26 de abril de 2017

En otro orden de cosas

Amo mi trabajo.
No hay placer más grande que disolver el sufrimiento de alguien. Hacer algo con las manos y que lo que era doloroso deje de serlo.
A veces pasa por indicar muy suavemente que aquí hay lugar y, oh, maravilla, aquí también. Voy llevando las manos hacia lugares donde la conciencia se había olvidado de su existencia. A veces la conciencia se achica tanto que nos deja encogidos en centímetros cuando tenemos metros y metros para abarcar.
Amo mi trabajo.
Alguien que tenía miedo de vivir hoy siente confianza en sí mismo.
Alguien que le dolía el hombro ya no le duele más y puede levantar su brazo.
Alguien que sentía su corazón encogido en un puño hoy siente que puede respirar.
Alguien que perdió algo muy preciado hoy siente que encontrará algo nuevo.
Alguien que lloraba todos los días hoy se puede reir.
Alguien que tenía su estómago cerrado hoy siente que la vida es sabrosa.
Alguien que se ahogaba de rabia hoy siente que puede construir.
Amo mi trabajo.
Un inmenso gracias a todos los que se acercan y confían en mí.  


Crear el sol

Hace tanto frío que para escribir cierro las persianas. Afuera hay un sol tibio que no quiero ver por lo tibio. Necesito algo caliente, quemante porque este sol no alcanza. Bajo la persiana para crearme el sol que necesito y que el resto del mundo cierre el pico.

En realidad herir o no herir no es la cuestión. Todos estamos heridos de alguna manera. Basta mirar la familia que nos tocó a cada uno. ¿Tenés una buena relación con tus familiares? ¿Ya les diste las gracias a tus viejos por animarse a traerte a este mundo? Dales las gracias pero tampoco te quedes dándole las gracias eternamente. Corrés el riesgo de no vivir tu propia vida. Y no hay estupidez más grande que haber nacido y no vivir tu vida.

Ayer llovía y llovía y seguro que había mucha gente mojándose y embarrándose. A mi me tocó estar en una casa tibia, arropada. Me tocó algo bueno. Y hoy salió el sol que aunque sea tibio es algo para apreciar.

No voy a subir la persiana. Me gusta el sol que me he creado.

23 de abril de 2017

Valor

En un mes el balde de helado de 10 litros se ha llenado de residuos orgánicos. Las lombrices han engordado. En el fondo del balde, lo que era zanahoria ahora es una crema anaranjada y pronto no se distinguirá del resto de la masa húmeda.
Maravilla. Todo lo que hay aquí es fértil.
Humus de lombriz.
Si tan sólo todo lo que producimos en la vida pudiera convertirse en algo así de valioso.

 

10 de abril de 2017

No te vayas a morir a China

No te vayas a morir a China, papá.
Las cosas no han sido fáciles. La vida resultó dura.
¿El corazón se endureció? ¿Algo murió?
Dejanos que te ayudemos, papá.
Dejanos que te abracemos fuerte para que ese corazón,
un poco roto y maltrecho,
pueda vover a vibrar.