31 de diciembre de 2018

365 palabras

Incipit, coparse, práctica, discernir, frescura, merienda, chapuzón, ñirantal, civilización, tailandés, sumar, térmica, espeso, aleluya, back up, espera, reminiscencia, cuidado, inyección, ki, acuario, Margaret, cicatriz, visita, bizonte, shopping, electricidad, nochecita, Visnu, sifón, clarivigilia, eclipse, reencuentro, jardinear, terrazas, cumpleaños, envido, honrar, jadeo, celebración, matecito, bondiola, amiga, siesta, cenizas, paloma, faro, balconada, accesible, caída, paciente, tempestad, soleado, volver, Lua, Santiago, metabolismo, Suri, adaptación, zácate, desazón, guardia, salto! inmensurable, alta, inesperado, mujeres, agenda, familia, pacificar, terapia, tirabuzón, decisión, metal, Marielle, gatos, lluvia, otoño, pinchazo, salieris, apoyo, jitsu, incerteza, memoria, svarupe, reservorio, avena, sushi, planificar, basta, renovación, ayudita, ahora, lagunhyasa, embotellamiento, Lula, calamar, preparación, visión, pericardiando, foto, distinto, siksavalli, Radha, pravacane ca, triple, diagnosis, pranava, temprano, rayo, Jahara, expansión, abundancia, Yi, prioridades, salida, incondicional, accomplishment, fácil, ananda, trabajador, descanso, cansancio, dolar, teatro, magia, bancar, templanza, cuello, lluvias, sol, niñez, adultez, samskrtanamoccarana, confluir, tramiterio, aravinda, garganta, aduki, frío, agni, ksema, dirección, AUM, plaza, Jochu, amar, impasse, comunicarse, angasthairgam, trajín, España, fugazzetta, Rajneesh, polenta, gentileza, favorecer, juntada, apo, safe, mateada, escencia, puspam, #quesealey, histórico, helado, Merli, papá, bendición, caracol, acompañar, perder, encontrar, perla, liberación, Sofi, astanga, mandala, ananda, urna, eliminados, sensate, madre, industria, abhyasa, tatoo, fogonazo, aguante, goulash, patria, dolor, arogya, pequeñacirculación, yogasana, ventilar, familia, Lolo, Shen, chubasco, trueno, Mani, lentejas, Handmaid, repaso, sinfonía, deuda, purificar, Mamá, asquerosita, carne, lacaniosa, extendida, Pachamama, Sandra, nieto, zoom, Bagavad Gita, Chong, #quesealey, aborto, alumnes, ruta, reunión, Sosneado, raíz, retorno, actualizar, despedacito, Nat, insaciable, niñe, linaje, trascender, revisión, todes, lucciano's, perfume, cumbia, mantras, garbanzo, alarma, Santa Rosa, megadevaluación, saqueos, marrubio, cinismo, dhirah, sangrar, embarazarse, cancelar, letargo, primaveral, Durga, shanti, creatividad, ollas, smith, ozark, ravioles, sacro, dai mai, colchón, visceral, primavera, maderosa, abeja, musical, paro, lentitud, fondo, amainar, diluvio, pionera, atreverse, limpieza, trámite, esperanza, guiar, abuelo, enamorar, Brasil, santosa, devenir, libertad, ustrasana, gyoki, seiki, resonancia, dharma, parque, Frans, tzu-jan, sotai, apetito, despedida, Denise, bien, invertida, alojar, cuerpo-receptáculo, cakras, fix you, recapitular, moxa, confianza, Ganesa, plusmar, Eloa, Valerie, jaharear, recibir, corregir, residencias, cooperativas, Jengibre, suerte, papá, Mevis, playa, Chapadmalal-Olivos, aquí, srisuktam, notición, mejor, recurrente, amigas, cosmos, edén, ram, neroli, melancolía, polaridad, g20, siestaza, hermanos, mercurio, Marte, palimpsesto, sobrinear, sensibilia, Marcelota, abrazazo, gayatri, humedad, cañitas, rayo, suspender, Roma, verano, Laksmi, tapas, Pocho, cierres, máximo, carbonatación, sustentable, nochebuena, Osvaldo Bayer, búlgaros, arredo, microbiota, infección, cura, barómetro.        

28 de diciembre de 2018

Feliz con mi kefir

Feliz como una lombriz en los días de lluvia.
Es algo que digo desde hace muchos años.
Bueno, mis lombrices están bien, gracias. Super alimentadas con todas las cáscaras de vegetales que venimos comiendo en este tiempo y con restos de poda. El compost, una maravilla.
No se crean que tengo la super compostera, no. Tengo unos baldes de 10 litros a los que agujereé abajo con una agujereadora. Los tengo sobre unos platos de plástico para que derramen allí el juguito del lixiviado. Eso luego lo mezclo con agua, regadera y va directo a las plantitas en maceta.  Debo decir que mantuve mi conducta bastante bien salvo algunos meses donde hizo muchísimo frío y mantuve el compost muy descuidado. Ahí se deben haber muerto algunas lombrices. Pero luego recuperé el ímpetu y puedo decir que hace un año que he reducido muchísimo la basura que va a parar al CEAMSE. La basura cero por ahora no existe en mis posibilidades. Pero no hay que desanimarse. 
Otro gran descubrimiento de este año fue el kefir de agua.
¡Qué maravilloso descubrimiento! El kefir es pura vida. Por qué digo esto? Porque te estás tomando una bebida que contiene un montón de bacterias y microorganismos super benéficos para nuestro cuerpo. Además, es rico, refrescante, estoy feliz con mi kefir de agua.
También es toda una rutinita. Cuidar los nódulos, darles de comer adecuadamente, colar la bebida, agregar el limón.Tengo en la heladera un montón de frasquitos llenos de nódulos para donar. Los voy repartiendo a quien me lo pide y enseño a hacerlo. Es muy fácil pero hay que tener en cuenta algunos detalles para que no salga muy avinagrado.
Buen fin de año para todos!
Salud y chin chin!


25 de diciembre de 2018

Sí, por lo menos soñar

 Por Osvaldo Bayer

Sí, aquí la nieve. Navidades blancas nos esperan. Bueno, no tan blancas, los nubarrones acechan. Pero, esperanzas, siempre. Deseos, nunca el pesimismo. Pero la realidad... Europa... la civilización europea. En medio de la interminable, infinita discusión, Europa, aquella que salió en sus mares, en carabelas, a “enseñar su cultura” y se llenó de ira, plata y esclavitud para deshacerse a sí misma en guerras, en horcas y trincheras. A pesar de los filósofos y su búsqueda de la “paz eterna” y de su religión que nos enseñaba la “bondad”. Sí, la bondad de los pobres hacia los ricos.
Recuerdo ese ’45, ahora sí, todo será democracia y llegar a la comprensión infinita entre los pueblos. Recuerdo la caída del mundo soviético, ahora sí que el capitalismo demostraría sus frutos, la generosidad rebalsaría los bolsillos, democracia para todos. La actualidad... con una nieve cada vez más chirle y los bosques cada vez más pálidos y reducidos. Pero los autos, sí, los autos. Pese a la crisis, más autos.

Gente sin trabajo. La peor de las epidemias. Pero en los barrios bien no han disminuido las compras. Los artículos de lujo siguen sonriéndonos desde las páginas de las revistas situacionistas y de la televisión privada. Y en las escuelas y las plazas, menos niños. Y los pocos que hay están ante la pantalla. La Alemania del ’45 se convirtió en un país capitalista modelo que dicta recetas. La Unión Soviética en la Rusia de Putin, un maestro en meter la mula hasta en las elecciones mientras en Asia y en Africa se destrozan a palos y con bombardeos estratégicos. Anoche la televisión alemana inundó con lágrimas patrióticas la visita de su ministro de Defensa a Afganistán, donde fue a rendir homenaje a los soldados alemanes caídos durante la ocupación de ese país asiático. Decenas de jóvenes muertos por el ansia occidental y cristiana de demostrar que la única fórmula de vida es la que trata de enseñarnos Occidente desde el tiempo de los romanos. La crueldad de enviar jóvenes uniformados a países desconocidos a hacer cumplir las reglas de Occidente que dicta Estados Unidos. Jóvenes uniformados muertos en todas las latitudes desde siempre. Para ser todos occidentales y cristianos.

La crisis económica que inunda los comentarios de todas las publicaciones. Las distintas fórmulas capitalistas para salir de la crisis que dentro de diez años nos llevarán a otra crisis. En un planeta cada vez más raquítico.
Los diarios alemanes traen en primera página un informe del gobierno: “Uno de cada siete alemanes está amenazado de caer en el nivel de pobreza”. Y es el país más seguro de Europa.
¿Seguimos esta descripción o paramos aquí y comenzamos a sembrar optimismo ya que estamos en las fiestas y a hablar de sonrisas y esperanzas? Sí, podríamos parar aquí con esta actualidad de desocupación y miedos de futuros de miserias, corridas y vidrieras rotas y visitar colegios con sus coros infantiles navideños o fiestas de ancianos que se reúnen para obtener fondos y ayudar a los niños huérfanos africanos. O felicitar a un núcleo de artistas plásticos que ofrecerán sus obras en beneficio de los vagabundos en las ferias de Navidad junto a bombones, tortas navideñas y luces de colores. Y sonreír y pensar con optimismo: el ser humano es invencible, nunca se da por derrotado. Pese a Putin, el presidente Obama, Berlusconi y Bin Laden.

Las campanas de las iglesias siguen tocando en vano. Que sigan tocando, por lo menos incitan a recordar, a levantar en vuelo a las aves, a meterse entre el ruido de los motores.
Sí, piso la nieve de esta aldea alemana con siglos de historia. Está como si nada hubiera ocurrido en el mundo. Su bosque blanco de nieve, sus techos resplandecientes de blancos puros. Y las luces de sus ventanas. Todo en orden por esas calles por las que cada veinticinco años desfilaba una generación de jóvenes uniformados a marchar “al frente”, contra el “enemigo”. Resuelvo no pensar más en la historia, sino sumergirme en la poesía y luego matizarla con música, sí, Schubert y Schumann. Luego, con un buen vino del Rin, ensayar algunas danzas con mi mujer. Todo un poco clásico. Justo me tocan el timbre, el correo: un libro sobre las villas miseria argentinas de un escritor amigo. Y ahora me golpean la puerta: dos damas bien vestidas que hacen una colecta para agrandar el hogar de vagabundos de la zona cuyo número ha aumentado con la crisis. “Vamos a tener un invierno muy crudo”, me dice una de las damas con acento maternal y mirada severa, “esa gente ya no puede dormir en la calle”. Las invito a pasar porque entra mucho frío por la puerta abierta, pero no aceptan porque me dicen que les queda mucha tarea todavía. La única respuesta sólo puede ser la mano que va al bolsillo. Anotación y firma. Todo correcto.

Me siento. No me queda otra cosa que cavilar. Empleo esa palabra porque me parece sabia. Cavilar, pensar, meditar, soñar... pienso, pero casi grito: ¡actuar! Y me asomo por la ventana para seguir la marcha de esas dos mujeres que pese al frío salen a la calle a pedir por vagabundos de los cuales no conocen ni el nombre.

El cartero, junto al libro, me ha entregado una revista argentina que recuerda el 2001 aquel. No puedo dejar de recordar las asambleas barriales. ¡Qué momento inolvidable! Los soñadores vinos todo un futuro: esas viejitas hablando por primera vez en esa masa que se juntaba por necesidad de soluciones. Esos jubilados que ya no hablaban de sus jubilaciones sino de chicos con hambre y que no había que conformarse solamente con hablar, esos jóvenes que pensaban armar colectivos para construir casas... qué imágenes. La repentización de las masas. Sonrío. Sí, hay algo también en el ser humano, hay algo que nos puede llevar a lo racional, lo moral, el hallazgo definitivo de la no violencia en la sociedad. A la ética de la mano abierta y no la de los “countries”.

 Me miro con mi mujer, nos hacemos un guiño, ella vuelve a poner música de Schubert y yo levanto las manos para iniciar una danza de esas clásicas, con reverencias, pero también ensayando abrazos.
 
Texto extraído de Contratapa de Página 12, 23 de diciembre de 2011

5 de diciembre de 2018

Necesario para hoy

Necesitamos el medio ambiente para sobrevivir, necesitamos aire limpio, comida, agua potable. Eso no lo podemos cambiar. El capitalismo, el libre mercado, las leyes del mercado no son una ley de la naturaleza, las inventamos nosotros. Se pueden cambiar. Es estupido poner la economía por encima de la biologia, de nuestra propia supervivencia, a la que estamos poniendo en jaque con el modelo actual de consumo desenfrenado.

Juan Tavella

26 de noviembre de 2018

Ráfagas antiguas

Poner algunas cosas en su lugar. Sacar de la bolsa lo que está mezclado y descubrir, clavo, clavito, tornillo, tornillito, fisher, ganchito, broche, monedita.Encontrar bolsillos vacíos, miguitas, lacitos, hilitos, migajitas de pasado que ya no es.
Nuestro amor diluido en un montón de escombritos pequeños.
Las manos me quedan sucias de tierra, el polvo de los años.
Alguna vez este polvo fue parte de una estrella.
Y así continúa la vida.
Ráfagas antiguas te alcanzan para desvanecerse.

21 de noviembre de 2018

Lolo y su visión del mundo

Mi sobrino Lolo de cuatro años cree que hacer shiatsu es bailar. Cuando sube al cuarto de shiatsu que hay en mi casa se tira en el futón con una alegría inmensa y me dice:
-¡¡Hagamos shiatsuuuu!!
Y se pone a revolear las piernas y me pide que ponga música.
Este chico tiene una idea extraña de lo que es mi trabajo pero nos divertimos como locos. Ya habrá tiempo de explicarle.
Pero el otro día, mientras almorzamos, me pregunta:
-Flor, vos te fuiste a andar en pileta?
-Si, fui a la pileta. Había una pileta.
-No, pero vos fuiste a "andar en pileta".
-¿Y cómo sería eso?
-La abuela me contó.
-¿Qué te contó la abuela?
Inteviene mi mamá.
-Le expliqué a Lolo que la semana pasada no estabas porque te fuiste a hacer Jahara
-Eso, Jahara. ¿Cuándo sea verano me vas a hacer jahara?

Adoro a este chico y sus ideas sobre las cosas que hago.

30 de octubre de 2018

Trama y desenlace

Encontrar que el cuerpo es un lugar de recepción y de acción. Encontrar que tengo ambas polaridades y que ambas están disponibles. Sólo hay que darle tiempo. No decidir desde la cabeza sino desde un lugar más sincero. Hay una inteligencia que no está en el cerebro y que si la dejamos obrar hace maravillas.
El problema siempre surge cuando no le damos tiempo. Cuando aplastamos eso nuestro con una lógica que no nos pertenece.

Ayer danzamos cinco mujeres para sanar una herida. Los ojos vendados, el espacio, los pies sobre la tierra. Danzar la vida, danzar la maravilla, danzar la respiración.Danzar el viaje.

Hacer del mundo ese espacio para danzar el equilibrio del ser. No necesitaríamos tantas palabras complicadas.


19 de octubre de 2018

Seiki

El Qi, Chi, Prana esta ahí pero nadie sabe muy bien qué es. Y sin embargo, es. Por eso cuando Frans Copers posó sus manos sobre mi sentí que algo nuevo renacía.
Durante mucho tiempo llevé esta herida en mi corazón, en mi alma.Sentía el corazón pesado.
Pero desde hace unos días, luego de la sesión de seiki con Frans siento que el mundo en el que vivimos es un milagro, que la vida es un milagro, que estar vivo es un milagro, que yo soy un milagro.
Siento el amor rodeándome, acariciándome.
No sé mi nombre, sólo vivo, respiro y amo.
Y está bien.

24 de septiembre de 2018

Primavera suelta

Yo amo a las abejas. A los seis o siete años me picó una abeja en una pierna. Eran los veranos en la quinta de Luján. Ahí tuve mi primer gran lección sobre estos bichos. La abeja te pica cuando no tiene más remedio porque se le va la vida en ello. Por eso desde ese momento supe siempre que a las abejas hay que tratarlas con respeto y que si aparece una no va a picarme a menos que yo haga alguna estupidez.
Llegó la primavera y llegaron las abejas al jardín. Todos los yuyos del pasto están en flor. Eso quiere decir que las abejas se pasean de flor en flor a ras del suelo. Lua, feliz, iba de flor en flor, saltando sobre las abejas. Hasta que una la picó en el ojo. La gata hizo una pirueta muy graciosa (que ahora comprendo era de dolor) y salió disparada hacia adentro de la casa. Cuando la encontré tenía el ojo en compota, la mitad de la cara inflamada y no se movía.
Resultado: inyección de corticoides, toma de prednisona por boca durante unos días y colirio para el ojo de Lua.
Resultado II: pasé la máquina de cortar de pasto por todas las florcitas de los yuyos del pasto. Lo siento, abejas, vuelen más alto.

13 de septiembre de 2018

Pegoteados

Tuve un sueño espantoso. Íbamos con nuestro autito por una ruta de asfalto rumbo a un aeropuerto. La ruta se hacía dificultosa, pedregosa y en un momento se terminaba el asfalto y empezaba el lodo. El camino estaba todo empantanado. Había autos que se volvían buscando el camino de asfalto. Nosotros continuábamos un poco más y nos encontrábamos con que el aeropuerto era un enorme barrial abandonado lleno de charcos. Nico me miraba y me decía: "en este lugar no se puede despegar".
Hoy me despierto con la noticia de que secuestraron una maestra en Moreno, la torturaron y le grabaron en el vientre con un punzón: "ollas no".
El Hospital Posadas se quedó sin servicio de cirugía cardiovascular infantil. Lo siguen vaciando.
No hay más Ministerio de Salud y el streptococcus anda provocando revuelo, miedo y muerte.
Los medicamentos se dispararon a precios imposibles.
Los bancos disfrutan de la crisis.
El FMI está en la Argentina, siguen con las negociaciones.
Bienvenidos al barro.

12 de septiembre de 2018

Una voz

Crear un oasis en el medio de este caos.
Volvés de trabajar, estás cansado, el cuerpo te pide a gritos que le des un poco de espacio. Llegás a la práctica de asanas con el último aliento. El ambiente es suave, la luz muy tenue, los mats ya están acomodados, las ventanas entornadas, la calma ya comienza a manifestarse. Todo está preparado para entrar en el templo.
Te ayudo a que te pares en el mat y registres tus pies, tu cuerpo alinéandose, la respiración que se vuelve consciente, las manos debajo del ombligo para percibir mejor la exhalación. Con la exhalación empezás a sentir que las tensiones del día se diluyen, que algo comienza a circular dentro tuyo.
Inhalás y exhalás levantando brazos, flexionando caderas, estirando columna, un pie adelante el otro atrás, repetimos secuencias, hilamos movimientos que nos van permitiendo encontrarnos.
Y así durante una hora hay una voz que te va guiando, vas permitiendo que el suelo te sostenga, que la respiración te sostenga.
Cuando terminamos es como si hubiéramos salido de un agua muy pura.
Después resta el regreso a casa, la rutina del día, los quehaceres, las responsabilidades, los sinsentidos de la vida.
Yo hoy agradezco ser la voz que sostiene tu práctica.

10 de septiembre de 2018

Ayurmantrah

El país se cae a pedazos y a mi me llega una propuesta de dar clases de yoga por la mañana y por la tarde en el lugar donde hice el profesorado.
Por supuesto, acepté.
Dos momentos del día opuestos. Empezar y terminar el día con una práctica de asanas durante un mes.
Así que septiembre me pide brotar este proyecto que andaba en un "veremos" constante.
Hay un punto de partida y justo es este año.
Nunca se sabe donde uno puede terminar.

31 de agosto de 2018

La lengua

En el Curso de lingüística general De Saussure explica las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas (o asociativas) proponiendo como ejemplo el signo lingüístico "enseñanza" (entre otros).
¿Adivinen qué sintagma usé yo en la clase de lingüística en la universidad privada donde trabajo hace ya varios años?
"Enseñanza pública gratuita y de calidad".
Y dibujé los ejes horizontal y vertical.
Luego les dije:
-Ahora asocien con lo que quieran, los escucho.

31 de julio de 2018

Perlas de FB

La mejor manera
de reconocer a los demás
es interesarse por uno mismo
La mejor manera
de descubrirse a uno mismo
es interesarse por los demás...


Pablo Canapé.

27 de julio de 2018

La ecología es un problema político

Reciclar no es cosa de hippies con Osde. Reciclar es una decisión política. La ecología es un problema político y es urgente que lo empecemos a ver de este modo antes de que nos hundamos todos en un mar de plástico muerto.
Es algo tan obvio. Estar en la Tierra es tan obvio que sólo te olvidás de que ella existe cuando la Tierra se mueve bajo tus pies o cuando viene una gran inundación o cuando sucede alguna catástrofe. Como nadie ve la isla de plástico que, según algunos expertos es más grande que Francia, todos siguen consumiendo plástico.
Se han prohibido las bolsitas de plástico en CABA pero todos los alimentos que consumimos en un supermercado vienen envueltos en plástico. Incluso en las dietéticas "verdes" te dan bolsas de papel madera para cargar tus comestibles pero cuando pedís que te den un kilo de arroz yamaní te lo dan envuelto en bolsitas de plástico. ¿Entonces? Si en estos lugares donde se supone que venden alimentos conscientes no pueden sustentar el envase consciente qué podemos esperar de las grandes cadenas de supermercados donde el común de las personas consume sus alimentos.

***

Ayer vinieron unos amigos a casa a cenar. Nico preparó un plato tailandés delicioso. Por supuesto, todos los productos como la leche de coco y el curry en pasta son importados. Y nosotros los lavamos y los metimos en la bolsa de reciclables frente a la mirada atónita de nuestro amigo milennial.
-Hippies- dijo. Y lo dijo con amor porque nuestro amigo nos quiere muchísimo.
-Nada de hippies- le respondí- Esto es algo super serio, Julián.

***

Hay un breve instante en el uno comprende que la transformación ya se ha dado. En nuestro caso, aunque reconozco que es poco, separar la basura ya es un  hábito. Aún hay cosas que no sé bien cómo separar ni si realmente sirven para reciclar. Pero lo cierto es que la basura húmeda ya no se mezcla con la seca. 

22 de junio de 2018

Jochu

El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas.
Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación.
Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la Danza Cósmica que está siempre allí.
Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no.


Thomas Merton

Murió Jose. Murió rodeada de su mamá, las amigas de su mamá, en su casa. Su carita reflejaba paz. Nunca sentí tanto amor en la despedida de alguien. Aún lo siento en mi corazón y sé que perdurará como la llama de una vela. Josefina nos enseñó que cultivar amor es lo más importante, incluso en situaciones muy adversas. Y nos dejó una ventana por donde resuena la música y hay mucha luz.

 

18 de junio de 2018

Annam

Dar de comer. Alimentarse.
Alimentar bocas, un cuerpo.
Alimentar el alma.
Me alimento de una manera distinta a como me enseñaron mis padres, la escuela, la sociedad porteña y la cultura argentina.
Algunas cosas las sigo tomando en momentos especiales: el mate con la familia y amigos, las medialunas de la tarde del domingo, el asado, la pizza rellena, el café. 
Pero en mi vida diaria fui encontrando un modo, una forma que no violentara mi cuerpo. Busqué en la macrobiótica, en el vegetarianismo, en el ayurveda, en la alimentación consciente. Y la sigo buscando porque la vida es puro movimiento y las necesidades van cambiando.
Alimentarse. También me alimento de palabras. Palabras nuevas que me ayudan a comprender palabras diarias que uso y que no sé bien quién o qué me las inculcaron.

26 de mayo de 2018

Muñeca

La nena me miraba a través de la reja. Le pregunté su nombre.
Morena, me dijo.
He conocido en mi vida muchas Morenas rubias. Pero la Morena pequeña que se asomaba por la reja era morocha, con unos ojazos inmensos y una boca llena de dientes desparejos.
Yo había estado podando y barriendo los restos de ramas y hojas por eso se había acercado a hablar conmigo.
-¿Tiene algún fideo o algo?
La miré. Debía tener ocho o nueve años máximo. Hice memoria de la alacena de mi casa. Hace rato que tenemos que ir al super a hacer compras.
Como tardé en responder, Morena volvió a arremeter:
-¿Y una muñeca? ¿Tiene alguna muñeca?
-¿Una muñeca?
-Sí... para jugar.
-Esperá.
Entré como una tromba en la casa y fui directo al cuarto de shiatsu. Allí estaba una muñeca de tela que mi mamá me trajo de algún viaje a algún país latinomaericano, Una muñeca con la que nadie ha jugado nunca. Es muy bonita, la tengo en una repisita y cada tanto la cambio de lugar. A veces la he tenido cerca de mi mesa de luz. Es una muñeca colorida con trenzas que además sostiene en sus brazos un bebé.
Y ahí estaba, junto al Buda, sonriendo.
La agarré y le dije: vas a hacer un viaje a otra latinoamérica, vas a cumplir tu cometido de muñeca.
En la alacena encontré un rejunte de cosas que ni sabía que tenía: una lata de atún, medio paquete de fideos "Don Vicente", un cuarto de paquete de polenta, una lata de leche condensada. Todo parecía poco pero para quien tiene hambre siempre es mejor que nada. Lo puse todo en una bolsa y y salí.
-Morena, mirá, te traje esto.
Sonrió contenta.
-No sé si es la muñeca que esperabas pero... bueno, es... una muñeca de tela.
-¿Tenés otra para que no esté sola?
-No, sólo tengo esta... pero mirá, no está sola, tiene un bebé.
-Aaaaah.
-¿Te gusta? Si te gusta es tuya
-Sí, me gusta.
Me lo dijo con la voz ronca, gastada, tomó a la muñeca y la apretó contra su pecho.
-Bueno, ponele un nombre. No te olvides.
Cruzando la calle vi que su mamá estaba tocando el timbre de mis vecinos, los que recién se mudaron.
-Dale esto a tu mamá.
Y le di la bolsa con los comestibles.

24 de mayo de 2018

Akara Ukara Makara Iti

Ayer, una revelación. El Om es lo que nos conecta con Isvara. La prueba de que Isvara existe está en el Om, es decir, en el sonido. No se puede ver, ni tocar, ni decir. Hay que cantarlo.  Hay que probar.
El Om es un pranava, un sonido auspicioso. Y se escribe AUM porque contiene a Akara Ukara y Makara. Todo esto está en el Mandukya Upanisad y la verdad es que no lo sé explicar muy bien porque tendría que estudiarlo más. Ayer cuando escuché hablar de esto me emocioné a un punto que no lo puedo explicar con palabras. Sucedió. Como cuando me explicaron el comentario que Patanjali hace en la gramática de Panini sobre la vocal. Yo había escuchado hablar de la gramática de Panini en la materia Lingüística general hace ya 20 años, cuando internet era sólo un atisbo de lo que es hoy. Me habían explicado la importancia que había tenido el descubrimiento de la gramática del sánscrito para el estudio de la Lingüística Moderna, incluso para la constitución de la lingüística como ciencia. Entonces, hace poco, escucho en otro contexto completamente distinto "svayam rajate svarah iti" que es la descripción que hace Patanjali de la vocal: "Esta es la vocal, la que brilla por sí misma". Y de pronto entender que todo estaba en el sonido. "Svara", la vocal se pronuncia casi como Isvara que es esa luz, esa energía suprema. Isvara contiene a svara, en realidad, Isvara contiene a todo, nos contiene a todos. Y estar estudiando canto védico, un poquito de sánscrito, estar cantando, que esto sea yoga, no sé... de pronto todas las piezas de mi vida están en orden.

23 de mayo de 2018

Joyitas

Para esto también sirve tener un fb. Encontrás joyitas como esta de gente maravillosa que también tenés el placer de conocer en la vida real.

"Los cambios duraderos no suceden de golpe. Es importante registrar esos pequeños indicios que nos muestran que vamos en la dirección deseada. Que aunque aún hay resabios de hábitos adquiridos con la experiencia y que ya no deseamos, ahora también se hace presente una cierta consistencia en el modo de estar que nos da mas oportunidades de fluir.
Es importante no buscar la euforia para equilibrar la tristeza, para que la alegria de simplemente ser pueda llegar y quedarse".

Valeria Primost

22 de mayo de 2018

Sarvanga Sadhana

Durante mucho tiempo llevé una cicatriz que no era mía ¿Cómo es eso? En mi sueño llevaba una cicatriz de tela pegada con grampitas a mi muslo. Cuando me daba cuenta de esto me empezaba a quitar las grampitas que se salían con tan sólo tocarlas. Las desprendía sin dolor alguno. Debajo de la tela había sólo piel. Mi piel. No había cicatriz.

¿De quién era la cicatriz de tela que llevaba en mi muslo? ¿O era acaso un talismán que me protegía? Tal vez ya no necesito de la cicatriz para continuar. Tal vez ya no necesito mentir. O para ser más sincera... tal vez necesito mentir menos.

6 de mayo de 2018

El centésimo mono

Para el cumpleaños de Nico, el Puma y Guses nos regalaron dos entradas para ir a ver "El centésimo mono" de Osky Guzmán (así de suertuda soy, una acuariana nacida en pleno febrero que disfruta de los regalos de su taurino compañero). Así que ayer nos tocó ir al teatro "La Carpintería", una sala preciosa con un barcito adelante, todo muy cálido. No teníamos mucha idea de qué es lo que íbamos a ver pero confiábamos plenamente en Guses que siempre nos ha asombrado con sus recomendaciones. 
Y esta vez no fue la excepción. La obra nos encantó y a mí personalmente el final me hizo llorar a viva lágrima. Hace mucho que el arte escénico no me hace llorar de emoción así que debo decir que "El centésimo mono" me llegó hasta el alma. La recomiendo fervientemente a todo aquel que quiera conectar con la vida, la magia, los sueños y la muerte.


18 de abril de 2018

Atajar

Cuando estás de malhumor, cualquier cosa que yo diga va a estar mal. Entonces salgo a la calle a soltar amarras y dejar atrás tu enojo. Me pierdo en la inmensidad del afuera, en el rugir de los autos, la semana viene escuálida, los zapatos dan calor y el otoño no quiere desplegarse.
Todo recuerda a lo solos que estamos frente a nuestro miedo aunque el amor te recuerda que hay otros que ante una caída te atajarán como puedan, como mejor sepan hacerlo.
El viento se levanta y me sopla en la cara. El viento me recuerda, en estos momentos, que tengo la vida que quise tener, que estoy viviendo una plenitud de la que nunca me creí capaz. Aunque me rodeen viejos dolores, temores, rencores, hago ancla en mi. El viento sopla y yo no me vuelo.
Es inevitable la caída, es inevitable que vuelva a levantarme. El rumbo es un camino incierto y yo elijo estar presente, sentir, brotar desde mi profundidad y volverme certeza.
Cuando vuelvo a casa me decís que nada sirve, nada funciona, nada, porque todo duele, todo es muy duro y yo te entiendo tanto porque alguna vez sentí ese dolor que no se puede explicar, que te aísla de todos los seres, que te encierra en paredes húmedas y vacías.
Entonces vengo acá, escribo esto, hago repiquetear estas teclas. Más tarde iré a abrazarte y aunque me intentes apartar con tu oscuridad no me asustás, sabelo. A lo mejor sí sirve. A lo mejor.... mirá que de todas las cosas, yo sé atajar muy bien. Me lo enseñó mi pasado. Algo bueno saldrá de todo esto.

9 de abril de 2018

Un mapa

Tengo las horas de mis días cartografiadas.
Mi día lleva el color de una multitud.


19 de marzo de 2018

14 de marzo de 2018

Deseos

Los martes y los viernes son días de sesiones. Los lunes y los miércoles son días de profesorado de yoga. Los jueves son días de clases.
Así comencé el año. Pero todo esto puede cambiar en abril.
Abril, el mes más cruel, decía TS Elliot.
Tengo una cajita donde guardo mis deseos. Hay de todo tipo. Deseos enormes, inmensurables y otros más pequeños. Los voy sacando en la medida de lo posible. Algunos se cumplen, otros se quedan guardados a la espera y otros se desvanecen.
No creo que esa cajita se quede vacía nunca porque esa cajita es mi corazón. 

24 de febrero de 2018

Faro de luz

Se sabe que mi amor por La Paloma data de mucho tiempo.
Me gusta que el faro se encienda justo a la caída del sol, como un ritual.
Se va la luz pero se enciende el faro y nunca el mar está a oscuras.


5 de febrero de 2018

Celebración

A soul cake, a soul cake,
Please, good missus, a soul cake,
An apple, a pear, a plum or a cherry,
Any good thing to make us all merry.
A soul cake, a soul cake,
Please, good missus, a soul cake,
One for Peter, two for Paul,
And three for Him that made us all. 

4 de febrero de 2018

Libros regalados


Tengo muchos libros sobre yoga. Libros que compré y elegí yo.
Pero como todo en la vida, lo mejor casi siempre viene gratis e inesperadamente.
Este libro era de la mamá de una amiga de Nico que al mudarse quiso desprenderse de parte de su biblioteca. Nico fue a la casa y se trajo una caja de libros. Me dijo: vi estos libros y pensé en vos, creo que te pueden interesar.
Yo los miré desconfiadamente como quien mira a un intruso y lo escudriña para verificar que no haya peligro.
Finalmente nos terminamos haciendo grandes amigos.
Este libro está en mi mesa de luz y cada tanto leo algunos pasajes. Nunca cesa de soprenderme. 

2 de febrero de 2018

Libros prestados

Se vino febrero con otra propuesta en el Tumblr Un mes de.
Esta vez son libros.
Me encanta leer libros prestados.
Este libro me lo prestó Claudia y cuando me lo dio me dijo: cuando lo leí pensé mucho en vos.
Qué buena recomendación para leer un libro, ¿no?
No había leído nunca nada de Grossman. Me gustó mucho y me salvó del insomnio varias noches seguidas.


28 de enero de 2018

Los árboles están siempre


Ayer por la noche tuvimos a un cumpleaños en el Bajo de San Isidro. El día había sido sofocante. Salimos de casa con la sensación de estar en una olla bajo presión pero al llegar a la ribera norte descubrimos un aire nuevo. La terraza estaba rodeada de árboles, vegetación y el río estaba muy cerca.
El bajo de San Isidro está lleno de plantas y árboles nativos que no suelen verse en la ciudad. Son árboles que crecen desmesuradamente, árboles que dan una sensación selvática inexplicable. Apenas uno se sumerge en ese verde, la refrescante sensación se vuelve maravillosa.
La noche nos fue envolviendo con la celebración de estar entre amigos, buena bebida, música y comida genial. A la vuelta acercamos a un amigo que vive en CABA y se sentía lejos de todo. De a poco, la Libertador angosta y llena de árboles intrincados fue dando paso a la Libertador ancha. Luego autopista, cemento, luces, más avenidas, calles, los árboles urbanos se nos presentaron demasiado prolijos, desmasiado estéticos. Pero también fue bello ver el lago del Planetario iluminado, los árboles urbanos en silencio y la luna recortada en la Avenida del Libertador a las dos y media de la mañana.


27 de enero de 2018

A una semana de mi cumpleaños

Por Leila Guerriero

Antes de que todo esto se termine. Antes de que cierren la casa y vendan los muebles y regalen los libros. Antes de que se repartan los cosméticos y los zapatos. Antes de que arrojen las cacerolas a la basura. Antes de que vacíen las alacenas, de que se lleven las especias, los fideos. Antes de que se terminen los días felices y las tardes de domingo. Antes de la última de las madrugadas. Antes del final de la angustia. Antes de que se acaben el sexo sin amor y el amor sin sexo. Antes de que la ropa se pudra en los placares. Antes de que descuelguen los cuadros y cubran los sillones con lienzos y cierren las ventanas para siempre. Antes de que quemen las fotos. Antes de que se resequen los felpudos, de que se oxiden las cortinas en sus rieles. Antes de que se terminen la curiosidad, los huesos, el hígado y las córneas. Antes de que se sequen todas las plantas del balcón. Antes de que no haya más nieve, ni colores, ni trópicos. Antes del final de todas las selvas, de todos los mares, de todos los reflejos en el agua. Antes del último poema. Del final de las veredas y las calles. Del fin de todos los paseos. Antes del adiós a todos los aeropuertos y todos los aviones y todas las ciudades y todos los cafés con vidrios empañados. Antes de la cancelación de todas las discusiones, de todos los argumentos, de todas la furias, de todos los desprecios. De todas las metálicas ansiedades. Antes del fin de los gritos, de la desolación y de la culpa. Antes de la última agenda, del último viernes, del último bar, del último baile. Antes de que se apaguen todas las cúpulas y todas las pantallas. Antes de que las polillas se coman los restos de la lana y de la almohada. Antes del final de las mascotas. Antes, mucho antes: hay que vivir. ¿Pero cómo? ¿Cómo?  
“Qué admirable / el que no piensa "la vida huye" / cuando ve un relámpago”, escribió Basho. Admirables los que están en el tiempo sin pensar en él.

26 de enero de 2018

No hay basura

A veces se nos olvidan las cosas más obvias. Ropa interior, mallas, calzado, vestidos de verano... De pronto me doy cuenta: no me compro ropa hace años. Mis viejos trapos ya no dan para mucho más y mis sandalias (que reconozco que amo y me cuesta encontrar unas así de comodas) tienen que irse, ya caminan solas.
Suelas desgastadas, telas rotas, agujeros en las remeras, en las zapatillas... da gusto renovar algo cuando tuvo un uso tremendo.
Consumir entonces adquiere otra dimensión.
Llegas a casa con lo nuevo, le agradecés a lo viejo, lo ponés en bolsas, junto a los reciclables, ya nada se tira, todo se transforma.
Nada más va a la basura.

24 de enero de 2018

La jaula se ha hecho pájaro

Escribí diarios íntimos en papel hasta 2012.
No era muy meticulosa pero los cuadernos se iban apilando.
Luego algo sucedió en la comprensión y no quise seguir con esa práctica. Es que algo en la escritura se cristalizaba. Y yo quería dejar de cristalizarme.
Quería olvidar. Y acordarme de lo que mi mente quisiera recordar, no lo que me contara el papel años más tarde.
Hoy encontré algo de mi subjetividad que me recordó aquellos días en los que escribía mucho.
Un descubrimiento poco asombroso, muy obvio, bastante vergonzante, como todo lo que uno descubre más o menos en un diván.
Un miedo, un no saber qué hacer, un conservadurismo que creí que ya no tenía.
Una chatura que me acompaña desde siempre.
Todo eso está muy bien, digo, haberlo descubierto. 

Y me acuerdo de ese poema de Alejandra

La jaula se ha hecho pájaro
que haré con el miedo.

Resulta que no era miedo.
Era culpa. 

El techo del mundo

Sequoias. Árboles gigantes. Una lección de humildad para el hombre. Pueden llegar a medir 115 metros de altura. Un verdadero techo verde para el mundo.
Para las sequoias los incendios son una bendición. El fuego secas sus frutos y hace que se desprendan las semillas. Si los frutos no se secan lo suficiente puede que nunca lleguen a desprender las semillas. De modo que algunos fuegos verdaderamente traen vida al bosque. 

15 de enero de 2018

Eriotz-orri

Este árbol está plantado en la cochera de casa y en la puerta de la escuela de shiatsu donde trabajo. Así que lo veo muy a menudo y sé algunas curiosidades sobre él.
Lleva varios nombres: Adelfa, Laurel de jardín, Laurel de flor (tiene unas flores muy bellas), Rosa laurel, Baladre, Trinitaria, Laurel Romano pero su nombre científico es Nerium Oleander.
Es una arbustiva que si la dejás crecer se transforma en un árbol de gran porte. El que está en mi casa tiene varios años pero lo voy podando bastante de modo que no lo dejo alcanzar una altura muy grande. El de la escuela, en cambio, lo han dejado crecer a su gusto. ¡Y se nota!
Sus hojas son perennes.
Pero sepan esto: todo su ser es extremadamente venenoso. Hojas, tallos, raíces, semillas.
En algunos pueblos a sus hojas las llaman lengua de suegra.
En lengua vasca se le dice 'Eriotz-orri', que significa hoja de muerte.

Laurel de Flor (casa)
Laurel de Flor (escuela)

11 de enero de 2018

Una sesión para los pies

Hacía mucho que no daba una sesión de foot massage.
Toda la sesión es de una delicadeza absoluta. Puro amor. Cada detalle, precisión, cada movimiento de mis manos hacia sus pies. De pronto, la sentí desconectar, irse. Estaba soñando. Me había quedado sola, con ella, en esa sala con el Buda brillante y Jivaka que me miraban desde el estante de la chimenea.
La música era de ensoñanción. Me sentí trasladada y conectada con las múltiples manos que repiten día a día estos movimientos que yo estaba haciendo ahora. Fue una sensación muy poderosa la de no estar sola, la de estar dentro de un linaje que responde a algo muy antiguo y que se repite en la cadena de seres humanos vivos.

10 de enero de 2018

El mueble se va

Un día de enero.Calor, mucho calor. Salgo con un vestidito para combatir el verano y sandalias frescas. En la mochila llevo mi ropa de shiatsu. Voy a dar dos sesiones en el consultorio y luego visitaré a L que no veo hace meses. L ha tenido un año bravo y se le nota en la voz cuando me manda audios. Por eso quiero verla. También va una pareja amiga de L que la ayudará a quitar un mueble antiguo, enorme que tuvo la mala idea de caerse encima de ella cuando buscaba una caja. Así que vamos a brindar porque el mueble se va. A veces necesitamos eso. Festejar porque decidimos que las cosas malas se van y porque además todo pudo ser peor pero estamos vivos y podemos tomarnos unas cervezas bien heladas. 

Estalló el verano


9 de enero de 2018

Aroni

 Sem folha não tem sonho
Sem folha não tem vida
Sem folha não tem nada
Quem é você e o que faz por aqui?
Eu guardo a luz das estrelas
A alma de cada folha

Sou Aroni.
 
Aroni es un Orisha poco conocido de la religión Yoruba. Es descripto como un duende con cabeza y cola de perro y con una sola pata.  

Aroni es un dios del bosque. Secuestra y devora a quienes  le temen y se encuentran con él. Pero a aquellos que se atreven a enfrentarlo y no escapan a su presencia les enseña el poder secreto y curativo de las plantas. 

Aroni es una divinidad de la medicina. Su morada se encuentra en los bosques donde utiliza las hierbas y las hojas naturales para la curación de enfermedades humanas. Se cree que los hombres y mujeres profesionales en medicina yoruba son los portavoces de Aroni. Muchos de ellos afirman haber sido espiritualmente llevados al bosque durante siete días o siete meses por el espíritu de Aroni y haber aprendido allí el uso medicinal de las plantas. 

Un remolino de viento que corre a través del bosque y que levanta las hojas muertas, se considera una manifestación de Aroni.


8 de enero de 2018

Pino

Cuando pienso que en la Patagonia intentaron reemplazar todos esos Ñires, Cohiues y Lengas con el Pino europeo se me viene a la mente la conquista de América. Debajo del Ñire crece hierba pero debajo del pino no crece nada. Todo muere.
Conquistaron también imponiendo sus árboles.
La culpa no es del pobre Pino, claro está. 

4 de enero de 2018

Cítricos -Día 3-

Es sabido que en Olivos hay naranjos por todos lados. También es sabido que son cítricos de naranja amarga, a nadie se le ocurriría comérselas, sólo sirven para hacer dulce.
Conozco a una persona que tenía un naranjo en el frente de su casa y todas las veces que el naranjo daba frutos ella hacía dulce y luego repartía. 
También pueden verse mandarinos. Y en temporada los árboles están a rebozar. Las mandarinas se caen a la vereda, ruedan por la calle y son aplastadas por los autos. Algunos vecinos se las llevan pero hay gente a la que le da pudor tomar el fruto de un árbol público.
No se entiende bien el propósito por el cual fueron plantados. ¿Era para que los vecinos nos copáramos y comiéramos mandarinas? ¿Era por la ornamentación? ¿Las flores de azar perfuman mejor? ¿O era por la vitamina C de los vecinos de zona norte que tomaban mucho Redoxon? ¿Qué se le habrá pasado por la cabeza al intendente de ese momento?
Hace unos años salió en un diario una noticia sobre si se podían comer los frutos de los árboles públicos. La cronista (joven) relataba su propia experiencia. Se comió una naranja amarga del Parque Thays y terminó en una guardia por un brote alérgico. Parece que en la ciudad los frutos de los árboles frutales están contaminados por la polución. Pero los comentarios rondaban con respecto a la naranja amarga. ¿Cómo se le había ocurrido a la cronista comerse un anaranja amarga cuando todo el mundo sabe que son para hacer dulce?
¿Y qué culpa tiene la pobre naranja?

3 de enero de 2018

Jacarandear

Árboles -Día 2-

En CABA hay 14.301 jacarandás. Pero eso es porque no contaron el mío que está plantado frente a la puerta de mi casa y se encuentra a 34 cuadras exactas del límite con la capital.
Parece que fue Carlos Thays el responsable de llenar la ciudad de estos árboles. Dicen que se inspiró luego de ver por primera vez como las florecitas dejaban una alfombra violeta a los pies del árbol.
Lo cierto es que es muy hermoso ver los senderos de esas florecitas celeste-violáceas luego de una lluvia. Lo que no es tan hermoso es que se estacionen en el parabrisas de tu auto  pero estoy segura de que eso Carlos Thays no lo pensó ni un poco.
Algunas cosas que no sé si sabían y que tal vez les resulten curiosas:
-Pierden sus hojas cuando ningún árbol pierde hojas. Es decir, no pierden las hojas en otoño. El Jacarandá pierde sus hojas cuando está por llegar la primavera. Y agarrá la escoba porque cuando empieza a desprender sus hojitas... ¡se meten en todos lados!
-Las flores son de color celeste-violáceo. ¿qué significa eso? Que depende de con qué luz las mires vas a encontrar tonalidades violetas o tonalidades celestes. ¡Daltónicos abstenerse!
-Crece muy rápido. El jaracandá de mi casa lo planté hace diez años. ¡Y ya es un señor árbol! Parece que está ahí desde toda la vida.
-Florece antes de que le broten las hojas. Cuando en primavera se le caen todas las hojas (y parece que el árbol se murió, o al menos eso es lo que creí yo, así de dramática soy) luego aparecen las flores sobre la rama desnuda. ¡Una belleza!
-Vuelve a florecer (un poquito) en otoño pero esta vez ya con follaje. ¿No les digo que es un árbol que va a contramano del resto?
-Se puede usar como árbol de la vereda. Y esto es muy importante. Está permitido. No vayan nunca a plantar un ficus en la vereda si no quieren ver como a su casa se la devoran las raíces. Al ficus mejor poenerle rueditas y sacarlo a pasear de acá para allá ( ahí tenés, Nat, el por qué de las rueditas). ¡Y que no enraice nunca nunca cerca de una casa o de una cloaca!
-Según el gobierno de la Ciudad los barrios en los que hay más ejemplares son Palermo, Recoleta y Belgrano.
Bueno, en la vereda de mi casa hay uno también.

2 de enero de 2018

Red social vegetal

 Este año, mi amiga Natalia Méndez, autora del blog Hojas sobre la almohada (y tantos otros más) propuso un proyecto interesante y lo abrió a la comunidad: escribir todos los días durante un mes sobre un tema en particular. En enero decidió que el tema serían los árboles. Y abrió su espacio a los que quisiéramos participar. Como a mí los árboles me apasionan decidí enviarle un texto. Y como nubedeagua es un lugar de registro también decidí que quería colgarlo aquí. Pero si a alguno le entusiasma la idea puede sumarse o leer lo que otros tantos han escrito sobre árboles (¡parece que ha entusiasmado a varios!. Y también conocer más sobre el proyecto de Natalia.

 Árboles, día 1. 2 de enero de 2018.
Los árboles hablan, tienen un sistema de cables interconectados. Pero no necesitan wifi, ni pagar las cuentas de la luz. La tierra les provee de todo lo necesario para su propia red social.

En las raíces del árbol está el secreto. ¡El secreto del propio movimiento! Parecen estaqueados a la tierra, cuando en realidad, bailan debajo de ella.

En un bosque, los árboles más añosos, son los que a través de sus raíces pasan nutrientes a aquellos árboles que quedaron rezagados o que por estar mal ubicados no les llega la luz del sol y son débiles. Si un árbol enferma, la comunidad le envía sus buenos deseos (y nutrientes). Es como una llamada por teléfono de tu mamá que te dice: no te preocupes, todo va a estar bien. Y entonces nos curamos más rápido.

En un bosque debajo de la tierra hay toda una ciudad subterránea que nunca atinamos a ver. Y la vida de los que estamos aquí arriba depende de lo que sucede allí abajo.

En la ciudad, solemos cortarle las raíces al árbol. Para que las veredas estén lisitas, para que no se metan en los caños, para que no rompan las medianeras. Siempre en nombre del Orden.

El árbol se debilita y los demás árboles ciudadanos no pueden ayudarlo. Porque han perdido la conexión de abajo. Pero el árbol es un cooperativista nato. Y buscará la forma de sanarse con los otros.

1 de enero de 2018

Comienzo

El blanco pelaje de Lua. La colcha de verano. El blanco del ojo. El blanco de las uñas cuando hay poca irrigación.
El rojo de la sangre. Un tajo sobre la piel. Mi menstruación de hoy. El corazón bombeando todos los días. El amor.
El naranja de los cítricos. Mi pantalón de shiatsu. Los amigos que están cerca. Las tardes en la terraza.
El azul celestial de noche. Los ojos de Mani que ya no están. El mar de la vida. El color de la terraza que nunca pinté.
El verde de un árbol. La lechuga de la ensalada. La pampa húmeda. El gramillón empezando a crecer.