Se avecina el otoño, otra vez el aire vuelve a cambiar. Siento mis manos cansadas como hojas de un árbol que quieren caer. Se habla tanto de curación pero no de respetar los propios ciclos. Llego a asquearme de mi misma porque no encuentro vocabulario para hablar de lo que hago. De todos modos, no es realmente importante. Qué estructura tan noble el lenguaje.
Hoy me espera caminar el horizonte de esta ciudad. Guardo las uñas para después. Voy a necesitar ese filo. Pero hoy voy a caminar un buen rato. Los pensamientos viejos para deslizarse necesitan movimiento del afuera, con el afuera. Redondo adentro, redondo afuera. Suavizar todo lo que se pueda. El universo es curvo.
Es todo lo que me interesa hoy.
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