Por Leila Guerriero
Antes de que todo esto se termine. Antes de que
cierren la casa y vendan los muebles y regalen los libros. Antes de que
se repartan los cosméticos y los zapatos. Antes de que arrojen las
cacerolas a la basura. Antes de que vacíen las alacenas, de que se
lleven las especias, los fideos. Antes de que se terminen los días
felices y las tardes de domingo. Antes de la última de las madrugadas.
Antes del final de la angustia. Antes de que se acaben el sexo sin amor
y el amor sin sexo. Antes de que la ropa se pudra en los placares.
Antes de que descuelguen los cuadros y cubran los sillones con lienzos y
cierren las ventanas para siempre. Antes de que quemen las fotos. Antes
de que se resequen los felpudos, de que se oxiden las cortinas en sus
rieles. Antes de que se terminen la curiosidad, los huesos, el hígado y
las córneas. Antes de que se sequen todas las plantas del balcón. Antes
de que no haya más nieve, ni colores, ni trópicos. Antes del final de
todas las selvas, de todos los mares, de todos los reflejos en el agua.
Antes del último poema. Del final de las veredas y las calles. Del fin
de todos los paseos. Antes del adiós a todos los aeropuertos y todos los
aviones y todas las ciudades y todos los cafés con vidrios empañados.
Antes de la cancelación de todas las discusiones, de todos los
argumentos, de todas la furias, de todos los desprecios. De todas las
metálicas ansiedades. Antes del fin de los gritos, de la desolación y de
la culpa. Antes de la última agenda, del último viernes, del último
bar, del último baile. Antes de que se apaguen todas las cúpulas y todas
las pantallas. Antes de que las polillas se coman los restos de la lana
y de la almohada. Antes del final de las mascotas. Antes, mucho antes:
hay que vivir. ¿Pero cómo? ¿Cómo?
“Qué admirable / el que no piensa "la
vida huye" / cuando ve un relámpago”, escribió Basho. Admirables los que
están en el tiempo sin pensar en él.
1 comentario:
Que bueno Flor! Es verdad... pensamos que tenemos la vida a nuestros pies, y a cada paso, si sabemos ver (el relámpago, por ejemplo y otras vicisitudes) la vida nos dice: Pst! mirá que el tiempo vuela...
Hermoso lo de Basho, gracias.
beso!
Publicar un comentario