La odisea de conseguir las tejas para arreglar el techo de mi casa tiene un nombre y se llama capitalismo.
Resulta que una empresa muy grande y poderosa compró a la empresa que fabricaba las tejas del techo de mi casa para luego discontinuar los modelos que fabricaba dicha empresa y fabricar nuevos. Por ende, no se fabrican más las tejas que necesito para arreglar mi techo. Aclaro que no poseo un techo del siglo pasado. Tengo el mismo techo que todas las casas de mi cuadra, es decir, no es un techo raro con tejas raras.
De modo que hay todo un negocio paralelo que venden tejas usadas. Es decir, desarman techos, ponen chapa u otras tejas y esas mismas tejas usadas las venden a un precio carísimo porque hay pocas y no se consiguen.
Hay gente que tiene verdaderos tesoros en su techo.
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