Para SAL
Cuando el caos decrece y se establece cierto orden de células el pequeño viento de cada día nos trae un mensajero.
Una hilera de mesas, la mano que trae bebidas, el ventanal a una calle transitada, el olor de los muebles laqueados.
De pronto se arriman la paciencia y la escucha un mediodía de lunes.
Quién lo diría.
La conversación es música si el tiempo posee un buen afinador.
1 comentario:
un lindo sandwich de conversación entre panes de trabajo y corridas rutinarias...
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