20 de junio de 2008

Fueguito mínimo

Desliza la lluvia su tersa suavidad y aviva mi fueguito mínimo. Adentro, la víscera roja canta y yo puedo saltar el abismo. La verdad es un manto de piedras verdes. Un peso cosido a mi espalda. Pero todo lo que se ha cosido -en un tiempo pretérito- hoy se ha de descoser. Y todo lo que podía cantarse no ha de cantarse más. Un beso cosido a mis labios también se ha de descoser. Y la amarra que sostenía el barco se ha podrido y lo ha soltado.
A la deriva, en esta lluvia nueva, descubro un viento que no sabía que tenía. Y ese viento me habla de mí.
De lo que soy.
De lo que hoy ya no seré.
De lo que mañana sí seré.
Y no puedo sino sentir el agradecimiento.

17 de junio de 2008

Tagine de pollo

Como los precios se fueron al cuerno busco en el libro de Narda una buena manera de hacer mi pechuga de pollo. Ya que cuesta caro al menos pongamos algo de originalidad en el plato. Elijo hacer el tagine de pollo que no parece complicado y que además pide ingredientes que tengo o que puedo llegar a conseguir. No les conté que el cilantro que planté de semilla creció y ya tiene hojitas para comérselo todo así que mi tagine será aún más auténtico. Perejil nunca falta. Me han traído nueces pekan del tigre y aunque la receta es con almendras, creo que las nueces le van a aportar sabor. Cebolla no se le niega a ningún plato, tampoco especias que nunca han de faltar en cualquier cocina que se precie. Así que allá vamos. Calorcito de hornalla, todo a la olla y a pasar estos días fuleros.

15 de junio de 2008

El amigo de Baudelaire


Leo a Andrés Rivera, El amigo de Baudelaire. Impecable. Rivera es crudo cuando escribe. Filoso. Pero lo filoso puede ser hermoso. ¿Es literatura lo que leo? ¿Son premoniciones? ¿Pretende ser histórico?

Los dejo con un par de citas:

En Buenos Aires quien nace sabe: a) Si tiene dinero, puede comprar sacerdotes, jueces, abogados y comisarios, sin contar el cielo y el infierno. b) Si no tiene dinero, es carne de calabozo. Buenos Aires no enseña ni da lecciones a nadie.

Lo dicho: en este país, quien posee dinero, vacas y tierra, muchas vacas, mucha tierra, mucho dinero, lo tiene todo. Hasta púberes, si uno es más perverso de lo que los otros imaginan.

9 de junio de 2008

Maria Bethania y Omara Portuondo: Un verdadero espectáculo de amor

Pocas cosas pueden ser tan mágicas como ver y escuchar a un verdadero artista arriba de un escenario. No importa si es en el Luna Park, en el Canecao, en el Opera o en el Gran Rex. Pocas cosas pueden hacernos vibrar tanto como cuando un verdadero artista se para en el escenario y nos hace llorar, reir, emocionar. Y eso fue lo que precisamente hicieron María Bethânia y Omara Portuondo este sábado por la noche en el Luna Park.
No sólo desplegaron maestría en el arte que las dos realizan con inteligencia y sabiduría. También desparramaron algo muy difícil de explicar y muy difícil de lograr en estos tiempos: una emoción fuertísima, una hermandad promovida por el "abrazo de la música", una explosión de belleza y entrega.
Desde el repertorio cuidadosamente elegido -donde abundaron composiciones de Marta Valdés, Gonzaguinha, Juan Formell, Orlando de la Rosa y Adauto Santos- hasta los ademanes cariñosos y pequeñas danzas que se prodigaron durante todo el tiempo que compartieron el escenario. Nunca se sintió tan fuerte que la música latinoamericana existe y que Brasil no es un ente separado. Nunca fue tan preciso el idioma portugués acariciado por las estrofas del español. Una verdadera proeza que tiene todo el tinte del esfuerzo que María Bethânia pone en sus proyectos y actuaciones.
Maravillosas las dos.
Ambas mujeres.
Ambas artistas.
Ambas amigas.



Los dejo con un link a una de las canciones que más me conmovieron: cio da terra.

6 de junio de 2008

Mi lado derecho se queja porque el izquierdo adquirió preponderancia. Yo soy diestra, le dije. Muy diestra. Una semana después me tragaba estas palabras.
A veces para soltar la voz no hay que decir nada.
Le digo que no me prejuzgue. Y él dice que no es prejuzgar, que me conoce, que *sabe*.
Me río por dentro. ¿Cómo sabé él algo de mí que yo no sé aún?
Estamos ante un nuevo paradigma, le había dicho mi padre a mi madre refiriéndose a mí. Y contra todos los pronósticos no sólo no me molestó su parecer sino que se lo agradecí con el alma.

2 de junio de 2008

batallas

El cerebro, en estos casos (leer post más abajo), dice: yo no fui, yo no fui. Yo estoy acá para ayudarte. Para racionalizar tu pena. Y si llorás quiero que sepas por qué llorás. Hay que saberlo todo. Hay que explicarlo todo. Es tu estómago que es un bueno para nada, ¿no lo ves? Tu estómago es débil, ¿cómo voy a ser débil yo? Yo siempre estuve ahí, para ayudarte, para salvarte con las palabras que llenaban el vacío de lo inexplicable.

Y entonces se siente el rugir de las entrañas gritando: ¡Córtenle la cabeza a ese viejo nefasto! ¡Alejen a esa falsa máquina de representar realidades! ¡Lo que él llama racionalizar yo lo llamo envenenar! El trabajo que me dio sacar afuera sus "maravillosas" palabras. ¿O cree ese viejo maldito que es fácil luchar contra la ley de gravedad y expulsar para afuera lo que debiera nutrir el adentro?

Así son las batallas.

1 de junio de 2008

intoxicación

Cuando un órgano dice: "basta, esto no lo puedo hacer pasar, calmate o se viene la debacle", lo más sano sería hacerle caso. Pero si estamos empecinados en seguir, la debacle llega con la fuerza de un tornado. Estar en el ojo del huracán sin tener mucha conciencia de eso es peor que la debacle misma. Ahora bien, el ojo del huracán también se asemeja a la mira de una escopeta que algo o alguien quiere disparar. Desde la torre más alta nuestro propio ego apunta. Y cuando el ego apunta -y es certero- el cuerpo despierta. Cuando un órgano se pasa de listo otro órgano se lo hace saber. Acá todos cooperamos, hermano, quedate piola o te las vas a ver con nosotros.
Un gran equipo, el cuerpo.