lunes, 28 de agosto de 2006

Mandados

Los hipermercados me marean. Los Norte, Disco, Cotto, Carrefour. Puaj.
Yo prefiero mi chino.
El hipermercado con ese afán de encajarte cada nueva marca o producto cambia el orden de las cosas todas las semanas. Entonces donde antes encontrabas los lácteos ahora están las galletitas dulces. Complicado.
Góndolas y góndolas.
Todas las marcas que quieras.
Y el tiempo que se alarga como un chicle.
Ni hablar de las cajas: hiperpobladas. Y a nadie le importa un bledo.
Mi chino tiene sólo tres góndolas.
Y una pequeña verdulería y una carnicería.
Y el muchacho que corta el fiambre y que me pregunta si acabo de salir del trabajo.
Y el changador que me lleva las cosas en cinco minutos.
Y la cajera jujeña que me pregunta cuándo voy a volver al Norte.
Y el dulce de higo que nos gusta.
Y los Nugaton en oferta.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

y el yogurt con el vencimiento alterado...

Flor dijo...

que te recontra, je

G. dijo...

Eso, los vencimientos alterados.
El pan viejo.
Las manzanas con gusanitos.
Las latas machucadas.
El "vintichinco chentavo'... no hay lechugaaa, no hay"

Chinito no quelel, chinito no quelel (entender).

Flor dijo...

Empiezo a pensar que mi chino es lo más, nunca encontré nada de esas cosas.
Pero acepto que hay de todo en esta vida.
En un Norte encontré que las milanesas que me vendían en la parte superior estaban rojitas y las de abajo podridas.
O sea.