23 de septiembre de 2012

Causalidades

Es viernes a la noche. Estoy en el colectivo leyendo Kant y el Ornitorrinco de Umberto Eco. Al lado mío viaja un chico joven y lindo. Mira mi libro con interés y de pronto se anima:
-¿Qué leés?
Me sorprendo. Lo miro. Es joven, muy joven. Le muestro la tapa del libro pensando en su desilusión. Pero no.
-¿Qué es lo que estudiás?
-Semiótica. Bueno, en realidad, enseño semiótica.
-¡Ah!
Está sonriendo. De pronto queda claro que no tengo su edad aunque a veces mi cara delate unos años menos (hace poco me dieron ocho años menos).
-¿Y vos?
-Yo estoy terminando Diseño Industrial. De hecho hoy tuve un día horrible, vengo de que un profesor me destruya el tema de mi tesis.
-Bueno, no te preocupes, es algo normal.
-Pero ya van tres veces. Quiere que sea más específico.
-Ah, sí, ese es el gran problema. Cuando por fin se decide un tema (que nunca es lo que vos querías estudiar originalmente) deja de ser lo interesante que parecía ser al principio.
-Exacto.
-Umberto Eco -le digo señalando el libro - escribió un libro que se llama Como escribir una tesis. En él decía que hay tiempo, mucho tiempo para escribir esa ideota que se te ocurrió ahora, es una idea que quizás te lleve unos ocho o nueve libros desarrollarla. Pero no importa porque es así como funciona. Así que no te preocupes si no entra todo de una en tu primera tesis.
Me mira asombrado. Yo también estoy asombrada. No es muy usual recomendar a Umberto Eco en un colectivo volviendo a tu casa
-Esto que acaba de pasar es genial.
-Sí, ¿no?
-Voy a ver si lo consigo. En la próxima me bajo. ¡Mil gracias!
-De nada.

20 de septiembre de 2012

19 de septiembre de 2012

Rueda del tiempo


La rueda del tiempo comenzó a girar. Nada es permanente. Las flores nacen, crecen, se reproducen, mueren. La rueda era un jardín poblado y luego un jardín en invierno. La rueda giró y giró de manera inefable. Lo que sucedió quedó atrás. El tiempo presente es este momento que giro y cambio, siempre estoy girando y cambiando.
Y así todo tiene un sentido y luego vuelve a perderlo.
Y está bien. 


16 de septiembre de 2012

Ohana en Rosh Hashana

Rosh hashaná se traduce generalmente como año nuevo. "Rosh" significa cabeza y "Shaná" año. Pero, la palabra Shaná, literalmente año, proviene del vocablo shinúi que significa cambio.... Rosh hashaná señala tanto la “cabeza del cambio” como shinúi ba Rosh “cambio en la cabeza”.
En la cultura hawaiana "Ohana" significa familia en el más extenso sentido de la palabra, incluyendo parientes de sangre, adoptados o intencionales. Se enfatiza que la familia y amigos están atados juntos y los miembros deben cooperar y recordarse entre sí. Así pues "Ohana" puede consistir en miembros apreciados que no formen parte de lo que típicamente se conoce como familia. Un grupo entero de amigos íntimos también puede ser su propia ohana. Gracias familia linda por venir a compartir con nosotros Rosh Hashana en nuestra casa. ¡Vivan los moishes tanos asturianos y vascos con un poquito de pacha mama!
¡Los adoro!

13 de septiembre de 2012

Lamparita

"Nos hacemos preguntas cuyas respuestas ya conocemos". Chupate esta mandarina, nena. Ayer me quedé hasta tarde viendo el documental de Françoise Wolff sobre Jacques Lacan. Me quedé alucinada con la "conferencia" (aunque aclara: "no tengo la menor intención de dar una conferencia pero sí tengo algunas cosas que enseñar") que dio en la Universidad Católica de Louvaine en el año 1972.
Hace tiempo que vengo leyendo extracurricularmente sobre temas que de alguna manera se tocan con lo que doy en la facultad donde enseño una materia llamada Lingüística y Semiótica. Se tocan, coquetean y luego se despiden. Hace tiempo que pienso que me gustaría mucho tomar algún curso de psicoanálisis, leer las fuentes, ir a los textos. No porque quiera ser psicoanalista sino porque me seduce el conocimiento. 
Ayer escuchaba la voz extremadamente potente de Lacan y pensaba: esto es lo que Peirce llamaba primeridad, segundidad y terceridad, esto es el concepto de semiosis sin fin, esto es... ¡Ah!
Sí, ¡ah!

10 de septiembre de 2012

Preguntas

Lo de este Ravi Shankar me da rabia. Me pregunto en qué piensa una persona que va a una meditación mundial de este tipo. Me pregunto quiénes son, qué buscan, qué paz, qué espiritualidad. Me pregunto por qué ahora ser vegano está de moda y la revista Ohlalá postea anuncios sobre la onda de comer sano, rico, novedoso y sin productos animales para futuras anoréxicas (ojo, no digo que ser vegano sea eso, simplemente es lo que noto en las publicidades de La Nación).
Hablamos con un colega terapeuta sobre el daño que provocan esta publicidad efervecente. Macri hablándonos del ego. ¿Hasta dónde llegaremos?  Mi colega que además es un profesor de yoga al que respeto muchísimo me dice: hay que volver a las tradiciones. A los maestros. ¿Qué es lo que enseñar el arte de vivir? ¿A respirar? Y cómo lo enseña? Hace una melange de técnicas milenarias que pertenecen al yoga. Nada nuevo bajo el sol. Sólo publicidad.
Palabras como paz y amor prenden como el fuego sobre la paja seca. ¿Quién no quiere paz y amor?
¿Por qué no existe un ente regulador de técnicas complementarias a la medicina alopática?
Bueno. Habrá que seguir trabajando.  
Hay una energía una energía una energía que todo parece decir que sí, que dale, que dale dale dale... porque.

9 de septiembre de 2012

Placeres primaverales

El sol del fin de semana todo lo redime. La humedad, los mosquitos y ese cielo abierto que ofrece Olivos cuando la tarde conmueve. La semana que transcurrió con altibajos, un encuentro y varios desencuentros. Una charla en el medio de la llovizna y la certeza de que estoy caminando. Curiosidad por las certezas de otros. Compartir. No siempre se gana. Pero cuando se pierde también se gana. Querer estar en varios lugares. No poder. Querer poder y entonces soñar.

Sueño que escucho conversaciones ajenas de personas que no conozco. Hablan de alguien a quien amé mucho pero que ya no está en mi vida. Me pregunto qué serán esos sueños. Me pregunto por qué soñaré con personas que no conozco. También sueño con palabras y con flores que se abren. Eso me gusta. Me adueño de esos sueños pero debo despertarme. Afuera, en el jardín, las flores se abren. Y entonces ya no me da pena levantarme.

Cavo la tierra con la pala de hierro esmaltado. La tierra sale húmeda y llena de lombrices. Arranco un hibiscus que planté la primavera pasada y que se lo comieron las hormigas. Pienso que allí puedo plantar otro frutal. El hibiscus quedó sin hojas pero en su ímpetu tiene mínimos brotes que saldrán a la luz si lo dejo. Lo trasplanto a una maceta y le doy tierra nueva, agua nueva y tijeras para las partes que no brotarán. Trabajo en el jardín hasta que los músculos me piden que pare. Siento la espalda dolorida. El sol es tan calido que me quedo en remera.

Almorzamos afuera bajo la Santa Rita. Pescado y arroz con los ajíes que nos regaló C de México. Nos quedamos leyendo al sol. El café recién hecho huele bien. Nico me hace notar que las azaleas están empezando a dar flores. Tienen unos pimpollazos que dan gusto. Viene un gato de visitante a jugar con mis medias. Hace garabatos en el aire. Es bello este gato. Lo dejamos ser. La gata no está, se fue a pasear. Nosotros también. Nos vamos a pasear. El aire está lleno de expectativa primaveral.

6 de septiembre de 2012

Gris (Laura, te estoy haciendo caso)

Gris es un gato "salvaje" (si es que existe este término). Gris no es amigable con humanos, les escapa porque les teme y aún así se aventura en una casa para apreciar a la belleza en cuestión: Marilyn.
Ayer por la madrugada tuvimos una visita suya que nos dejó pensando qué vamos a hacer de ahora en más si queremos conciliar el sueño sin interrupciones de mininos.
Eran las cuatro de la madrugada, Marilyn dormía a nuestros pies cuando escucho un maullidito distinto a todo lo que venimos escuchando últimamente. Era Gris.
Como Gris es de un gris color humo muy oscuro lo único que lo delata en la oscuridad son sus dos ojitos amarillos. Y eso fue lo que vi asomándose por la puerta de nuestro dormitorio: dos ojitos amarillos que buscaban a Marilyn y la gata que ya se había avivado lo estaba olfateando entre tensa y nerviosa.
Gris, ni lento ni perezozo entró al cuarto pero apenas me vio levantada salió disparando escaleras abajo. Dejé a Marilyn en el cuarto y lo seguí abajo para indicarle la puerta de salida. Pero cuando bajé el gato ya se había ido. Cerré la puerta y ya me disponía a subir cuando sentí que algo no estaba del todo bien. ¿Y si el gato se hubiera escondido? Busqué con la mirada y de pronto vi un bulto negro - muy quieto- debajo del piano de Nico. Podía haberlo confundido con un bolso pero no, era Gris agazapado esperando su momento para colarse nuevamente.
Cuando el gato se dio cuenta de que había sido descubierto salió disparado hacia la puerta pero la misma, para su desdicha, estaba cerrada. Se desesperó. Subió corriendo las escaleras en un zumbido y yo lo seguí tratando de que no se metiera en el cuarto otra vez. Mientras tanto Nico, que no entendía nada y se había despertado, me gritaba desde el cuarto "¿Qué pasa, qué hacés?". Y yo, "¿dónde está el gato? ¿Dónde se metió el gato?" "¿Qué gato, Flor? ¡Marilyn está acá!". "¡El otro gato!" "¿Otro más?".
Bueno.
Subí al playroom y lo vi a Gris agazapado debajo del futón aterrado ante la perspectiva futura. Me acerqué para que saliera de ahí. "Vení, Gris, no pasa nada, sólo quiera que te vayas". Y el gato: meaooooow, meaaoooww. "Salí de ahí, ya te abrí la puerta".
Nunca vi a un gato con tanto miedo de mí.
Salió huyendo escaleras abajo y esta vez sí salió por la puerta del jardín. Lo vi saltar la medianera con la velocidad que sólo el miedo nos da.
Cerré la puerta con la sensación de que por un tiempito este gato no vuelve.

5 de septiembre de 2012

Esto ya es un quilombo


Y entonces viene Joe y a Marilyn se le erizan todos los pelos del lomo. Se enoja con Joe por invadir su territorio y con nosotros por dejarlo entrar. Joe es bueno y se deja agarrar, acariciar, juega con una rama en el jardín, hace de gato macho. Pero ahora hay un gato gris que anda rondando la casa y que también la busca. Marilyn, sin faltar a su lógica, lo odia también.
Hoy se dio que estaban los tres.
Marilyn en el living cuidando de que Joe no le invada la casa. Joe en la puerta de la cocina cuidando de que el Gato Gris no le robe la doncella y el Gato Gris en la medianera esperando su momento.
Ambos machos se midieron durante un buen rato.
Joe, al que siempre le había escuchado ese gemidito medio gay, de pronto se transformó en un gato con todas las de la ley y le salió un rugido amenazador de bien adentro. El Gato Gris ni se inmutó y se quedó quieto en la pared, esperando. Salí al jardín y lo ayudé a Joe en su empresa. Al Gato Gris no el gusta la presencia humana y se fue apenas me vio. Joe se quedó un buen rato montando guardia en la puerta que da al jardín. 

Escribir: tema: el gato

Píscica me dice que por qué no escribo sobre gatos.Y me aclara: pero no te abras otro blog (escribí durante muchos años un blog con la voz de mi perro Pancho que pasó a mejor vida a principios de este año. Y ahora parece que la gente le abre páginas de facebook a sus mascotas).
Bueno, entonces , sí, lo admito: escribo sobre gatos no porque me apasionen particularmente sino porque me topé con uno y me parece bastante fascinante. Yo no lo buscaba (¿lo buscaba?) cuando Marilyn apareció solita por la puerta de la cocina como diciendo: permisoooo ¿puedo entrar, qué onda, hay espacio para mí?.
Hablo de Marilyn porque es tan fortuito que la loca haya venido a parar a mi jardín. En realidad el concepto de amor de los gatos es bastante novedoso para mí. Le digo a Nico que creo que la gata no nos quiere. Nico me dice que sí, que claro que nos quiere, que querernos es considerarnos parte de su manada. Que si no nos quisiera no dormiría a nuestros pies ni nos pediría algún cariñito. Que ningún animal en su sano juicio se acercaría a los humanos y menos que menos dormiría con ellos, compartiría el espacio, sus juegos, su descanso a menos que nos considerara como un igual. Y que eso es amor para Marilyn. Por eso me muerde como jugando y hace como que me araña (pero no me araña).
Y a mi me da un poco de pena que Marilyn sea tan nerviosa y celosa de su libertad aunque ahora parece que no, no es en absoluta nerviosa, es sólo una gata y yo tengo que aprender a tratarla.

3 de septiembre de 2012

El amor

"Tomás se decía: hacer el amor con una mujer y dormir con una mujer son dos pasiones no sólo distintas sino casi contradictorias. El amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien (este deseo se produce en relación con una cantidad innumerable de mujeres), sino en el deseo de dormir junto a alguien (este deseo se produce en relación con una única mujer)."

Milán Kundera