Empecé un segundo profesorado de yoga en la tradición krishnamacharya.
Debo admitir que lo empecé sin saber a dónde me llevaría. Sólo sabía que era necesario ampliar las alas. ¿Por qué el yoga me hacía tan bien? ¿Por qué había clases que me llevaban al cielo y clases que no me gustaban para nada? ¿Cuál era la diferencia? Tenía que ser algo más que la existencia de buenos y malos profes. ¿Por qué me ponía tan nerviosa la práctica del pranayama? ¿Por qué no podía practicar todos los días como era mi deseo? ¿Qué significaba tener una práctica de yoga todos los días? ¿Cómo hacer para que los yoga sutras no quedaran tan alejados de mi realidad?
Me encantó. Me hizo super bien. Fue intenso y hubo momentos en los que me costó mucho seguir el ritmo pero valió la pena. Siento que ahora tengo mucha más claridad que antes. Y que todas estas herramientas y recursos las podré transmitir algún día.
Hatha Yoganusasanam.
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