lunes, 24 de septiembre de 2018

Primavera suelta

Yo amo a las abejas. A los seis o siete años me picó una abeja en una pierna. Eran los veranos en la quinta de Luján. Ahí tuve mi primer gran lección sobre estos bichos. La abeja te pica cuando no tiene más remedio porque se le va la vida en ello. Por eso desde ese momento supe siempre que a las abejas hay que tratarlas con respeto y que si aparece una no va a picarme a menos que yo haga alguna estupidez.
Llegó la primavera y llegaron las abejas al jardín. Todos los yuyos del pasto están en flor. Eso quiere decir que las abejas se pasean de flor en flor a ras del suelo. Lua, feliz, iba de flor en flor, saltando sobre las abejas. Hasta que una la picó en el ojo. La gata hizo una pirueta muy graciosa (que ahora comprendo era de dolor) y salió disparada hacia adentro de la casa. Cuando la encontré tenía el ojo en compota, la mitad de la cara inflamada y no se movía.
Resultado: inyección de corticoides, toma de prednisona por boca durante unos días y colirio para el ojo de Lua.
Resultado II: pasé la máquina de cortar de pasto por todas las florcitas de los yuyos del pasto. Lo siento, abejas, vuelen más alto.

jueves, 13 de septiembre de 2018

Pegoteados

Tuve un sueño espantoso. Íbamos con nuestro autito por una ruta de asfalto rumbo a un aeropuerto. La ruta se hacía dificultosa, pedregosa y en un momento se terminaba el asfalto y empezaba el lodo. El camino estaba todo empantanado. Había autos que se volvían buscando el camino de asfalto. Nosotros continuábamos un poco más y nos encontrábamos con que el aeropuerto era un enorme barrial abandonado lleno de charcos. Nico me miraba y me decía: "en este lugar no se puede despegar".
Hoy me despierto con la noticia de que secuestraron una maestra en Moreno, la torturaron y le grabaron en el vientre con un punzón: "ollas no".
El Hospital Posadas se quedó sin servicio de cirugía cardiovascular infantil. Lo siguen vaciando.
No hay más Ministerio de Salud y el streptococcus anda provocando revuelo, miedo y muerte.
Los medicamentos se dispararon a precios imposibles.
Los bancos disfrutan de la crisis.
El FMI está en la Argentina, siguen con las negociaciones.
Bienvenidos al barro.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Una voz

Crear un oasis en el medio de este caos.
Volvés de trabajar, estás cansado, el cuerpo te pide a gritos que le des un poco de espacio. Llegás a la práctica de asanas con el último aliento. El ambiente es suave, la luz muy tenue, los mats ya están acomodados, las ventanas entornadas, la calma ya comienza a manifestarse. Todo está preparado para entrar en el templo.
Te ayudo a que te pares en el mat y registres tus pies, tu cuerpo alinéandose, la respiración que se vuelve consciente, las manos debajo del ombligo para percibir mejor la exhalación. Con la exhalación empezás a sentir que las tensiones del día se diluyen, que algo comienza a circular dentro tuyo.
Inhalás y exhalás levantando brazos, flexionando caderas, estirando columna, un pie adelante el otro atrás, repetimos secuencias, hilamos movimientos que nos van permitiendo encontrarnos.
Y así durante una hora hay una voz que te va guiando, vas permitiendo que el suelo te sostenga, que la respiración te sostenga.
Cuando terminamos es como si hubiéramos salido de un agua muy pura.
Después resta el regreso a casa, la rutina del día, los quehaceres, las responsabilidades, los sinsentidos de la vida.
Yo hoy agradezco ser la voz que sostiene tu práctica.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Ayurmantrah

El país se cae a pedazos y a mi me llega una propuesta de dar clases de yoga por la mañana y por la tarde en el lugar donde hice el profesorado.
Por supuesto, acepté.
Dos momentos del día opuestos. Empezar y terminar el día con una práctica de asanas durante un mes.
Así que septiembre me pide brotar este proyecto que andaba en un "veremos" constante.
Hay un punto de partida y justo es este año.
Nunca se sabe donde uno puede terminar.