lunes, 10 de septiembre de 2018

Ayurmantrah

El país se cae a pedazos y a mi me llega una propuesta de dar clases de yoga por la mañana y por la tarde en el lugar donde hice el profesorado.
Por supuesto, acepté.
Dos momentos del día opuestos. Empezar y terminar el día con una práctica de asanas durante un mes.
Así que septiembre me pide brotar este proyecto que andaba en un "veremos" constante.
Hay un punto de partida y justo es este año.
Nunca se sabe donde uno puede terminar.

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