Es sabido que en Olivos hay naranjos por todos lados. También es sabido que son cítricos de naranja amarga, a nadie se le ocurriría comérselas, sólo sirven para hacer dulce.
Conozco a una persona que tenía un naranjo en el frente de su casa y todas las veces que el naranjo daba frutos ella hacía dulce y luego repartía.
También pueden verse mandarinos. Y en temporada los árboles están a rebozar. Las mandarinas se caen a la vereda, ruedan por la calle y son aplastadas por los autos. Algunos vecinos se las llevan pero hay gente a la que le da pudor tomar el fruto de un árbol público.
No se entiende bien el propósito por el cual fueron plantados. ¿Era para que los vecinos nos copáramos y comiéramos mandarinas? ¿Era por la ornamentación? ¿Las flores de azar perfuman mejor? ¿O era por la vitamina C de los vecinos de zona norte que tomaban mucho Redoxon? ¿Qué se le habrá pasado por la cabeza al intendente de ese momento?
Hace unos años salió en un diario una noticia sobre si se podían comer los frutos de los árboles públicos. La cronista (joven) relataba su propia experiencia. Se comió una naranja amarga del Parque Thays y terminó en una guardia por un brote alérgico. Parece que en la ciudad los frutos de los árboles frutales están contaminados por la polución. Pero los comentarios rondaban con respecto a la naranja amarga. ¿Cómo se le había ocurrido a la cronista comerse un anaranja amarga cuando todo el mundo sabe que son para hacer dulce?
¿Y qué culpa tiene la pobre naranja?
2 comentarios:
no hay mejor sabor que el de la fruta robada!
jajaja
Nosotros sacamos moras de las moreras de Figueroa Alcorta, para hacer mermelada. Pero las de este año, no tenían gusto a nada. Es una pena, porque antes eran muy ricas. Teniendo el árbol ahí, ya no se pueden comer =(
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