miércoles, 9 de abril de 2025

Que lo que quede sea la canción

 Mamá me decía: vos no te parecés a mi. Cuando naciste eras igualita a tu papá. Eras mi negrita hermosa, con ese pelo morocho que no te quise cortar. El obstetra me dijo: doy fe que es tu hija porque la saqué de adentro tuyo pero es igual a tu marido.

Y sin embargo, mamá, todos los que no me conocían y te conocían cuando me veían me decían: sos igual a tu mamá. Me lo dijo tu psicólogo y también me lo dijo hace muchos años Fernando, tu osteópata cuando lo fui a ver para que me quitara algún dolor. Había algo energético, claramente. Y la voz. 

Hay dos fotos que encontré que me encantan. En una creo que tenés treinta años y estás en el piso del living de la casita de Paraná con la guitarra y todos los cancioneros desperdigados por el piso. Tengo esa imagen maravillosa tuya. Yo era una nena y quería ser como vos. Tirar todos los cancioneros al piso, tocar la guitarra y cantar. 

La segunda foto soy yo a los 21 años. Y parece un calco de la primera. Estoy en el living de la casa de Sarmiento, en patas, tocando la guitarra y cantando. Las voy a buscar para digitalizarlas. O no, que queden guardadas en una memoria de papel y luego se vaya desintegrando como los pétalos de las flores. Que lo quede sea la canción.