jueves, 21 de marzo de 2019

Los masajes, una danza

Ayer tuve un hermoso encuentro con Marce. Últimamente nos estamos haciendo un tiempo para vernos, intercambiar masajes, charlar un poco de cómo será este año, apoyarnos mutuamente. Debo decir que estos intercambios me están haciendo muy feliz. Ya es casi una rutina saber que la esperaré con el almuerzo listo y la tarde libre para que nuestras manos hagan el trabajo de masajear, tocar, contactar, presionar. Incluso estuve pensando en la necesidad este año de dejar ese espacio libre para este tipo de encuentros. Para practicar, buscar nuevas técnicas, ensayarlas como quien ensaya una coreografía. La vida misma se va desplegando como una coreografía inmensa de la que todos somos parte. Si dejás de danzar, te perdés.
Como sea, hay que seguir el ritmo de la vida.

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