Cuando hace frío, abrazar al gato es más necesario.
Cuando hace frío, toda la lana acumulada en los placares empieza a cobrar sentido.
Cuando hace frío, los pensamientos sobrevuelan más despacio y eso me calma.
Cuando hace frío, el dolor se anestesia y se va a dormir.
Cuando hace frío, todo parece querer irse a dormir.
Cuando hace frío, los sueños se hacen más vívidos.
Cuando hace frío, los abrazos se dan mejor.
Cuando hace frío, siempre queda el calor de un hogar al que volver.
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