28 de abril de 2013

YOGA

Hablábamos de integración. Integrar todos los aspectos de uno mismo. Y entonces no pude menos que sonreir cuando le saqué esta humilde foto a mi nuevo espacio donde he comenzado a dar yoga los sábados por la mañana. Y aunque aún es pequeño, no por ello es menos importante. Un profesor mío en la facultad de Letras decía: "uno cuando escribe lo hace siempre con la biblioteca detrás" aludiendo a que nada de lo que hacemos es realmente original sino que todo es, de algún modo, una reescritura de un texto anterior. Yo podría agregar que cuando uno hace "algo" que ama siempre lo hace con toda su biblioteca atrás, suponiendo que una biblioteca personifica mis saberes internos, mis experiencias, mis lecturas y relecturas.

23 de abril de 2013

Profesorado de yoga

Estoy feliz con mi tercer año en el profesorado de yoga. Mi último año. Es un año donde todo se condensa: la práctica, la teoría, el conocimiento de la anatomía humana, la energía recorriendo los múltiples nadis. Anoto las clases que me gustaría dar, las que me doy a mí misma todas las mañanas, las que le daría a potenciales alumnos. Estoy fascinada con las posibilidades que ofrece esta práctica milenaria.
El sábado pasado vino una amiga a recibir su clase de yoga. Acordamos un horario que nos fuera posible sostener a las dos. Nico, a su vez, quiso acompañarnos en la práctica.
Ambos tiene cuerpos tan distintos y necesidades tan diferentes. ¡Desde ya va toda mi admiración a mis increíbles profes de yoga de esta vida que dan clases a varios alumnos todos diferentes y con múltiples dolencias y aún así salen invictas! Mi agradecimiento es mayor porque además han sabido compartir ese conocimiento para que otros como yo podamos a su vez pasarlo.
Un camino nuevo se abre y estoy explorando, caminando, proyectando.
Hacia ya vamos, me parece. 

21 de abril de 2013

¿Y el otoño?

Otoñar no me es fácil
cuando el pajaro arde en la rama
y el abejorro se alza en la flor.

9 de abril de 2013

Morning Passages

Al son de Royksopp, regalo de mi amiga Mazz y con las palabras del libro de Irene Chikiar Bauer aún resonando en mi cerebro escribo mis pasajes de la mañana.
El problema de esta época, me parece a mí, es que tenemos el delete demasiado a mano. Deberían hacer unos teclados donde deletear las frases se nos haga un poco más difícil. Tal vez así habría menos textos políticamente correctos y más textos lanzados a la intemperie.
Mazz, gracias por Royksopp y su so easy song.
Lo cierto es que la mañana es un momento bello e inexplicable. La tarde es más roja, quizás. Algo se pierde, es sutil el cambio pero es notorio. El ímpetu de la mañana  a veces me emociona tanto que no siempre logro trabajar. La tarde borra el dorado de la luz solar. Tal vez sea una cuestión de ubicación, de cómo estoy ubicada respecto al sol. Quizás.
Sparks. Ahora ya no hay dudas. Este disco crece y decrece. A veces Mazz, no te enojes pero me pasás música que me deprime un poco. Pero este cd es uno de mis favoritos para caminar por la ciudad. Y hoy lo puse para escribir algo que tal vez algún día te muestre.
Ando necesitando un jean nuevo y un par de buenos zapatos para zapatear el cemento de las calles. No hay dudas de que el cemento tapa todo. (Las espaldas de cemento no son buenas para la salud. Tampoco las que parecen rellenas de estopa. Fíjense).
La mañana declina y el mate ya se enfrió.

7 de abril de 2013

La novela del gato

Hoy a la mañana se develó el misterio del origen de Marilyn. 
Proviene de la casa de enfrente, un chalecito habitado por un matrimonio cuyos hijos ya son grandes y se han ido de la casa. Poseen una gata negra (que maúlla fuerte cuando la dejan afuera) y que es la culpable de que la pobre Marilyn haya huido de la casa buscando mejores rumbos.
¿Cómo nos dimos cuenta?
Hoy a la mañana salí con un cuenquito de comida para darle una ración a Benita (la gata con cara achatada que no tiene dueño pero que se las arregla bastante bien y vive a la vuelta de casa). Al salir la veo a Marilyn que viene a mi encuentro, yo la agarro, le doy un beso y la hago pasar por la reja. En eso mi vecino de enfrente, con el cual he tenido alguna que otra charla, me dice:
-Eh, Florencia, ¿esa gata es tuya?
-Sí- le respondo.
-Ah... porque es mía.
A todo esto Marilyn estaba de lo más contenta revolcándose en la calle. 
-¿¿¿En serio??? Noooooo... ¡duerme todas las noches con nosotros en la cama!
-Y... hacía mucho que no la veíamos, es que nuestra otra gata la rajó mal, la peleaba, la arrinconaba y luego la lastimaba, pobrecita Pepa.
-¿Pepa?
-Sí, Pepa, le decimos Pepa, es hermosa esta gata, la madre de esta gata es una siamesa que se quedó embarazada.
Chan.
Así que Marilyn tiene algo de siamés.
-Y cuando la trajimos la tuvimos seis meses encerrada para que no le pasara lo mismo y luego la castramos.
Así que sí, está castrada.
La cosa es que atando cabos descubrimos que Marilyn nació en octubre de 2010, vivió en conflictiva relación con la otra gata durante el año 2011 y el año pasado, como la otra gata no la dejaba vivir, se la pasaba en el jardín de Lina (mi vecina) y comía cuando la otra gata se iba y le dejaba el paso libre. En julio del año pasado se aventuró a saltar la medianera y ahí fue que un buen día me la encontré en el jardín de mi casa con carita de "hola, si acá no hay gatos, entro y me quedo".
Cosa que hizo.
Para que no quedaran dudas de que nos podíamos quedar con la gata, mi vecino me dio el shampoo que usaba para bañar a Pepa.
Y para que tampoco quedaran dudas, la mujer de mi vecino la acarició y le dijo: ¿así que, Pepa, ahora te llamás Marilyn?
Y luego yo los saludé, me fui a ver si la encontraba a Benita, compré yerba y un poco de pan y cuando volví estaba Marilyn esperándome en la reja dispuesta a entrar apenas abriera la puerta.
Cosa que hizo sola sin que yo le dijera nada.
FIN.