de mayo de 2018

Sarvanga Sadhana

Durante mucho tiempo llevé una cicatriz que no era mía ¿Cómo es eso? En mi sueño llevaba una cicatriz de tela pegada con grampitas a mi muslo. Cuando me daba cuenta de esto me empezaba a quitar las grampitas que se salían con tan sólo tocarlas. Las desprendía sin dolor alguno. Debajo de la tela había sólo piel. Mi piel. No había cicatriz.

¿De quién era la cicatriz de tela que llevaba en mi muslo? ¿O era acaso un talismán que me protegía? Tal vez ya no necesito de la cicatriz para continuar. Tal vez ya no necesito mentir. O para ser más sincera... tal vez necesito mentir menos.

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