-Tenés una espada?
-¿Una espada?
-Sí, una espada... para luchar contra los portugueses.
-Mnno, no... no tengo una espada acá.
-Bueno, ¿tenés una regla larga?
-¿Una regla?
-Sí, la podés usar como espada.
-Sí! ¡Tengo una! Esperá que la busco.
Saco una regla larga del cajón donde guardo los útiles.
-Acá está, la tengo en mi mano.
-Bueno, ¿estás lista?
-Sí.
-¡A la cargaaaaa!
Luego de jugar un rato por teléfono, cuando cortamos, Nico me dice:
-No puedo creer que DE VERDAD buscaste la regla.
-La regla no, la espada.
2 comentarios:
maravilla!
el poder de la mente...
y del amor.
y qué tenés contra los portugueses vos?
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