martes, 4 de julio de 2017

Julio + entusiasmo

Terminó la primera parte del año 2017. Con ella puedo decir que se cerraron varias cosas y se abrieron otras. Llegó julio y yo ando con un entusiasmo que hace que me despierte antes de que suene el despertador.
En marzo comencé un nuevo profesorado de yoga. Es intenso, tiene una cursada de muchas horas en la semana y requiere de mi mayor atención. Pero debo decir que realmente está valiendo la pena.
Me asombra la cantidad de lugares que hay para estudiar. Hay gente muy preparada y muy buena dando clases y cursos. A ellos les estoy muy agradecida y siempre insto a las personas a que busquen a estos seres. Pero sé también que hay quienes no tienen conciencia y dan clases sin ningún criterio y con poca visión de la persona o el grupo que tienen delante. Y esto lo sé porque muchas de las personas que vienen a recibir shiatsu, cuando les indico que tal vez una buena práctica de yoga podría ayudarlos en su vida diaria, me responden que no, que yoga no, que probaron y se lastimaron, o salieron peor de las clases.
Me asombra y no me asombra.
En mi experiencia personal la práctica de asanas y pranayama es una de las cosas más geniales que me pasaron en la vida. Es como lavarse por dentro. Y no hablo sólo del cuerpo que por supuesto comienza a mejorar en todos los niveles.
Hablo de resetear la mente. Algo pasa con la mente de quien practica yoga diariamente. Algo se calma en el constante tironeo de todos los días.
Y se abre espacio para más vida.

3 comentarios:

Dana dijo...

Sabes que me pasa que quiero hacer yoga, nunca hice, y hay tantos lugares que no se...no se cual elegir!?
Que estemos a mitad de año es increíble, bah a mi me pasó super rápido.
Beso.

Flor dijo...

Sí, es todo un tema elegir un profe de yoga. Decime por donde vivís y tal vez pueda orientarte! ;)
Otro beso.

Dana dijo...

Por Nuñez.
Gracias!