24 de enero de 2017

Lo táctil

Entré al mundo de lo táctil. Tarde, ya lo sé, como llegué tarde a muchas cosas en esta vida. Me importa poco, la verdad. Ya saben que detesto el consumismo al pedo.
Todos me dicen que no hay vuelta atrás con esto de los androids. Puede ser. Pasé de tipear en un tecladito con botonitos (mi blackberry era un fenómeno) a llamar via watsap por celular y hablar desde un colectivo 114 con una amiga que está en Tailandia... ¡No tiene precio! Sin embargo,estoy odiando mucho el teclado táctil, me contracturé los brazos al querer tipear a dos por hora el mínimo de oraciones.
Me siento como la primera vez que tuve un celular y sólo lo usaba para llamar. Allá, por el 2005 mi amiga Chizz (jovencísima ella) me enviaba textos que yo respondía con llamadas (que eran carísimas). Me resultaba imposible escribir en el tecladito del nokia 1100. Hasta que algo se iluminó en mi ser y mi pulgar se transformó en mi pluma. Lo tuve hasta fines del 2008 que su batería murió como también murieron otras cosas ese año. El deceso de ese celular marcó una época. La animadversión de los objetos inanimados creo que le llaman.
Mi hermano, entonces, me dio su motorola con tapita y se compró otro. Adoré ese celular. La verdad no tenía nada, era muy simple, llamadas, sms, radio. Ni cámara, ni música. Pero era una masa. Y mandé miles de sms con eso. Era irrompible y me duró hasta el 2013. Un día me robaron la cartera con todo adentro y ahí se acabó. Llegó el blackberry y dejé de usar el pulgar para empezar a usar los dos pulgares. ¡Maravilla! El teclado se había ampliado. Yo podía escribir literatura en el teclado del backberry.
Pero ya no. Entré al mundo de lo táctil. No sé como apoyar las yemas de mis dedos sin tocar mas de una tecla. Escribo, borro, escribo, borro, bah.
Sepan todos que volveré a llamarlos por teléfono. Mis cervicales están en juego.
Saludos!
 

16 de enero de 2017

gato free

Reservamos una habitación en un apart en Uruguay  para pasar las vacaciones. Entonces se da el siguiente diálogo:
-¿Quieren con cama matrimonial?
Nos miramos como si nos hubieran hecho la pregunta más estúpida del mundo.
-¿No es obvio?
-No- dice la chica- hay gente que pide camas separadas.
-¿En serio?
-Sí.
-Bueno no es nuestro caso - le dice Nico guiñandome un ojo.
-No, imaginate, poder compartir una cama re copada, enorme ¡y sin el gato!

15 de enero de 2017

No me quiero olvidar

Apenas te levantás
estirá el cuerpo inmediatamente.
La sangre fluirá,
los meridianos se desbloquearán
y el ki podrá fluir libremente.
Fijate en los animales
¿qué es lo primero que hacen después de dormir?
Hay que aprender de ellos,
están menos identificados
con la idea del yo. 

12 de enero de 2017

Curva

Mi curva primaria de palabras se ha desarmado: Recoveco, rojo, ruiseñor, perderse. Despliego la mirada a un punto nuevo y desenvuelvo mi curva secundaria de palabras: liberar, sacrificio, relación, practicar. Sé que en algún momento tendré que volver a mi curva primaria pero habiendo soltado algo que hará de mi sueño un lugar nuevo.

11 de enero de 2017

Good bye blue sky

Toda la maldad, la muerte, la humillación y el dolor...
Los que no pueden ver el cielo azul que yo estoy viendo... Siento que algo se me escurre entre los dedos.
La paloma blanca hace rato que es águila.
La muerte está por todas partes. Y la vida, en su mínima expresión. Todo se renueva con las mismas palabras.
Hay luna llena esta noche. Mientras escucho Pink Floyd

10 de enero de 2017

Los sonidos de los barrios

Las chicharras hicieron su aparición este verano. Ahora sí, oficialmente, el verano se ha instalado. Las chicharras para mi son el sonido del verano en las quintas, pileta enorme y de agua helada, zambullidas, jardín, andar descalzos por la tierra, recoger piñas, la infancia antes de aprender a leer y a escribir.
Hay sonidos que pertenecen a determinados lugares. Hay sonidos naturales y sonidos culturales. Hay sonidos tecnológicos y sonidos nostálgicos.
Una tarde, tomando unos mates en el jardín de su casa, mi papá me contó que cuando él era muy joven tenía un compañero en la facultad que vivía en Olivos. Él no, él era de un barrio de la Capital Federal. Solían estudiar en su casa hasta altas horas de la madrugada.
-En la madrugada se escuchaba el sonido de un pájaro que yo nunca había escuchado en mi vida. Y era un pájaro que sólo se escuchaba acá y que años después lo reconocí.
-¿Qué pájaro era?
-Cuando cante te muestro.
Esperamos un rato y de pronto un gorjeo loco se escuchó entre los árboles.
-¡Ese es el pájaro!
Lo escuchamos en silencio. Era un canto desmesurado, poco común. Pero lo reconocí enseguida como un sonido del barrio.
En cambio para mi papá era un sonido de la nostalgia. 

9 de enero de 2017

Mortalidad

Se murió Rivera.
Se murió Laiseca
Se murió Piglia.
Todos escritores que nos gustaban y que admirábamos. A Laiseca y a Piglia llegué a conocerlos en persona. A Laiseca en un taller literario en el Rojas, a Piglia en la Facultad de Filosofía y Letras.

Y en otro lugar del mundo...se murió John Berger. Qué tristeza. Pero dejó una obra impresionante. Me puse a releer sus libros.
Hoy me entero de que además se murió Zygmunt Bauman.
Una amiga me pregunta... ¿qué es lo que está pasando, Flor?
Yo creo que tengo una respuesta más que obvia... este año, por ejemplo, yo cumplo 40 años. La gente envejece y no vive para siempre.

8 de enero de 2017

Genio

LM vino a casa. Le prometimos un asado y quién puede negarse al fueguito crepitando, el brindis con cerveza helada y hundir los pies en el pasto recién cortado.
Nos acordamos con LM de otros veranos, de lo que nos gustaba leer, de cómo escribíamos. Y también hablamos de los blogs. LM y yo nos conocimos gracias a los blogs.
Leí hace un tiempo a alguien decir que los blogs eran una tierra desaparecida. Es extraño como quedan los residuos flotando por internet. Hay gente que simplemente nunca más volvió a escribir. Ni siquiera lo hizo conscientemente. Hay entradas en algunos blogs que ni siquieran son una despedida. Simplemente quedaron colgadas, allí, envejeciendo.
Cada tanto entro a mi nubedeagua. Siento que este espacio es como frotar la lámpara y un genio aparecerá. Casi nunca el genio es como lo imaginamos. Tardé años en darme cuenta que muchos de mis escritos me decían cosas por debajo, cosas que yo en mi ser diario no quería ver.  
Tal vez uno de los objetivos de este año sea dejar de frotar la lámpara a ciegas.
Conocer al genio.

4 de enero de 2017

Reconciliación con Enero

Enero viene con lluvias, calor intenso, brisa fresca por la mañana bien temprano, mates perfumados con cedrón y caminatas. También viene con mails profundos de amistades viejas que se renuevan, un libro muy gordo que se termina, limpieza de futón y cuarto de shiatsu.
El jardín está verde y selvático. Yo tengo tiempo, mucho tiempo para pensar, caminar, ver amigos, escuchar música, cocinar, ver series, leer.
Ayer nos quedamos un buen rato obervando como caía la tarde, mi gato y yo. Luego llegó Nico.
Las noches son cálidas y sobran los abrazos.
Enero viene acariciando. Y yo dejándome acariciar. 

2 de enero de 2017

Adiós 2016

Enero: leer los diarios se ha transformado en una tarea lastimosa. No hay paz, ni calma, ni abrazos que puedan calmar el dolor social. Despidos por doquier. Endeudamientos injustos que otras generaciones, además de la nuestra, tendrán que pagar. Nos enfermamos pero nos reponemos. Por primera vez pensamos, qué bueno que no tuvimos hijos para que no tengan que sufrir esta mierda.
Febrero: Todo va de mal en peor. Cumplo 39 años y coincide con el carnaval que aún sigue siendo feriado. Nos escapamos unos días a Uruguay, Colonia. Calor, humedad, ahogamos nuestras penas en faisán. 
Marzo: comienza la vorágine del año. Mucho trabajo y poco dinero. Querer crecer y no poder. Querer tomar decisiones y no poder. El aire, enrarecido. Igual hay gente que está mucho peor. Nosotros al menos podemos pagar la luz, el gas, el agua y la comida.
Abril: acostumbramiento. El alma reconoce lo noventoso de estos tiempos. Qué feo no poder hablar con los vecinos, con la familia, con algunos amigos. Qué feo mirarse feo y sentir que la grieta es tan grande, tan distintos los deseos de cada uno: que a mi me emocione que la gente de menos recursos tenga trabajo y pueda educar a sus hijos y que a otros les emocione poder comprarse dólares y viajar al exterior.
Mayo: un frío de cagarse y la cuenta del gas que sube a extremos exorbitantes. Decidimos no arreglar las estufas de la casa. Empezamos a escuchar otras vías, mirar para afuera y sentimos que el mundo no está mejor que nosotros. Las derechas del mundo toman el poder. Que futuro nos espera mamita. En lo personal, descubro que la eutonía tiene mucho que enseñarme y aportarme. Reencuentros con mi maestra de eutonía de la adolescencia  y nuevas amistades.
Junio: agarramos el auto y nos vamos una semana a Carhué. Conocemos las aguas más increíbles y sanadoras del mundo y la historia de un pueblo que sufrió una catástrofe natural que podría haber sido evitada si no hubiera sido por la negligencia de las autoridades del momento (dictadura militar y menemismo mediante). Lo demás, dejalo ahí.
Julio: ¡un frío de cagarse! Pero llegamos a mitad de año. No puedo quejarme, trabajo de lo que me gusta. Doy clases de shiatsu, sesiones. Sigo aprendiendo de la eutonía y estoy seriamente pensando en que quiero estudiar algo más que nutra mi trabajo de terapeuta de zen shiatsu. Sólo que aún no sé bien qué.
Agosto: Arranco con las clases en la facultad y presiento que este año tendrán un papel importante en mi vida. Me tocan alumnos muy golpeados por la crisis. Siento por primera vez que la semiótica puede ayudarlos.
Septiembre: Reconectar con el agua, volver al jahara, que sea una puerta abierta para algo más que aún no sé bien qué es. Hacer algo por el simple hecho de tener ganas de hacerlo sin pensar en lo que pueda salir de ello. Y que sea un descubrimiento para llevar a las terapias de tierra que estoy haciendo.
Octubre: Descubrir la técnica Alexander y empezar a sanar algo que no sabía que se podía sanar. Resulta que para conectar la columna vertebral había que plegarse. Alguien de la familia se enferma y pasamos un mes en varias salas de espera. Descubro las propiedades curativas del origami. Primera marcha de mujeres.
Noviembre: Mucho cansancio pero todo va llegando a su fin. Las clases, las sesiones, un proyecto que me daba trabajo se va al diablo y se termina abruptamente. Nos vamos un fin de semana a la playa a despejarnos y conectamos con el mar.
Diciembre: Cierres de todo tipo. Recibo la gratitud de mis alumnos y pacientes. Hermoso. Descubrimos también que tener salud es el tesoro que te permite elegir. Somos privilegiados en muchas cosas y somos conscientes de ellos. Vienen las Fiestas y todo vuelve a recomenzar.