El elemento metal propone ese límite sutil y delicado que permite el intercambio adecuado entre el adentro y el afuera. Sus órganos son la piel, los pulmones y el intestino grueso. Es un tiempo donde la energía de la naturaleza se concentra y así como los árboles dejan caer sus hojas, nosotros soltamos lo accesorio para conectar con lo esencial.
Su color blanco llama a la pureza, a la pulcritud. El elemento metal nos pide estructura, disfruta de la rutina y de ciertos rituales. Su sentido es el olfato, ese sentido tan primario y a la vez necesario para "olfatear" nuestro alrededor.
Tengan todos un buen otoño.
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